“Giovanna Reni construye un universo hecho de fragmentos, silencios y palabras exactas que exploran lo que somos cuando no cabemos en las formas tradicionales: el amor que no basta, el cuerpo que no encaja, la herida que no cierra, la voz que busca su propio eco”. Así reseñan su debut literario Sustancias incompletas, sobre el cual habló en e trevista.
Ciudad de México, 6 de septiembre (SinEmbargo).– Marion y Paris son jóvenes. Son pareja. Se exponen continuamente a transgresiones en su búsqueda de experiencias extremas. Desean el éxtasis que emana de sus cuerpos llevados al límite. Ambos son protagonistas de Sustancias incompletas (Suma), el debut literario de Giovanna Reni, quien explora en esta novela el cuerpo como sustancia… y adicción.
“Ella va descubriendo desde el principio de la historia cosas que no sabía que existían, y conforme va evolucionando empieza a encontrar facetas de ella que la sorprenden, que la entristecen, que le dan miedo, y las encuentra, curiosamente, a través de su relación con Paris”, comentó Reni en entrevista con SinEmbargo.
Paris es un tipo es impredecible, irascible, volátil. Ante todas estas conductas Marion vive experiencias, agradables o desagradables, que la llevan a sumergirse en un diálogo interior en el que va diseccionando su relación, su vida y a ella misma.
“Tiene un diálogo interno tremendo, se la pasa, ‘a ver, pero es que esto sí, pero es que esto no, pero es que siento que en esta parte estoy fallando y soy yo, acá es él’. Entonces sí creo que él, Paris, genera en Marion gran parte de este diálogo interno y es un factor determinante de su relación con él para que ella descubra quién es y cómo está actuando y por qué está actuando de esa forma”, comentó la autora en entrevista.
“Entonces su pensamiento empieza a ser muy distinto y aquí es donde va muy ligado este tema del cuerpo como sustancia y como adicción, al mismo tiempo. O sea, el cuerpo cuando estás alterado, tu cerebro segrega neurotransmisores y empiezan a correr y hacen un efecto que hace que tú lo interpretes como necesito hacer esto, necesito hacer lo otro y cuando baja esa excitación o ese estado de conciencia o emocional alterado, entonces empieza a pensar. Es como si fueran dos personas distintas”.
En ese sentido, Giovanna Reni apuntó que el deseo es detonado por todo estos impulsos químicos, biológicos y bioquímicos, que se van hilando con todas las decisiones que Marion va tomando. “El deseo es en sí parte esencial del desarrollo de los personajes”.
“Es también la referencia de lo poderoso que es el efecto que puede tener una sustancia externa sobre el cuerpo, pero al final lo único que hacen las sustancias externas es abrir o cerrar puertitas en nuestros propios neurotransmisores. Entonces, al final es el cuerpo, no es que seas víctima de la sustancia por sí misma, o sea, estás teniendo una reacción de tu cuerpo a eso”, refirió.





