Ciudad de México, 17 de octubre (SinEmbargo).– Las moscas comunes adultas son vectores de más de 100 enfermedades devastadoras que tienen consecuencias severas para los humanos y la salud de los animales. La larva de esta mosca juega un rol vital para la descomposición de los desechos de los animales, por lo que podrían encontrar curas para ciertos padecimientos al presentar una cifra alta de genes de inmunidad, según indica un estudio.
La investigación titulada "Genoma de la mosca doméstica, un vector global de enfermedades con adaptaciones al ambiente séptico" realizado por un equipo de científicos dirigidos por Jeffrey G. Scott de la Universidad de Cornell de Estados Unidos, arrojó resultados interesantes sobre los transmisores de agentes infecciosos sin que ellos padezcan enfermedades.
Al analizar el genoma de la mosca doméstica con el ADN de las hembras, se comparó con material genético de la llamada mosca de la fruta (Drosophila melanogaster) y los científicos se dieron cuenta que existe una rica fuente de genes novedosos de codificación de proteínas. Significa una cantidad significativa de elementos repetitivos y aumentos sustanciales en las copias, además de la diversidad de los componentes del sistema inmune.
Esto fue descubierto gracias a la primera secuencia del genoma de este insecto que vive en íntima asociación con abundantes patógenos animales por su vinculación cercana y con los alimentos de los seres humanos, que contribuye a que se transmitan estas enfermedades. Sin embargo, a diferencia de nosotros, las moscas domésticas conviven y portan constantemente con material infeccioso que proviene de excrementos, basura o materiales sépticos.
"El genoma de la mosca doméstica ofrece un rico recurso para permitir el trabajo en métodos innovadores de control de insectos, para la comprensión de los mecanismos de resistencia a los insecticidas, la adaptación genética a altas cargas de patógenos, y para explorar la biología básica de esta importante plaga", explica la investigación.
Al comparar ambos tipos de moscas, se encontró que la doméstica es la que respondió con mayor número de genes asociados a la inmunidad, desintoxicación y a la estimulación química, ya que se reveló que este tipo de insecto tiene por lo menos 771 genes relacionados.
Además de encontrar diversidad en los componentes de reconocimiento de desechos, gracias a su adaptación genética a altas cargas de agentes infecciosos microscópicos que son capaces de generar un daño o enfermedad en otro organismo.
Y dado que las moscas domésticas se encuentran también alrededor de los humanos y en las actividades que realizan, la investigación señala que la humanidad al intentar extinguir o controlar a esta peste con insecticidas, ésta muestra que cada vez mayor resistencia a estas sustancias.
Las moscas domésticas pueden propagar una cepa mortal de Escherichia coli y transmitir bacterias resistentes a los antibióticos que amenazan la vida y que representa un riesgo cada vez mayor en los hospitales y centros sanitarios.
Las moscas también transmiten agentes patógenos responsables de enfermedades oculares como el tracoma y la epidemia de conjuntivitis, e infectan las heridas o piel con enfermedades tales como la difteria cutáneas, micosis, el pian y la lepra.
La tracoma transmitida por la mosca causa 6 millones de casos de ceguera infantil cada año, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La mosca doméstica es la responsable de transmitir infecciones bacterianas como la salmonelosis, el ántrax, la oftalmía, la shigelosis, fiebre tifoidea, tuberculosis, el cólera y la diarrea infantil; infecciones por protozoos tales como la disentería amebiana; infecciones por helmintos tales como oxiuros, lombrices intestinales, lombrices y tenias; así como infecciones virales y rickettsias.




