Alejandro Andrés Carranza Medina, de 42 años de edad, provenía de una familia de pescadores, oficio en el que se ganaba la vida cuando fue bombardeado por tropas estadounidenses, el pasado 15 de septiembre, mientras navegaba por el Mar Caribe en busca de atún y marlín. Hoy sus familiares claman justicia luego de que el Presidente de Estados justificó las acciones, que han sido calificadas de “ejecuciones extrajudiciales” a ojos del mundo.
Ciudad de México, 7 de diciembre (SinEmbargo).- Han pasado casi tres meses desde que Alejandro Carranza Medina se despidió por última vez de su familia. En esa ocasión dijo que iría a pescar, oficio al que se dedicaba su familia desde años atrás. Nunca regresó. Su lancha fue asediada por una lluvia de bombas. Su cuerpo desapareció en altamar durante el ataque que llevó a cabo el Gobierno de Estados Unidos en el Mar Caribe el pasado 15 de septiembre. Su familia interpuso la semana pasada una denuncia ante la CIDH por este asesinato disfrazado de Washington de un ataque al crimen organizado.
Alejandro Andrés Carranza Medina tenía 42 años de edad. Se dedicaba a la pesca de atún y marlín en la zona de Gaira, en Santa Marta, departamento de Magdalena, en Colombia, motivo por el cual a veces pasaba hasta 10 días en altamar. Así lo han demostrado sus amigos y familiares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). El propio Presidente colombiano Gustavo Petro ha sostenido lo que dicen las familias del pescador.
“Un pescador puede durar hasta cinco, ocho o 10 días después que ellos se vayan [a altamar]”, explicó Eulogia, una defensora de derechos humanos, quien fue entrevista por Radio Nacional de Colombia luego de que se dio a conocer que Carranza Medina, también conocido como “Coroncoro”, se encontraba desaparecido y que su familia identificó la lancha del pescador en los videos de los bombardeos que difundió el Gobierno de Estados Unidos.
Funcionarios estadounidenses han confirmado a The Washington Post 22 ataques en el Mar Caribe y el Océano Pacífico oriental desde que la administración Trump lanzó una campaña contra presuntos traficantes en septiembre. El número de muertos ha aumentado a 87, con dos supervivientes detenidos y una persona que inicialmente sobrevivió no siendo encontrada después de varios días de búsqueda en aguas mexicanas, según la misma información.

Desde el pasado mes de septiembre, el Presidente Donald Trump ordenó bombardeos contra embarcaciones que a su decir —y hasta ahora sin ninguna prueba— estaban involucradas en el narcotráfico. Incluso si las acusaciones de Trump y su Secretario de Guerra Pete Hegseth fueran ciertas, expertos y organismos internacionales han alertado cualquier presunto criminal debe ser sometido a un debido proceso judicial, por lo que las acciones que ha implementado el republicano ya han sido calificadas de “ejecuciones extrajudiciales”.
En la denuncia presentada ante la CIDH, reseñada por el diario The Guardian, se detalló que Carranza Medina nació el 27 de agosto de 1983, en Santa Marta, una ciudad costera perteneciente al departamento de Magdalena, al norte de Colombia, por lo que gran parte de su vida, como la mayoría de su familia, se ha dedicado a la pesca o a labores que están relacionadas con actividades marítimas. Por ejemplo, formó parte de la Marina, según afirmó Eulogia, la defensora de derechos humanos que acompaña a la familia de la víctima.
“De verdad es una familia que son de escasos recursos, son pobres, son humildes pescadores, [a Alejandro] le decían “Coroncoro” porque él desde pequeñito le gustaba mucho el coroncoro que es el pescado y así se lo colocaron [el alias], pero no porque sea un apodo que él sea de maloso como presuntamente lo dijeron, no, nada de eso. Entonces, uno que es allegado a la familia y conoce ese tema, yo como gairera [de la zona de Gaira] sí doy fe de ello”, ahondó Eulogia.
Pese a los señalamientos y justificaciones que el Gobierno que encabeza Donald Trump ha dado por los bombardeos en el Mar Caribe, familiares y amigos de la víctima insisten en la inocencia de Carranza Medina y rechazan las versiones que lo acusan de estar involucrado en actividades de narcotráfico. “Es pescador, somos criados de familias pescadoras”, sostuvo Audenis Manjarrez, quien se identificó como prima de la víctima, durante una entrevista que brindó a Radio Nacional de Colombia.
Tras el bombardeo en el que “Coroncoro” habría perdido la vida, el Presidente de Estados Unidos sostuvo que había pruebas visibles de que se trataba de narcotraficantes venezolanos, sin que a la fecha se hayan presentado tales evidencias. “Sí, teníamos pruebas, lo único que tienen que hacer es mirar la carga que se ha salpicado alrededor del océano, bolsas grandes de cocaína y fentanilo por todas partes”, dijo el mandatario norteamericano al ser cuestionado sobre las evidencias con las que trató de justificar el ataque.
“Viven del día a día”, subrayó Eulogia, quien destacó que hace no más de un año la esposa de Alejandro, Katerine Maciel Hernández Bernal, tuvo un accidente por lo que actualmente aún está en recuperación de una pierna. “Son excelentes personas”, afirmó. “Alejandro él siempre fue pescador y incluso trabajó en Frigorodeo, ahí pueden dar fe, trabajó en la Marina porque él era experto para manejar lanchas”, recordó. “El sí era una buena persona y sí era una buena persona”, enfatizó.
En este sentido, Katerine Maciel, también en entrevista con Radio Nacional de Colombia, confirmó que vive al día, sin lujos y con trabajos informales en los que se emplea para sacar a sus tres hijos adelante, en los cuales le pagan alrededor de 30 mil pesos colombianos, unos 150 pesos mexicanos, y cuando mejor le va puede ganar 50 mil pesos colombianos, lo equivalente a 204 pesos mexicanos, labores a las que a veces se suma su hija de 17 años, quien aún mantenía la esperanza de poder estudiar la universidad.
“Se vive del día a día y, así como dicen, no hay lujos, no hay nada (...) trabajo los fines de semana y si de pronto me sale un aseo, si me sale… o sea también trabajo el día a día”, dijo la pareja de Alejandro sobre su situación económica, misma que se ha agravado ante la ausencia del pescador, ya que ahora ella debe velar sola por sus tres hijos. “Sí, toca, con lo poquito que me gano me toca baldearme, como dice uno aquí, toca”, agregó Katerine Maciel.

