El investigador y doctor Carlos Illades habló con “Los Periodistas”, en el Canal 11, sobre el "bloque negro", una táctica de protesta que ha sido adoptada históricamente por diversos grupos, tanto de izquierda como de derecha. Illades sitúa el origen del "bloque negro" en los movimientos ecologistas europeos de la década de 1980, destacando su posterior uso por parte de grupos anarquistas, nihilistas y otros, facilitado por el anonimato que proporcionan las capuchas. Además, explora las diferencias ideológicas del anarquismo contemporáneo, particularmente la búsqueda de una "anarquía sin utopía" y el desafío que representa para las autoridades la identificación de los grupos que emplean esta estrategia en distintas movilizaciones.
Ciudad de México, 24 de noviembre (SinEmbargo).– El “bloque negro” es una táctica de lucha de la que se han apropiado desde muchos años distintos grupos, tanto de derecha, como de izquierda, planteó el investigador y doctor, Carlos Illades, conocido por sus distintos libros sobre la izquierda.
“El ‘bloque negro’ surge desde los 80 del siglo pasado, tiene que ver con los movimientos ecologistas en Europa y después van usando esa táctica grupos anarquistas, nihilistas o incluso pueden ser porros, etcétera, porque como están encapuchados los que se manifiestan, entonces pueden hacer uso cualquier persona o cualquier grupo”, ahondó Illades en entrevista con “Los Periodistas” en el Canal 11.
Carlos Illades expuso que en primer lugar, el “bloque negro” es una táctica de lucha que distintos grupos pueden manejar, y en un segundo aspecto refirió que México al ser un país cruzado por la violencia “sería extraño que los que se manifiestan, en el sentido que sea, no recurran a ella”.
“Yo no digo que sea lo mejor, que sea lo más legítimo, ni que se justifique, pero que estemos hablando hoy del ‘bloque negro’ quiere decir que que la violencia paga, la violencia es lo que es objeto de reflexión, de censura y es finalmente algo que es eficaz. Entonces sería otra cosa que me gustaría importante dejar clara, un país que tiene los niveles de violencia que tiene México en distintos órdenes, pues sería extraño que no se usara como un instrumento político”, apuntó el doctor Illades.
Illades explicó que esta táctica del “bloque negro” se comenzó a emplear desde el siglo pasado para proteger a los manifestantes de los ataques de la policía. “El cambio que hemos visto desde hace mucho tiempo es que vayan directamente a atacar a los policías. En principio era para proteger a los manifestantes de la violencia del Estado. Ahora, podemos ver las movilizaciones feministas, pues también pueden ser agresivas, y no son exactamente los mismos que vimos el 15 de noviembre o los que vimos el 2 de octubre. Por eso digo que es una táctica que pueden emplear varios grupos”.
El doctor Carlos Illades refirió que en México se empieza a hablar de “bloque negro” desde más o menos 2004, aunque desde antes ya empiezan a aparecer los encapuchados cuando el Jefe de Policía en el entonces DF, Marcelo Ebrard, los menciona.
“Entonces son unos encapuchados que salen. Ahora bien, grupos anarquistas en México los emplearon de manera importante en los siguientes años y esos grupos anarquistas incluso sumados o como parte de redes grandes italianas, griegas, etcétera. Incluso hubo un congreso anarquista en Ciudad Universitaria en el auditorio llamado Che Guevara en finales de 2012 y 2013, el cual fue un congreso mundial. Entonces, no es que hayan aparecido ahora ni hace poco”.
El investigador e historiador de izquierdas sostuvo que cuando se trata de grupos anarquistas, los de ahora buscan una anarquía sin utopía. “Antes la anarquía tenía un proyecto, incluso cuando recurrían a la violencia era en función de un proyecto a futuro. El anarquismo contemporáneo y concretamente el que se llama anarquismo insurreccional lo que se plantea es el ahora. Es decir, ya no hay un futuro claro, si nosotros quisiéramos determinar el futuro estaríamos atacando la libertad de los futuros militantes, porque estamos imponiéndoles nuestro proyecto, y entonces cada acto es un fin en sí mismo.
El problema, ahondó, tiene que ver con el uso de las capuchas pues en la historia de las izquierdas fue una victoria ser públicos, dejar de ser encapuchados. Por lo mismo la presencia pública era muy importante. “Como en su origen estos movimientos, digamos, en su enfrentamiento con el Estado para protegerse decidieron encapucharse, pues ya cualquiera usa las capuchas para lo que sea. Entonces, a veces pueden ser los anarquistas, a veces pueden ser otros. A veces pueden ser. Y ahora el reto, pues es identificarlos”.
Carlos Illades expuso, en ese sentido, que la ideología de los grupos anarquistas contemporáneos sería acabar con el capital, con la civilización, el dominio, con el dinero, y por lo mismo uno de esos enemigos es el Estado. “Por eso ahora es curioso cuando dicen que esto lo incitó el propio gobierno. Muchos de estos grupos anarquistas, se crean contra el gobierno, y el gobierno de la ciudad, pues que era un gobierno digamos PRD, después Morena”.
“Hay una distinción entre este anarquismo y digamos los nihilismos. Hay otros grupos que reivindican acabar con la civilización. Incluso hay un grupo llamado individualidades tendientes a lo salvaje, que yo no sé si existan todavía, pero existían hace algunos años, que sacaron varios comunicados y ponían petardos, sobre todo en institutos o en centros de investigación y en donde se cultivaban las nanociencias justo porque pues estaban dañando la naturaleza”, refirió.
Con respecto a qué debe hacer la autoridad ante esto, Carlos Illades dijo que se debe investigar y buscar los nexos, las ligas de los participantes con otros grupos. “La investigación a mi juicio tendría que ser a una escala más amplia y no pensarla como un fin punitivo sino para conocer. O sea, yo no creo que sean idénticos estos grupos del 15 de noviembre. No sé si sean los mismos o parecidos a los del 2 de octubre, no creo que sean los mismos de la UNAM, en la UAM. Entonces, sí tener como una especie de mapa, identificarlos”.




