
Un socialista, migrante y musulmán es el nuevo Alcalde de Nueva York, la ciudad clave de Estados Unidos y del capitalismo mundial. Su nombre es Zohran Mamdani, y tiene apenas 34 años. El joven político que apenas tenía poca experiencia como asambleísta estatal, venció doblemente al experimentado (y mañoso) político demócrata Andrew Cuomo. Primero en las elecciones primarias del Partido Demócrata en junio y en las elecciones generales del pasado 4 de noviembre.
La campaña de Mamdani fue tan exitosa que los neoyorquinos salieron a votar como no lo hacían desde 1969. Más de dos millones de votantes salieron a las urnas y más de la mitad le dieron su voto a este joven formado en la Asociación de Socialistas Democráticos y quien tiene como mentor a Bernie Sanders. Así es: un socialista gobernará una de las principales ciudades del mundo a partir del 1 de enero de 2026.
Su triunfo representa, sin duda, un giro en la política de Estados Unidos marcada hasta ahora por las políticas conservadoras, derechistas y fascistas del Presidente Donald Trump en su segundo mandato. Junto al triunfo de Mamdani en Nueva York el Partido Demócrata ganó en el estado de Virginia, con Abigail Spanberger, y en Nueva Jersey, con Mikie Sherrill. Otros candidatos demócratas ganaron otras importantes alcaldías como Buffalo. En tanto, en California el Partido Demócrata ganó las elecciones dos a uno e impuso un referéndum sobre la redistribución electoral en ese importante estado, lo que les da a los demócratas la posibilidad de ganar hasta cinco escaños más en la Cámara de Representantes, y así compensar una movida semejante que el Partido Republicano había llevado a cabo en Texas. El triunfo demócrata en California refrenda las posibilidades de que el Gobernador Gavin Newsom se convierta en el candidato presidencial de este partido para 2028.
En conjunto, el triunfo de Mamdani en Nueva York y en las otras plazas demócratas, representan una derrota política para Donald Trump y su movimiento MAGA (Make America Great Again) pues sin duda Mamdani y su plataforma política representan justo lo opuesto de la base política trumpista. Lo escribí en un inicio: Mamdani es un migrante nacido en Kampala, Uganda de padres hindúes, es musulmán y se declara abiertamente socialista (Trump lo califica de “comunista, marxista”). Además, se manifestó clara y abiertamente a favor de la población civil palestina condenando el genocidio que Israel cometió en Gaza y declaró que, de ganar la Alcaldía de Nueva York, haría todo lo que esté a su alcance para arrestar al Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu en caso de que este pisara esta ciudad. Esta es una arriesgada jugada política tratándose de Nueva York donde radica la mayor cantidad de población judía fuera de Israel. A pesar de ello, muchos judíos jóvenes neoyorkinos se sumaron a la campaña de Mamdani.
¿Qué llevó al triunfo a un joven político sin apenas experiencia y sin el apoyo de las envejecidas estructuras políticas del Partido Demócrata y con el rechazo de los multimillonarios que viven en Nueva York y que tradicionalmente son el poder tras el trono en la ciudad sede de Wall Street?
Según los analistas, se trató de una campaña refrescante en redes sociales y un trabajo de base cercano a los habitantes de Nueva York, especialmente la clase trabajadora, a quienes Mamdani escuchó atentamente. Apenas anunció su postulación para las elecciones primarias del Partido Demócrata en octubre de 2024, Mamdani se fue a los barrios tradicionales de Nueva York, como Queens donde radica y Brooklyn, a preguntar en la calle por qué algunos votaron por Trump y cuáles eran sus principales preocupaciones. De esto resultó que muchos votaron a Trump no tanto por coincidir con su proyecto conservador sino por el encarecimiento de la vida en Nueva York.
Con estos insumos Mamdani y su joven equipo de campaña lanzaron un sencillo pero claro programa político: hacer de Nueva York una ciudad asequible para toda la población, especialmente para los más pobres y no sólo para los millonarios. Y de modo concreto ofreció que de ganar la alcaldía se comprometía a estas medidas: congelar la renta por cuatro años a un millón de viviendas, ofrecer transporte público (y mejorado) a toda la población, y guarderías infantiles gratuitas y universales. Y todo esto sería pagado aumentando impuestos a los millonarios de Nueva York.
Una parte del éxito de Mamdani en esta campaña ha sido justamente su mensaje considerado radical por muchos. A diferencia de muchos políticos en el mundo, y en particular los demócratas en Estados Unidos, Mamdani no se fue al centro del espectro político en esta campaña. Al contrario, asumió un discurso radical para poner en el centro de su programa político las necesidades de la clase trabajadora, los más pobres y los inmigrantes. Así lo dijo el 13 de octubre en un mitin celebrado en el United Palace: “Creemos que, en la ciudad más rica del país más rico de la historia del mundo, los trabajadores merecen una vida digna”.
Su discurso de campaña tuvo también frontales críticas a los multimillonarios que se creen dueños de Nueva York. En ese mismo mitin del 13 de octubre, Mamdani dijo: “Somos una amenaza existencial para los multimillonarios que piensan que su dinero puede comprar nuestra democracia. Somos una amenaza existencial para un statu quo roto que entierra las voces de los trabajadores bajo las grandes empresas. Y somos una amenaza existencial para una Nueva York en la que un día de trabajo duro no es suficiente para ganarse un buen descanso nocturno”.
A pesar de este discurso público, tras bambalinas Mamdani buscó acercamiento con algunos de los multimillonarios de la ciudad para convencerlos de que un eventual gobierno encabezado por él, no representaba una amenaza para la clase capitalista.
Tras su sorpresivo triunfo en las primarias demócratas del 24 de junio, Mamdani buscó acercamientos privados con algunas figuras claves de la ciudad como el ex alcalde de Nueva York y multimillonario Michael R. Bloomberg, además de Larry Fink, director ejecutivo del fondo de inversiones BlackRock, y a Hamilton E. James, ex director de Blackstone, según un reportaje del New York Times (4 noviembre 2025).
Incluso hizo concesiones al sector inmobiliario, pues a principios de agosto en una reunión con la Asociación para un Mejor Nueva York (grupo de líderes empresariales con vocación cívica), “sorprendió a los asistentes al proponer un cambio normativo que los promotores inmobiliarios llevaban tiempo solicitando para agilizar la construcción”, reveló el mismo reportaje.
Además tuvo qué tener acercamientos con la clase política tradicional del estado. Luego de las primarias tuvo un encuentro con la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, con quien tuvo qué disculparse por críticas que le había hecho. Mamdani recibió el respaldo de Hochul pero esta le pidió a cambio que mantuviera en el puesto a la comisionada de la Policía de la ciudad, Jessica Tisch. Mamdani se resistió en un principio, pero luego terminó declarando públicamente que ratificaría a Tisch en el cargo.
A pesar de estas concesiones, Mamdani ha dicho que su movimiento forma parte de una “izquierda que ha sido crítica”, pero que también una izquierda que cumple. Con el triunfo de este socialista, inmigrante, musulmán, el mapa político y la correlación de fuerzas parecen estar cambiando en Estados Unidos.





