De acuerdo con el escenario de la OCDE, la inversión, que quedó prácticamente congelada en 2016 (el ascenso se limitó al 0.4 por ciento), debería seguir en una tendencia muy similar este ejercicio (0.5 por ciento) antes de recuperarse de forma moderada el próximo (1.2 por ciento).
Ayer el Secretario de Hacienda y Crédito Público José Antonio Meade, en el discurso ofrecido durante una reunión de auditores, volvió a presumir el crecimiento económico pues destacaba los pronósticos de Banco de México, y analistas que aumentaban su estimación, ya que, -de acuerdo al titular de Hacienda- el comportamiento económico de México era mejor de lo esperado pese a un entorno "tan complicado".
París, 7 junio (EFE/EFE).- La ralentización económica que vive México desde 2016, cuando su crecimiento se limitó al 2 por ciento, se prolongará este ejercicio y el próximo, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que revisó a la baja sus expectativas de crecimiento.
En su informe semestral de perspectivas publicado hoy, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) dejó la previsión de crecimiento para 2017 y 2018 en el 1.9 por ciento y el 2 por ciento, respectivamente, cuatro décimas menos en cada caso de lo que había anticipado en noviembre.
Señaló, además, que los riesgos que pesan sobre esas perspectivas son "considerables", en particular ante la incertidumbre por la voluntad de Washington de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Los autores del informe hicieron notar que en una economía tan abierta como la mexicana, integrada en las cadenas de producción regionales, tanto la producción industrial como la inversión y las exportaciones han resistido a esa amenaza de renegociación o a otras eventuales medidas proteccionistas.
Pero, sin citar explícitamente ni a Estados Unidos ni a su presidente, Donald Trump, advirtieron de que si hubiera anuncios "desfavorables" sobre esa cuestión, podrían hacer descarrilar la inversión, la producción manufacturera y las exportaciones.
De acuerdo con el escenario de la OCDE, la inversión, que quedó prácticamente congelada en 2016 (el ascenso se limitó al 0.4 por ciento), debería seguir en una tendencia muy similar este ejercicio (0.5 por ciento) antes de recuperarse de forma moderada el próximo (1.2 por ciento).
Por eso, el principal vector para una esperada recuperación es el restablecimiento gradual de la confianza, apoyado en la fortaleza del sector manufacturero y en la depreciación del peso, que ha favorecido la competitividad de cara al exterior.
Por su parte, los autores del estudio advirtieron de que el consumo privado estará limitado por el repunte "temporal" de la inflación por la devaluación del peso y la liberalización de los precios de los carburantes (del 2.8 por ciento de media en 2016 se calcula que subirá al 5.3 por ciento en 2017 antes de pasar al 3.8 por ciento en 2018).
Eso es lo que ha conducido a un endurecimiento de las condiciones monetarias -y consecuentemente las de crédito-, con un tipo de interés que está en el 6.75 por ciento, el nivel más elevado de los últimos ocho años.
La OCDE consideró que después del plan plurianual de consolidación fiscal puesto en marcha por el Gobierno en 2013 para reducir el déficit presupuestario, hay un amplio margen para hacer el sistema fiscal más redistributivo.
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Además, estimó que la lucha contra la evasión fiscal y medidas para disminuir las exenciones deberían servir para reforzar el gasto social y eliminar la pobreza extrema.
En una línea similar, indicó que extender los servicios de guardería y de educación preescolar con una mejora de su calidad constituirían incentivos para aumentar la participación laboral de las mujeres, reducir las desigualdades y poder afrontar problemas de escasez de calificación en el futuro.
El recorte de la OCDE es contrario a los ajustes que realizaron en sus estimaciones analistas de México, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el propio Banco Central, quienes subieron sus expectativas de crecimiento para el país.
El pasado 31 de mayo, el Banco de México (Banxico) aumentó 0.2 puntos porcentuales su previsión del crecimiento económico para el 2017 al pasar de un rango de 1.3 – 2.3 por ciento a 1 .5 – 2. 5 por ciento, mientras que la inflación -prevé- seguirá por encima del intervalo de variabilidad, de 4 por ciento, pero esperan que a finales de año y principios de 2018 tomará una tendencia a la baja, hacía un 3 por ciento.
El Banco Central se alineó a la previsión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que el pasado 22 de mayo la elevó también a un rango de 1.5 – 2.5 por ciento de un previo 1.3 – 2.3 por ciento.
Mientras que 36 grupos de análisis analistas del sector privado, consultados en mayo por el Banco de México ajustaron al alza su estimación para la inflación de 2017 de un 5.67 por ciento que preveían en abril a un 5.90 por ciento. En cuanto a la tasa de interés, también incrementaron la previsión, pues estiman que llegará hasta 7,23 por ciento para finales de éste año, mientras que para en el tipo de cambio y en crecimiento económico fueron más optimistas
Ayer el Secretario de Hacienda y Crédito Público José Antonio Meade, en su discurso realizado en una reunión de auditores, Foro CRECER, destacó los pronósticos de Banco de México, y analistas que aumentaron su estimación de crecimiento económico, ya que, -de acuerdo al titular de Hacienda- el comportamiento económico de México era mejor de lo esperado pese a un entorno tan complicado por la caída de producción y precios petroleros, así como otros efectos externos.







