Adrián Vásquez sobrevivió 26 días a la deriva en el Pacífico, pero sus dos amigos murieron

28/03/2012 - 12:02 am

Foto difundida por la Marina de Ecuador

Panamá.- No es que Adrián Vásquez aceptara el viaje, ese 24 de febrero pasado, porque quería divertirse.

La invitación que dos amigos le hicieran para ir de pesca le pareció muy buena idea, pues además de, cómo no, divertirse esa tarde luego de haber salido del hotel en Río Hato (Panamá), donde trabajaba, podría hacer algo de dinero para redondear el exiguo sueldo que recibe.

Según el relato hecho en el diario inglés Mail Online, lo que nunca supo cuando aceptó la invitación es que no volvería a ver tierra sino 26 días después, cuando un barco pesquero lo rescatara en aguas cercanas a las Islas Galápagos.

Para sobrevivir comió  pescado crudo, bebió agua de lluvia y vio cómo sus dos amigos murieron en la trágica travesía. Todo había ido bien para los tres tripulantes hasta que el "Ciencuenta centavos", el pequeño bote en el que fueron a pescar, sufriera un desperfecto.

Sucedió cuando empezaba a anochecer, cuando necesitaban regresar a tierra. Quedaron a la deriva y fue la última vez que vieron la costa. Poco a poco dejaron de mirarla porque la corriente empezó a empujar al "Cincuenta Centavos", lo que terminaría desviándolos 600 millas de donde se habían embarcado.

Tenían abundante pescado y una gran garrafa de agua, pero el hielo que llevaban se les derritió y con el tiempo el pescado se les pudrió. Tuvieron que alimentarse de lo que agarraban con una red. Sin embargo, el ánimo de los pescadores fue disminuyendo.

Oropeces Betancourt, de 24 años y el mayor de los náufragos, dejó de comer y de beber a las dos semanas del percance y murió el 10 de marzo. Tres días más tarde su cuerpo comenzó a descomponerse y Vásquez lo lanzó por la borda.

Luego el turno fue para el más joven. Fernando Osporio, de 16 años, murió el 15 de marzo aparentemente por deshidratación, quemaduras de sol y un ataque cardíaco. Tres días más tarde, Vázquez empujó el cuerpo de último amigo que le quedaba en el bote al mar.

Vásquez se quedó sin agua y también estuvo a punto de morir en el pequeño bote. El 19 de marzo se desató una tormenta y Vásquez pudo beber agua a placer y llenar la garrafa. El capitán Hugo Espinosa, el ecuatoriano que más tarde lo llevaría hasta Guayaquil, calcula que pudo recaudar cuatro litros de agua lluvia. Así pasó varios días más. Gracias al pescado crudo  que lograba atrapar.

Finalmente fue avistado por pescadores que trabajan para el pesquero Duarte V. Fue llevado a bordo donde recibió ayuda y pudo comer. Una vez en el Duarte V, Vásquez pidió hacer dos llamadas telefónicas. La primera era para su mamá para decirle que estaba a salvo  y la segunda para el administrador del Decameron, el hotel en Río Hato para pedirle que no lo echen del trabajo.

Vázquez fue llevado hasta el guardacostas Isla Española de bandera ecuatoriana. "No sabía lo que pasaba. Estaba silencioso y parecía perdido", relató el capitán. Luego de recibir hidratación oral e intravenosa, Vásquez despertó hambriento y con mucha sed. El capitán Espinosa tuvo problemas para conversar con él.

"Le costaba mucho contar lo que había pasado con sus amigos". La Marina del Ecuador lo llevó hasta Guayaquil donde fue entregado al consulado de Panamá. Una fuente de la Marina en Galápagos dijo a la AFP que el sobreviviente tiene 18 años.

Se espera que en los próximos días vuelva a casa.

–Con información de Mail Online y El Comercio

Redacción/SinEmbargo

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