Migrantes de Weslaco, Texas, han optado por dejar de lado su medicación e incluso han dejado de ir al doctor para no encontrarse con agentes del ICE. Este ambiente de inseguridad migratoria ha transformado pueblos enteros en zonas de silencio.
Por Miguel Escudero
Los Ángeles, 27 de julio (LaOpinión).- Lo que debería ser una rutina común, como ir al médico, acudir a una farmacia o inscribirse en servicios públicos, se ha convertido en un acto de valentía para muchas personas en Weslaco, Texas. La intensificación de las redadas migratorias ha generado una oleada de temor que afecta directamente el derecho al bienestar y a la salud de cientos de residentes, incluidos quienes tienen un estatus migratorio regular.
Y es que, de acuerdo con el medio The Associated Press, múltiples habitantes han dejado de acudir a hospitales o surtir medicamentos por temor a ser interceptados por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
En palabras de una mujer que padece prediabetes: "Si me detienen, ¿quién cuida a mi hija?". Esta frase resume el dilema de muchas familias que deben elegir entre su salud y su seguridad migratoria.

El costo social del miedo migratorio
De acuerdo con lo difundido por AP, el esposo de esta mujer le advirtió por teléfono la cantidad de agentes postrados sobre el estacionamiento de la farmacia a la que acude para recoger su medicamento. Lo anterior no sólo la frenó, también le ha impedido llevar su vida con tranquilidad.
Lo sucedido en este poblado texano es un claro reflejo de lo que la población migrante vive en este territorio. Datos de TRAC Reports indican que, hasta julio de 2025, había 12 mil 813 personas bajo custodia del ICE en Texas, representando más del 22 por ciento del total nacional.
Además, según Axios, las detenciones de personas sin antecedentes penales superan el 50 por ciento en ciudades como San Antonio y Dallas. Esto refleja un cambio importante en la política migratoria: ya no se priorizan sólo los casos con historial criminal.
Una realidad que se repite en otras regiones
La situación de Weslaco no es única. En Colony Ridge, Texas, comunidades enteras también viven bajo tensión. Reportes de Houston Chronicle indican que familias han reducido sus actividades al mínimo, mientras que otras evitan por completo acudir a supermercados o escuelas. Algo similar ocurre en partes de Arizona y California, donde se ha documentado una baja en la participación comunitaria y el uso de servicios públicos a causa del temor a operativos migratorios.
Este clima de inseguridad migratoria ha transformado pueblos enteros en zonas de silencio. El acceso a derechos tan básicos como la salud o la educación ha sido condicionado por la percepción constante de riesgo, creando barreras invisibles que afectan el desarrollo colectivo y el bienestar de las comunidades.




