Ocho senadores demócratas votaron con los republicanos para poner fin al cierre de gobierno y desataron la molestia de los más jóvenes del partido.
Ciudad de México, 11 de noviembre (SinEmbargo).– El periodista Reid J. Epstein inicia su texto así: “La unidad y el buen ambiente que reinaron entre los demócratas tras sus grandes victorias electorales duraron menos de una semana. Ahora, los cuchillos vuelven a estar en la mira”.
Ocho senadores demócratas, con una edad promedio de unos 70 años, votaban con los republicanos a favor de poner fin al cierre del gobierno de 40 días sin obtener las concesiones en materia de salud que habían exigido a Donald Trump. Y los más jóvenes están furiosos. Los congresistas viejos están demostrando un pragmatismo ofensivo: votan "sí" para no meterse en problemas, porque simplemente ya se van.
No está claro si el triunfo de Zohran Kwame Mamdani en Nueva York, un migrante de 34 años, puede marcar una tendencia dentro de los demócratas.
“Los demócratas aún lidian con las consecuencias de la calamitosa decisión de Joe Biden de buscar la reelección a los 79 años. Lo que se ha discutido menos son las consecuencias de tener tantos miembros del Congreso que están en edad de jubilación (o incluso la han superado con creces)”, dice Epstein en The New York Times. “Y como acaban de descubrir los votantes liberales, es mucho más fácil votar por algo que tu base odia si eres demasiado mayor para preocuparte por la reelección”.
En Estados Unidos, los congresistas se pueden reelegir al infinito. En diciembre de 2024 murió Gerry Connolly, a los 75 años. Desde noviembre de 2022 han fallecido nueve congresistas, todos demócratas, con esa misma edad media. En 2026, muchos políticos jóvenes se enfrentarán en las primarias demócratas. Su enemigo no es Trump: son los viejos aferrados al poder. Y los que siguen en su cargo con edad muy avanzada están interfiriendo en la regeneración de su vapuleada fuerza.
De los senadores afines al Partido Demócrata que votaron a favor del acuerdo para evitar el cierre del gobierno, dos no se presentarán a la reelección: Dick Durbin, de Illinois, de 80 años, y Jeanne Shaheen, de Nuevo Hampshire, de 78. Angus King, de Maine, tiene 81 años, y Jacky Rosen, de Nevada, tiene 68. Tanto Tim Kaine, de Virginia, como Maggie Hassan, de Nuevo Hampshire, tienen 67 años. Todos ellos tendrían más de 70 años si decidieran presentarse de nuevo al finalizar sus mandatos.
Los otros votos “sí” fueron de Catherine Cortez Masto, de Nevada, de 61 años, quien representa a un estado donde la industria turística de Las Vegas temía sufrir un duro golpe por la cancelación de vuelos, y de John Fetterman, de Pensilvania, quien tiene solo 56 años, pero ya se ha enajenado a gran parte de su partido al apoyar a Trump en una serie de temas.
Amanda Litman, líder de Run for Something, lo llama por su nombre: “Gerontocracia”. En entrevista con el periodista, dice que “ese es el problema de la gerontocracia. Cuando tienes líderes mayores que nunca se enfrentarán a la reelección, tomas decisiones que no reflejan las creencias de sus votantes”. Sin embargo —agrega el reportero—, es probable que el tema de la edad siga generando controversia. Los tres candidatos preferidos del senador Chuck Schumer para las elecciones de mitad de mandato son Janet Mills, de 77 años, en Maine; Sherrod Brown, de 73 años, en Ohio; y Roy Cooper, de 68 años, en Carolina del Norte. Cada uno de ellos tendría más de 80 años al finalizar un segundo mandato.
En 2023, el Senado de Estados Unidos ya era el más viejo de la historia, según Univisión. Dos de cada tres senadores estadounidenses sobrepasaban ampliamente la franja de los 62 años, edad media a la que los trabajadores en ese país afirmaron retirarse en 2022, según la última Encuesta de Confianza en la Jubilación, elaborada anualmente por el Instituto de Investigación de Beneficios para Empleados (EBRI). Los problemas de salud de la Senadora Dianne Feinstein, fallecida ese año a los 90 años, o los dos episodios de parálisis del Senador Mitch McConnell mientras hablaba con los periodistas, hicieron que el ejercicio de su labor como senadores fuera cuestionado una y otra vez debido a su avanzada edad.
La gerontocracia no es exclusiva del Senado estadounidense, como se sabe: Joe Biden ostentaba el título del candidato presidencial de mayor edad, con 78 años.
El Senado de Estados Unidos, controlado por los republicanos, aprobó el lunes por la noche un paquete de gastos para poner fin al cierre del gobierno, que duró cifra récord, con los demócratas aportando los votos suficientes para que la medida llegara a su fin. La legislación fue aprobada con una votación de 60 a 40 con esos ocho demócratas se unieron a casi todos los republicanos para apoyar el proyecto de Ley.
El paquete legislativo pasa ahora a la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, para su votación final, posiblemente el miércoles, y posteriormente será enviado al escritorio del Presidente Trump. Se espera que los republicanos de la Cámara apoyen el proyecto de Ley, que también cuenta con el respaldo de la Casa Blanca.
La aprobación final en el Senado se produjo menos de 24 horas después de una dramática votación de procedimiento el domingo por la noche, en la que los mismos ocho demócratas rompieron con su partido para aprobar la medida por 60-40, alcanzando justo el umbral de 60 votos necesario para su aprobación según la regla de obstrucción parlamentaria del Senado. En la votación final del lunes por la noche, sólo se requería una mayoría simple.




