Un expolicía confesó que el autor intelectual y financiero de 36 homicidios, de un total de 97 que llevó a cabo el grupo de exterminio perteneciente a la Policía Nacional Civil de El Salvador, fue el Alcalde de San Luis Talpa, Salvador Menéndez, amigo cercano del Presidente Nayib Bukele, y quien continúa ejerciendo como servidor público, pese a las ejecuciones en las que se le relaciona.
Ciudad de México, 8 de noviembre (SinEmbargo).- Un expolicía de El Salvador confesó haber cometido 97 homicidios, de los que casi una tercera parte habrían sido ordenados y pagados por un Alcalde cercano a Nayib Bukele, Presidente de El Salvador. Entre las víctimas del agente, integrante de un grupo de exterminio, se encuentran decenas de presuntos pandilleros, un sacerdote y varios empresarios, así lo reveló una investigación del periódico salvadoreño El Faro.
De acuerdo con la investigación, el autor intelectual y financiero de, al menos, 36 homicidios, de un total de 97 que llevó a cabo el grupo de exterminio denominado Halcón 32, perteneciente a la Policía Nacional Civil (PNC), fue el Alcalde de San Luis Talpa, Salvador Menéndez, quien se ha reelecto en ese cargo público desde 2012, la última vez en 2024, cuando fue electo como Alcalde de La Paz Oeste.
Según información obtenida por El Faro, el grupo de exterminio operó por cinco años, de 2015 a 2020, de los que por tres años, de 2015 a 2018, recibieron órdenes, financiamiento y recompensas por parte de Menéndez para cometer 36 crímenes, pese a lo cual, y a que en el expediente de investigación del expolicía confeso se menciona la participación del Alcalde, éste no ha sido ni siquiera llamado a declarar, como aseguró el propio funcionario.

“Este martes 28 de octubre a las 4 de la tarde, el Alcalde Menéndez llamó al reportero encargado de esta investigación luego de que este le dejara mensajes con su secretaria de la municipalidad. En la llamada, el alcalde dijo conocer las declaraciones del testigo criteriado [confeso] con nombre clave Horus, pero aseguró que nunca ha sido contactado por ninguna autoridad de manera oficial”, consignó El Faro.
De acuerdo con la declaración del exagente confeso – identificado en la investigación como Horus, para mantener su identidad en el anonimato–, quien fue capturado en agosto de 2020, junto a otros tres compañeros que también formaban parte del grupo de exterminio, los asesinatos por encargo del alcalde iniciaron en febrero de 2016, con la orden de Menéndez de detener y decapitar a pandilleros de la MS-13.
“Horus” aseguró en su declaración, obtenida por El Faro, que el Alcalde Menéndez argumentó en ese momento que los homicidios tenían el propósito de que el Gobierno de El Salvador destinara más recursos al municipio por parte del Fondo para el Desarrollo Local de los Municipios (FODES), un programa que estuvo vigente hasta 2021, y para ello tenía que posicionar a San Luis Talpa como uno de los más violentos.
“La mayoría de homicidios que se cometieron y cancelaba (pagaba) el Alcalde SALVADOR MENÉNDEZ se realizaban para que a la Alcaldía les aumentaran el FODES y así poder tener más dinero, desconoce el dicente si el pago era de dinero de la Alcaldía o personal del alcalde, quien es propietario del Hotel Estero y Mar ubicado en la Zunganera de San Luis Talpa, departamento de La Paz”, señala parte de la confesión del expolicía publicada por El Faro.
Ese mismo documento señalan que el Alcalde no siempre precisaba a las víctimas que ordenaba ejecutar, muchas veces sólo instruía al grupo que asesinara a pandilleros al azar. “Horus asegura que en algunos casos el edil señalaba directamente a las víctimas con nombre, alias e incluso ubicación. En otros casos, ellos seleccionaban al pandillero, lo mataban y después llegaban a cobrar su recompensa al edil”, detalla el medio salvadoreño.
“Por ejemplo, la misma noche en que dejaron las dos cabezas en la entrada del municipio, en marzo de 2016, el equipo mató a otros dos hombres, padre e hijo, señalados de ser pandilleros, sacándolos de sus casas y dejándolos en la entrada de un cañal, a unos tres kilómetros de donde dejaron las cabezas”, agregó el medio centroamericano.
El expolicía confeso también involucró en estas ejecuciones a otros altos mandos, como a Henry Barahona, entonces jefe del Plan Zafra en La Paz, y a José Hernán Peña Morales, entonces jefe del Departamento de Investigaciones de San Vicente, e incluso a un narcotraficante identificado como “Chepón”. Todos estos también habrían pagado al grupo Halcón 32 por varios asesinatos.
Entre estos crímenes destaca el del sacerdote Ricardo Antonio Cortez, “rector del seminario San Óscar Arnulfo Romero, de Santiago de María, en Usulután, y párroco de San Francisco Chinameca, en La Paz”, en agosto de 2020, quien habría sido ejecutado por órdenes de “Chepón”, quien también ordenó otros homicidios, para lo cual, incluso, Halcón 32 tuvo el apoyo de los grupos de exterminio de municipios adyacentes.

