Hugo Chaparro habló con SinEmbargo sobre su libro Genoveva, la mujer palmera una historia que esconde en su interior un conjunto de relatos que celebran las diferencias de cada uno de nosotros.
Ciudad de México, 26 de octubre (SinEmbargo).– Genoveva, la mujer palmera (Fondo de Cultura Económica) es una historia que expone las peculiaridades de cada persona, de cómo se ven y miran hacia dentro como hacia afuera. Genoveva, por ejemplo, vive perpleja por las criaturas que la sorprenden con su belleza y por el joven que la espera por las tardes, al que deslumbra con su presencia.
Se trata de una historia de Hugo Chaparro Valderrama escrita para niños y para adultos que no hayan perdido la gracia y los dones de la infancia, e ilustrada por Sandra Restrepo, quien con minucia ilustró el texto mediante collages que recortó, pegó y tejió con una paciencia de monje tibetano.
“Te voy a hacer una confesión. Se llama Genoveva, la mujer palmera porque es un tributo a mi enamorada de los últimos 43 años con quien he tenido la felicidad de vivir en una especie de récord maratónico en las Olimpiadas Conyugales de este momento que estamos viviendo porque ella es bastante alta y yo honro mi apellido”, comentó en entrevista el autor Hugo Chaparro.
Chaparro Valderrama compartió cómo se preguntó algo tan cotidiano que le pasaba a su pareja, pero que no dejaba de ser significativo como el conseguir zapatos para una mujer que calza del 41. “Esa dificultad de tener que encargarlos a viajeros o de ya pedirlos virtualmente me hizo sugerir, aunque sea una anécdota que de apariencia banal, de qué manera hay cuerpos estandarizados a los que se atiende y cuerpos que no están estandarizados a los que se olvida”.
“Entonces, Genoveva, la mujer palmera, pues se puede leer de muchas maneras, como una historia de amor porque es un tributo, como te digo, a mi enamorada, como una historia fantástica, pero como me dijo Sandra también y me sorprendió, es que tú no te has dado cuenta que Genoveva es una chamana, es una mujer que tiene una mirada mágica”, ahondó.
En ese sentido, Hugo Chaparro refirió que se trata de una propuesta mágica para descubrir el mundo. Además dijo tener la ilusión que con este libro nos preguntemos cuál es la diferencia entre ver y observar.
“Porque eso también es el juego del libro. Hay una historia paralela que bueno, la voy a revelar y es de dos parejas de pájaros y uno de ellos Genoveva decide tomar su nido y ponérselo en la cabeza porque salva a los huevos que estaban en peligro de romperse en el suelo. Entonces es descubrir esas historias que secretamente se deslizan en el libro y que pues queremos que sea sobre todo una caricia visual y poética para el lector”, platicó.
