La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo aseguró que en el Paquete Económico 2026 se contempla el rescate de Pemex, debido a que la empresa pública necesitará apoyo el próximo año para enfrentar la deuda que dejaron los expresidentes Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.
Ciudad de México, 13 de septiembre (SinEmbargo).– “La maldita deuda corrupta de (Felipe) Calderón y (Enrique) Peña en Pemex”, como denominó la Presidenta Claudia Sheinbaum al endeudamiento que pasó de 46 mil millones a 105 mil millones de dólares, involucra también a los directores de la petrolera y a los secretarios de Hacienda de esos gobiernos, entre ellos Agustín Carstens, Luis Videgaray y José Antonio Meade.
La deuda de Pemex que debe saldar el gobierno de Sheinbaum, como lo hizo antes Andrés Manuel López Obrador, fue contratada con el aval de Calderón y Peña, pero también por quienes formaban parte del consejo de administración de la petrolera, entre ellos los secretarios de Hacienda y de Energía, quienes nunca han explicado por qué duplicaron la deuda en 12 años.
La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo indicó que del 2007 al 2012, es decir durante el Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, la deuda pasó de 46 a 60 mil millones de dólares. Ya en el Gobierno de Enrique Peña Nieto en la época de Emilio Lozoya, exdirector de Pemex que enfrenta un proceso por corrupción, se aumentó de 60 a 105 mil millones de dólares.

En el Gobierno de Calderón, por ejemplo, Carstens, se encargó de la política financiera de diciembre de 2006 a diciembre de 2009. El expresidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que Carstens era un “mago” pues cada uno de los Paquetes Económicos que presentó fueron aprobados por unanimidad. También señaló que en su tiempo como Secretario de Hacienda empezaron "las partidas" y "el moche".

A Carstens lo sucedió el que fuera el delfín de Felipe Calderón: Ernesto Cordero Arroyo, en cuya gestión aseguró que las familias con ingresos de 6 mil pesos mensuales podían tener accesos a créditos para vivienda, un coche y pagar colegiaturas escolares. Ya como Senador, luego de una frustrada aspiración presidencial, Cordero fue señalado de haber recibido dinero en efectivo para votar la Reforma Energética de Enrique Peña Nieto. La acusación la hizo Lozoya Austin en 2020, luego de ser detenido por su rol en la trama de corrupción de Odebrecht que involucró a Pemex.
Un funcionario clave en los gobiernos de Calderón y Peña Nieto fue José Antonio Meade Kuribreña, quien del 9 de septiembre de 2011 al 30 de noviembre de 2012 fue Secretario de Hacienda, una posición que volvería a repetir del 7 de septiembre de 2016 al 27 de noviembre de 2017, ya en el último Gobierno del PRI, partido por el cual contendió por la Presidencia en la elección de 2018 que ganó Andrés Manuel López Obrador.

Meade Kuribreña es otro de los personajes que fue señalado por Lozoya de haber participado en el esquema de corrupción de Odebrecht. Según su relató tanto José Antonio Meade como Felipe Calderón Hinojosa permitieron supuestos acuerdos irregulares con la empresa brasileña. De hecho Lozoya aseguró que la influencia de Odebrecht inició en la presidencia de Felipe Calderón con un contrato de la planta petroquímica “Etileno XXI”.
Según Lozoya, Meade Kuribreña intervino junto a José Antonio González Anaya, quien fue director de Pemex y Secretario de Hacienda con Peña Nieto, para que se otorgaran condiciones fuera de lo normal en las ventas de etano que Petróleos Mexicanos acordó con Braskem. "El negocio que hicieron los brasileños es que Pemex le vendiera a Braskem el etano, ya que Pemex era el único proveedor, pero le hacían un descuento inexplicable de 25 por ciento sobre el precio del mercado, lo que hacía super desventajosa la posición de Pemex", señaló Lozoya.
El Pemex de Calderón
Con Calderón, la petrolera tuvo a dos directores. El primero de ellos fue el hoy fallecido Jesús Reyes-Heroles González-Garza, quien asumió esa posición del 2 de diciembre de 2006 al 7 de septiembre de 2009. Su gestión fue cuestionada por las pérdidas de Pemex y robos de combustibles y su insistencia de que la paraestatal carecía de recursos para explorar, uno de los argumentos con los cuales se buscó privatizar a la empresa.
A tres semanas de iniciada la administración del Presidente Enrique Peña Nieto, el Grupo de Economistas Asociados (GEA) –dependiente de un consorcio fundado por Jesús Reyes-Heroles González-Garza– obtuvo su primer contrato con la entonces empresa paraestatal, como reportó Proceso. Su empresa Proa-Structura era la encargada de manejar las relaciones públicas de Sierra Oil & Gas, una de las compañías que se llevaron más contratos en la Ronda Uno de licitaciones de los campos de hidrocarburos que antes operaba Pemex, y que está relacionada también con el ex Presidente Carlos Salinas de Gortari.