Respecto al modus operandi, en el expediente de 220 páginas se detalla que los grupos de exterminio siempre hacían parecer que las víctimas perdían la vida durante un enfrentamiento con las fuerzas del orden o entre las mismas pandillas. Para ello, primero, los agentes “fingían un operativo policial”, trasladaban a los detenidos a “zonas despobladas” y ahí los ejecutaban con armas de fuego a distancia, aunque a veces utilizaban machetes.
Después los policías alteraban la escena del crimen para hacer parecer que se trató de un enfrentamiento. Asimismo, “Horus” aseguró que el Alcalde Menéndez los proveía de armas, vehículos y todo tipo de recursos para que realizaran las ejecuciones, aunque el testigo dijo desconocer de donde provenían los recursos, si del FODES o del patrimonio personal del Alcalde, quien presuntamente es dueño del alojamiento denominado Hotel Estero y Mar.
El expolicía testigo también puntualizó que por cada víctima asesinada recibían un pago de mil dólares. “De acuerdo con el testigo, el dinero era entregado por el alcalde en sobres blancos con el logo de la Alcaldía Municipal de San Luis Talpa, a veces en su oficina municipal o a veces en la oficina del Hotel Estero y Mar”, abundó el periodista de El Faro Bryan Avelar, quien firma la investigación.
Otro de los casos relevantes que mencionó “Horus” fue la orden del Alcalde para que el grupo de exterminio quemara dos casas que se encontraban a lado del Hotel Estero y Mar, en donde la gente que ahí habitaba no se quería ir para que el Alcalde construyera unos miradores en esa área, por lo que el edil ordenó que incendiara las propiedades pese a que estuvieran habitadas para obligar a los dueños a irse.

Foto: X @nayibbukele
“Horus” fue detenido en agosto de 2020, junto a tres de sus compañeros, por la desaparición y el asesinato de dos jóvenes estudiantes, ocurrida en julio de 2017. Ambas víctimas, “Andrés Alexánder Guardado Ascencio, de 18 años, y Kevin Alexander R., de 17”, fueron detenidas tras descender de un camión bajo la presunta acusación de que eran extorsionadores, aunque sin testigos. Los dos jóvenes aparecieron muertos en “un cañal en el cantón La Zambombera de San Luis Talpa”.
Este caso fue el que hizo que los cuatro policías fueran detenidos y enjuiciados en 2020, sin embargo, pese a que en las declaraciones de los detenidos en reiteradas ocasiones se mencionó como autor intelectual y financiero al Alcalde Menéndez, jamás se citó a éste al menos a declarar, ya que Raúl Melara, entonces Fiscal general, fue relevado del cargo por el Fiscal Rodolfo Delgado por órdenes del Presidente Bukele.
“Uno de los agentes, capturados por la desaparición y asesinato de dos estudiantes, agregó otra información terrible: 36 de esas muertes fueron encargadas y pagadas por el alcalde de San Luis Talpa, Salvador Menéndez. Pidió matar a pandilleros o a jóvenes que parecieran pandilleros, pidió matar a una señora de la que recibía demasiadas quejas e incluso a un hombre que “molestaba mucho” cerca de uno de sus negocios”, destacó El Faro.
De acuerdo con el medio centroamericano, desde hace más de 10 años, alrededor del 2013, Bukele y Menéndez sostienen una cercana relación, pese a que pertenecían a diferentes fuerzas políticas. Lo que empezó con un intercambio de cumplidos, a través de redes sociales, se convirtió en una amistad sólida que incluso culminó en respaldo electoral, ya que en 2019, Bukele se inscribió como candidato presidencial del partido Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA).
Previa a esta intención, en diversas ocasiones Menéndez expresó su admiración a Bukele, de quien textualmente dijo: "para mí @nayibbukele debería ser nuestro futuro presidente de la República". Ya rumbo a la presidencia de El Salvador, el Alcalde “financió el mitin de campaña presidencial de Bukele”, recordó El Faro, que también destacó que tras instalarse Bukele en el Gobierno federal Menéndez no desaprovechó momento alguno para presumir su amistad con el mandatario salvadoreño.
Estas expresiones por parte del Alcalde desataron críticas y señalamientos contra éste, del que aseguraron que seguía encabezado la Alcaldía de San Luis Talpa gracias a la amistad que mantenía con el Presidente de El Salvador, lo que Menéndez rechazó, asegurando que su amistad era de años y que se sentía orgulloso de que dijeran que estaba cobijado por el mandatario.
“Yo quiero decirle que yo tengo una amistad con el presidente Bukele desde hace muchos años, lo quiero y lo respeto mucho y lo admiro por ser un hombre brillante, y si la gente cree que yo me cobijé bajo su figura, pues me alegro. Aquí estoy y estoy seguro de que el presidente Bukele no me va a dejar solo por lo menos estos tres años que me ha dado el pueblo de gobernar”.
“Las autoridades políticas del más alto nivel han utilizado la seguridad pública como herramienta fundamental de campaña. A cambio han dado un cheque en blanco a la PNC. Algunos agentes se tomaron la justicia en sus manos. Otros como Halcón 32 hicieron de la impunidad, y de la muerte, un negocio”, concluyó el periodista Bryan Avelar, en su investigación. “La impunidad está garantizada desde Casa Presidencial”, remató.




