El Gobierno de México inauguró este martes las nuevas instalaciones de la Casa Escolar de la Niñez Indígena “Josefa Ortiz” en la comunidad zapoteca de San Miguel Suchixtepec, Oaxaca, un proyecto que requirió una inversión mayor a 25 millones de pesos y que forma parte de la estrategia federal para fortalecer la educación indígena en el país.
Ciudad de México, 25 de noviembre (SinEmbargo).- El Gobierno de México inauguró este martes las nuevas instalaciones de la Casa Escolar de la Niñez Indígena “Josefa Ortiz” en la comunidad zapoteca de San Miguel Suchixtepec, Oaxaca, un proyecto que requirió una inversión mayor a 25 millones de pesos y que forma parte de la estrategia federal para fortalecer la educación indígena en el país.
El director general del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), Adelfo Regino Montes, encabezó la ceremonia, realizada en un ambiente comunitario acompañado de música, actividades culturales y un ritual tradicional de agradecimiento. La obra —rehabilitada a través del Programa de Apoyo a la Educación Indígena (PAEI)— ofrece servicios de alimentación y hospedaje a 54 niñas, niños y adolescentes de primaria y secundaria.
Regino Montes destacó que el INPI atiende actualmente a 84 mil niñas, niños, adolescentes y jóvenes de los 70 pueblos indígenas y el pueblo afromexicano, mediante 1,400 casas y comedores, lo que lo convierte en el programa más grande del Gobierno federal dirigido a la niñez indígena. Recordó además que los recursos para esta obra fueron transferidos directamente a las autoridades municipales, siguiendo el modelo de organización comunitaria aplicado en el Programa de Caminos Artesanales.
Durante el evento, las beneficiarias Gloria Marely Juárez Santos y Flora Iliana Zurita Hernández expresaron en zapoteco y español que la inauguración representa “un día de profunda alegría” para la comunidad. Agradecieron al Gobierno federal por impulsar un proyecto que, dijeron, garantiza espacios dignos, seguros y adecuados para las infancias de los pueblos originarios.
Señalaron que la rehabilitación del inmueble envía un mensaje claro sobre la importancia de atender los derechos de la niñez indígena con “responsabilidad y sensibilidad”, y celebraron que la obra contribuya a mejorar las condiciones de vida y estudio de la comunidad.
El presidente municipal Jesús Reyes Sánchez resaltó que la Casa Escolar es fruto del esfuerzo colectivo y simboliza “la esperanza de un mejor porvenir”. Afirmó que el proyecto permitirá que ninguna niña, niño o joven quede sin acceso a educación y alimentación, y subrayó que la formación académica sigue siendo “la herramienta más poderosa para transformar vidas”.
La obra incluye una cocina, comedor, dormitorios para niñas, niños y ecónomas, sanitarios, dirección, cocina de humo, así como andadores, cercado perimetral y cancha.