A esta situación se suma las afectaciones psicológicas y emocionales que la muerte de su padre les dejó, ya que las imágenes de los hechos fueron difundidas por medio de un video tanto en televisión como en redes sociales, material que fue visto por el hijo de Katerine y Alejandro de sólo 11 años de edad, por lo que se ha visto muy afectado y la señora Hernández Bernal ya está considerando someterlo a un tratamiento psicológico. “Mis hijos esperaban a su papá que hoy en día no lo tiene”, dijo la mujer.
Asimismo, exigió justicia, ya que, dijo, ningún ser humano se merece una muerte así, reclamo al que se unió su hija Zaida: “Todos tenemos derechos, todos somos seres humanos, no somos cualquier animal, porque hasta los animales tienen derechos”, dijo la joven de 17 años, quien se quedó con la promesa que le hizo su padre de mandarla a la universidad. “Que se haga justicia, porque todos somos seres humanos y no merecemos esa muerte”, reiteró la menor.
Sobre los delitos de los que se acusa a su padre, la joven enfatizó que en caso de que fueran ciertas, era su derecho que lo sometieran a un proceso judicial para confirmar o descartar las imputaciones, pero que no tenían el derecho de asesinarlo de esa manera. “No es la manera, cojanlo, manden un rescate, una lancha para ver si es lo que ellos en verdad dicen que lleva”, sostuvo la joven, quien reiteró: “que se haga justicia porque él es un ser humano que no debería morir así, era muy alegre muy buena persona.
En tanto, Audenis Manjarréz también expresó que es una injusticia que hayan bombardeado la lancha de su tío, quien sólo salió a buscar “el pan de cada día”. “No es justo que lo hayan bombardeado de esa manera unas personas inocentes que salen a buscar el pan de cada día, no es justo lo que estamos viviendo”, enfatizó y explicó que, además, todo parece indicar que al momento del bombardeo su tío estaba a la deriva, intentando arreglar el motor de la lancha que se había descompuesto.
El 14 de septiembre, dijo la joven, Carranza Medina se despidió de su familia, aproximadamente, a las 5 de la mañana, cuando salió a hacer labor de pesca, “como costumbre salen temprano a pescar y es la hora que no sabemos nada de él”, dijo en ese momento Manjarréz, quien confirmó que tanto ella como la familia reconoció la lancha de su familiar en los videos que difundió el Gobierno estadounidense. “Hemos ya visto varios familiares y decimos que es él el que está ahí”, dijo.
Además, puso en duda que el bombardeo se haya realizado en aguas internacionales como asegura la Administración de Trump, ya que de acuerdo a la experiencia de los pescadores de la zona era muy poco tiempo para que la lancha de Carranza Medina haya salido del mar de Colombia, teniendo en cuenta que la embarcación se habría descompuesto. “[El ataque fue] en aguas colombianas porque ellos salieron del sector de la Guajira y no es posible que sea en aguas internacionales, dos días, no, no es posible eso”, dijo.
Eulogia, defensora de derechos humanos, también subrayó que actualmente los pescadores en esa zona de Colombia están siendo estigmatizados y criminalizados, pese a las condiciones de pobreza en las que viven. “Aquí los pescadores, acá en la costa Caribe, les están violando mucho el derecho a la igualdad, el derecho de trabajar el día a día, los están estigmatizando (...) ellos usan una manta que hacen para la pesca y si se dice presuntamente, como dicen, es un narcotraficante tiene de todo y mire cómo viven”, dijo.
Asimismo, exigió que en caso de que se comprobara que los pescadores tienen vínculos con el narcotráfico tienen derecho a ser juzgados penalmente. “Si fuera así [que son narcotraficantes] para eso está el debido proceso a la persona y tenemos derecho a la defensa y aquí no le dieron derecho a la defensa”, lo que le corresponde a Colombia y no a otra nación, en este caso Estados Unidos. “Es una falta de respeto y, sobre todo, con nuestro país, Colombia”, consideró.

Sobre la política de Trump cuestionó ¿quiénes somos los que estamos sufriendo? las personas del día a día, las personas pobres somos las que están sufriendo y eso no debe ser así”, por lo que también solicitó el apoyo del Presidente de Colombia, Gustavo Petro, para apoyar a la familia de Alejandro y para que se haga justicia por su muerte. “Que se haga justicia y que él tome cartas en el asunto como primera autoridad de Colombia, solamente él como presidente puede ayudar y hacer todo esto que se haga una justicia en nuestro país Colombia”, concluyó.