A la renuncia de Jesús Reyes-Heroles González-Garza en septiembre de 2009 ingresó al frente de la paraestatal Juan José Suárez Coppel, quien ocupó el cargo hasta el final del Gobierno de Calderón. Juan José Suárez Coppel fue uno de los funcionarios mejores pagados del país en ese sexenio, con un salario de 198 mil pesos más una larga lista de onerosas prestaciones, que incluyen el pago de tarjetas de crédito en dólares y pesos, gastos de representación y viáticos en hoteles y restaurantes de lujo, como reportó en 2011 la periodista Ana Lilia Pérez.
Antes de encabezar Pemex, Suárez Coppel se desempeñó como director corporativo de Finanzas –de enero de 2001 al 27 de octubre de 2006–, tiempo en el cual benefició con contratos millonarios a las empresas Oceanografía, Blue Marine Technology Group y Arrendadora Ocean Mexicana (AOM), vinculadas con los hijos de Marta Sahagún, la esposa del expresidente Vicente Fox, como reportó La Jornada en septiembre de 2009, justo cuando asumió la dirección de la petrolera.
Los mismos reportes señalan que en febrero de 2008 se hicieron públicas diversas indagatorias de la Secretaría de la Función Pública (SPF), a través del Órgano Interno de Control de Pemex y la Auditoría Superior de la Federación, sobre una presunta red de corrupción en la que habrían participado ex funcionarios de la paraestatal, entre ellos Suárez Coppel.
Una vez fuera de Pemex, Suárez Coppel siguió protagonizando polémicas, luego de incorporarse al consejo de administración de la empresa Jacobs Engineering Group, que en ese momento tenía un contrato vigente con Pemex Refinación vinculado con diversas tareas en la nueva refinería de Tula. Por Ley, Juan José Suárez Coppel debió esperar por lo menos un año para integrarse a su actual trabajo, debido a que el Artículo 9 de la ley Federal Administrativa de Responsabilidades de los Servidores Públicos así lo dispone, con el fin de evitar que ex funcionarios hagan uso de ventajas o influencias de sus anteriores cargos, como lo pudo hacer el exfuncionario de Calderón.

La gestión de Lozoya y Treviño
La Presidenta Sheinbaum señaló este miércoles como el aumento de la deuda se dio precisamente en los tiempos de Peña Nieto, pero particularmente en la gestión de Lozoya en Pemex. Fue en diciembre de 2016, cuando el Departamento de Justicia de EU reveló que Odebrecht pagó sobornos a funcionarios de 12 países de Latinoamérica, incluido México. El principal implicado en México es Emilio Lozoya, quien habría recibido cuatro millones de dólares para financiar la campaña presidencial a cambio de contratos con la empresa.
En 2020, Lozoya acusó a varios políticos y expresidentes, como Peña Nieto, Felipe Calderón y Carlos Salinas de Gortari, aunque todos negaron los señalamientos y algunos presentaron denuncias en su contra. Desde febrero de 2024 cumple arresto domiciliario mientras continúa su proceso por el caso Odebrecht. En febrero pasado, el Fiscal Alejandro Gertz Manero señaló que el caso Lozoya es un ejemplo de las fallas en el Poder Judicial, ya que acusó que el proceso está anquilosado por decisiones de los jueces.

El otro exdirector de Pemex señalado por malos manejos es Carlos Treviño Morales, señalado como una de las piezas clave en las tramas de corrupción que rodearon a Pemex, particularmente por su presunta participación en el caso de la planta Etileno XXI, operada por Braskem, filial de Odebrecht. Es un exfuncionario que laboró en puestos en los sexenios de Calderón y Peña Nieto.
Su carrera política y administrativa se forjó tanto en gobiernos del Partido Acción Nacional (PAN) como del Partido Revolucionario Institucional (PRI), iniciando en la administración de Vicente Fox Quesada, ascendiendo puestos durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa y alcanzando su cúspide en la función pública en el periodo de Peña Nieto, al estar a cargo de la Dirección General de Pemex.
Las investigaciones en su contra comenzaron en 2020, cuando Lozoya Austin, meses después de ser detenido en Málaga, España, y tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía General de la República (FGR), declaró que Treviño habría operado contratos y sobornos a favor de la filial brasileña. Además, Lozoya lo acusó de haber recibido cuatro millones de pesos para mantener vigente el convenio de la planta. Pero, cuando las autoridades quisieron imputarle los cargos, no pudieron hacerlo, ya que huyó y permaneció prófugo por poco más de tres años y medio hasta que fue detenido en Estados Unidos.





