“Todos los años eran el año en que Charly García iba a morirse. Pero no. No ha muerto”. El argentino hoy cumple 61 años de vida y pese a que sigue teniendo una vida aventurera, se sabe que hoy la lleva más tranquila. Los escándalos han disminuido. En las últimas entrevistas se le nota con sobrepeso, incluso, algo que lo aleja de aquél esqueleto que daba conciertos magistrales pero que también estaba al borde de la muerte por los excesos.
Para muchos, su MTV Unplugged es una de las grabaciones clave. No la mejor: la clave, la que debe escucharse para entenderlo. Su enorme talento y su capacidad histriónica; su dominio del lenguaje de la música, sus letras. Una buena selección de temas para escucharse siempre.
Con más de 40 años de trayectoria en la escena, Charly empezó desde muy pequeño en la música. Tuvo una maestra, primero, y pronto empezó a dar muestras de sus dotes como un compositor desadaptado, inconforme, poco convencional.
Carlos Alberto García Moreno, quien nació el 23 de octubre de 1951, debutó en 1972 en la música al participar en el primer disco de Raul Porchetto, “Cristo rock”. Desde 1995 y tras una pelea con su madre Carmen Moreno, cambió su nombre de manera legal a Carlos Alberto García Lange; el segundo apellido el de su abuela paterna cuando era soltera.
De acuerdo con una investigación realizada por Mónica Maristain, la última vez que García estuvo en México fue en el festival Vive Latino de 2011. Pero la anterior fue en el año 2000. Charly tuvo una presentación en el Salón 21, donde en pleno escenario consumió cocaína. También en su estancia en el país destrozó una habitación de hotel y dio una entrevista a unos cuantos periodistas. Charly al 100 por ciento: en plena conferencia de prensa se fumó un churro de mariguana.
Su ex novia, Fernanda Toce, con quien tuvo una hija, asegura que García sigue siendo el malvado de siempre. El problema de drogas, asegura, es vigente en Charly. Cosas de dos han salido al público: la ex novia dijo que el músico era bisexual. Charly guarda silencio. Al final, siempre ha sido blanco de críticas y siempre se ha encargado de alimentar su leyenda negra.
En 2008 hizo sudar a miles cuando se aventó desde el techo de un hotel y cayó en una piscina. Tras la hazaña, una de sus primeras declaraciones a la prensa fue: “A los chicos les digo que no repitan estas cosas en su casa”. Se dijo que se quiso suicidar. Él señaló: “Yo me tiré a la pileta siempre, por lo que creía”.
El público lo sigue como en el pasado. Su música es escuchada tanto por abuelos, padres e hijos. Incluso en sus conciertos son coreadas sus primeras canciones y las últimas. Charly huele siempre a melancolía y su música, alimentada por las improvisaciones y los arranques de genialidad, ha alimentado no sólo el rock argentino, sino el rock mundial.
“Los dinosaurios”, “Música del alma”, “Promesas sobre el bidet”, “Say no more”, “La Ruta del tentempié”, “Rock and roll yo”, “No importa”, “Cuando me empiece a quedar solo”. Durante años sorprendió. De hecho, su propia vida es una sorpresa: nadie pensaría que llegaría a los 61 años.
Feliz cumpleaños, Charly.





