Hijos toman control de negocios familiares ante redadas del ICE en Los Ángeles

09/07/2025 - 10:37 pm

Para proteger a sus padres irregulares de ICE, hijos salen a las calles al negocio familiar de venta ambulante para ganar el dinero necesario para el hogar.

Los Ángeles, 9 de julio (LaOpinión).- Con el propósito de proteger a sus padres irregulares de las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), dos hermanos toman las riendas del negocio familiar y salen a las calles de Los Ángeles a la venta ambulante para ganarse la vida.

Muchos vendedores ambulantes prefieren permanecer en sus hogares ante el temor de encontrarse con agentes federales de ICE y de estar en riesgo de ser deportados de los Estados Unidos y arrebatados de sus familias.

Ante la actual situación que viven muchos vendedores ambulantes indocumentados, son sus propios hijos los que toman su lugar para obtener los recursos necesarios para mantener a sus hogares.

Tal es el caso de Juanita, una migrante originaria de México, cuyos dos hijos adolescentes colaboran en el trabajo de la venta ambulante, una labor que durante años les ha permitido sobrevivir en Los Ángeles.

“A eso nos dedicamos (venta ambulante de comida) desde hace 19 años que estamos en este país, pero desgraciadamente ahorita mi esposo y yo no podemos salir por toda la situación que estamos viviendo”, dijo Juanita a la cadena Univision.

Los hijos de Juanita, José y Osvaldo, son quienes se encargan de preparar y manejar los carritos para la venta de raspados y elotes, labor que durante años fue la responsabilidad de sus padres, para ayudarles a mantener el hogar mientras sigan los operativos migratorios.

“Mi mamá no estaba saliendo por la migración. Le dije que, si quería, la ayudábamos. Salí yo primero y luego salió mi hermano”, expresó José, que ya se dedica a la venta ambulante junto con su hermano Osvaldo.

Osvaldo dijo que sale a la calle seis de siete días de la semana para ofrecer sus raspados.

“Tengo de vainilla, chicle, coco con nuez, mango y fresa”, detalló con orgullo Osvaldo mientras preparaba todos los productos para salir a la venta ambulante.

“Estoy agradecido con Dios porque vendí para mis padres y los voy a ayudar", mencionó Osvaldo después de lograr la primera venta del día.

 

Los dos hermanos recorren las calles durante largas horas del día y bajo un sofocante sol. Los dos hermanos únicamente descansan los martes.

“Como madre, —estoy— dolida, porque me siento mal por ellos, y aparte nos están haciendo daño con esto. No nada más a nosotros, sino a los niños“, expresó Juanita.

A pesar de la situación actual por la que atraviesan, tanto José como Osvaldo declararon que no les pesa colaborar para ayudar a sus padres, aunque no pierden la esperanza de poder estudiar ingeniería.

La situación por la que atraviesa la familia de Juanita es un reflejo de lo que están pasando muchas comunidades latinas en el sur de California, con la criminalización de los padres que obliga a los hijos a asumir responsabilidades adultas desde una edad temprana.

Organizaciones comunitarias advirtieron sobre el impacto que este fenómeno puede tener en el bienestar físico, emocional y académico de los hijos, porque el miedo a ICE genera situaciones en las que los jóvenes adolescentes deben cargar con presiones que no les corresponde a su edad.

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