Esta mañana, el Gobierno de México y los patrones anunciaron un acuerdo para incrementar en un 13 por ciento el salario mínimo general, así como un aumento de cinco por ciento en la Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN). Los nuevos montos estarán vigentes a partir del próximo 1 de enero de 2026.
Ciudad de México, 3 de diciembre (SinEmbargo).- El incremento del salario mínimo para 2026, acordado esta mañana entre el Gobierno federal, el sector empresarial y los representantes de los trabajadores, beneficiará a 8.5 millones de personas en el país, aseguró Luis Felipe Munguía, presidente de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami).
En entrevista para el programa "A las dos", que se transmite a través del canal de YouTube de SinEmbargo Al Aire, el funcionario explicó que alcanzar el consenso no fue sencillo, pero dijo, el resultado cumple con los criterios técnicos que garantizan estabilidad económica sin afectar el empleo o la inflación.
“Como en todas las negociaciones, a veces no es fácil conciliar. El sector empresarial siempre buscará que el incremento sea menor y el sector de los trabajadores que sea más alto”, señaló. Este año, los sindicatos plantearon un aumento del 30 por ciento con el argumento de alcanzar el poder adquisitivo de 1976. Sin embargo, la Conasami consideró que esa cifra era inviable. “Estaba completamente fuera de nuestro rango posible. Tuvimos que empezar a negociar primero con el sector de los trabajadores”, explicó.
Munguía detalló que los empresarios también llegaron con una propuesta más baja de la que finalmente se aprobó. Tras semanas de revisión técnica y diálogo, se logró un acuerdo para un incremento de 13 por ciento, monto que, explica, “beneficia mucho a los trabajadores y las trabajadoras, y con el que las empresas están cómodas porque saben que el compromiso son las 2.5 canastas básicas”.
En la zona libre de la frontera norte el aumento fue menor respecto al resto del país, un punto que facilitó la adhesión del sector empresarial al consenso.
Sobre el impacto económico del ajuste, Munguía descartó riesgos inflacionarios. “No necesitas un estudio muy complejo para entenderlo. En realidad, el tema de México es que el costo laboral es muy bajo comparado con otros países del mundo y esto nos ha permitido seguir subiendo el salario mínimo”, dijo. De acuerdo con los cálculos técnicos, el costo total para las empresas será de apenas 0.023 por ciento; en las microempresas impactará en 0.9 por ciento y en las medianas en 0.4 por ciento.
Citó además encuestas del Banco de México que muestran que los incrementos al salario mínimo no figuran entre los principales obstáculos para el crecimiento económico.
“Alrededor del 15 por ciento de las empresas dice que lo más problemático es la política de comercio exterior, lo cual no es ninguna sorpresa por el problema que tenemos con Estados Unidos y la incertidumbre en exportaciones. Solo el 1 por ciento señala a los aumentos al salario mínimo”, afirmó. “El problema no está en el salario mínimo”.
El titular de la Conasami explicó que del total de beneficiarios, los 8.5 millones corresponden al sector formal, es decir, trabajadores registrados en el IMSS que hoy perciben por debajo del nuevo umbral salarial. Además, el incremento suele tener “un efecto multiplicador” en el sector informal, donde los ajustes se usan como referencia. “En enero siempre sube el salario del sector informal en proporciones similares”, comentó.
Munguía subrayó que las decisiones de la Conasami se basan en análisis económicos, no políticos. “Somos personas que estudiamos mucho el tema antes de tomar la decisión”, dijo. Por ello, en la frontera norte se ha moderado el ritmo de aumento debido a que los salarios ya se encuentran en niveles altos.

Aunque el país alcanzó por primera vez el equivalente a dos canastas básicas, lo que implica que una familia promedio de cuatro integrantes que gana el salario mínimo dejará de estar en situación de pobreza, aún queda pendiente arribar a la meta legal de 2.5 canastas establecida por la Ley Federal del Trabajo. “Es algo histórico porque nunca se había logrado, pero aún falta”, reconoció.
Para avanzar en ese objetivo, a partir del próximo año se instalará en la Conasami una comisión especial integrada por representantes del sector obrero y empresarial. Este grupo externo emitirá recomendaciones sobre futuros ajustes salariales cuando no haya consenso entre las partes. “Se acata el consejo que dé esta comisión especial”, explicó.
El funcionario destacó que la discusión sobre la suficiencia del salario mínimo debe entenderse más allá de la línea de bienestar alimentaria y no alimentaria. “La canasta básica que la Presidenta nombra es la línea que, cuando la cumples, ya no eres pobre. Pero esa línea no es necesariamente lo básico para una familia; solo cubre lo mínimo en alimentos, educación y salud”, precisó.
Con el nuevo incremento, insistió, México avanza hacia una recuperación histórica del poder adquisitivo y hacia un salario que cumpla plenamente con el mandato constitucional: permitir una vida digna para los trabajadores y sus familias.




