CLOSE UP ¬ La lección boliviana: las élites sí regresan al poder. El caso Rodrigo Paz

25/10/2025 - 8:30 pm

Heredero de una familia política tradicional e hijo del expresidente Jaime Paz Zamora, Paz Pereira promete un “capitalismo para todos” en un país dividido por la crisis económica y el desgaste de la izquierda, debilitada por la fractura entre Evo Morales y Luis Arce.

Ciudad de México, 25 de octubre (SinEmbargo).- Rodrigo Paz Pereira, candidato del Partido Demócrata Cristiano (PDC), se convirtió en nuevo Presidente electo de Bolivia el pasado fin de semana, al obtener el 54.59 por ciento de votos, frente al 45.41 por ciento de su rival Tuto Quiroga, del partido Libertad y Democracia.

Paz Pereira, quien se desempeñaba como Senador en la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia, es hijo del expresidente Jaime Paz Zamora y sobrino-nieto del también exmandatario Víctor Paz Estenssoro. Su victoria se da tras haber hecho uso de un discurso alejado tanto del Movimiento al Socialismo (MAS) como del conservadurismo de la oposición.

Con su idea de un "capitalismo para todos", ha propuesto recortes al gasto público, formalizar el empleo, reformas electorales y constitucionales para atraer inversión privada, aunque ha descartado la intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI) por la que sí apostaba Tuto Quiroga. Asimismo, ha prometido que no buscará la reelección.

Bolivia: Los desafíos del próximo gobierno de Rodrigo Paz
Rodrigo Paz Pereira, Presidente electo de Bolivia, al momento de emitir su voto en la elección presidencial del 19 de octubre de 2025. Foto: Xinhua

El regreso de la derecha

“Fe, familia y patria”, con ese mensaje el demócratacristiano Rodrigo Paz Pereira celebró su triunfo este fin de semana, una victoria que acaba con 20 años de gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS), del expresidente Evo Morales.

Paz Pereira proviene de un linaje de derecha, ligado a casos de corrupción. Nació en 1967 en España debido a la Junta Militar que gobernaba Bolivia, una situación que llevó al exilio a su familia. Es hijo del expresidente Jaime Paz Zamora, quien asumió ese cargo paradójicamente gracias al dictador Hugo Banzer en el marco del “Acuerdo Patriótico”.

Este “acuerdo” fue un pacto político que se formó en 1989 entre el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de Jaime Paz y la Acción Democrática Nacionalista (ADN), de Banzer, para que el primero pudiera asumir la Presidencia aún cuando obtuvo el tecer lugar en ese proceso electoral. La intención fue bloquear a Gonzalo Sánchez de Lozada del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR).

Hasta antes de este acuerdo, Jaime Paz sostenía que "de Banzer los separaban ríos de sangre". Eso quedó en el olvido.

El padre del nuevo Presidente boliviano también tiene señalamientos en su contra por supuestos vínculos con el narcotráfico. Un informe policial señalaba en marzo de 1994 que Paz Zamora y su partido, el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), protegieron al que se considera el mayor narcotraficante del país, Isaac Oso Chavarria, y permitieron su intromisión en el Gobierno.

Los principales dirigentes del MIR señalaron que el informe de la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico (FELCN) era una conspiración para destruir a ese partido y las posibilidades de la candidatura a la Presidencia de Paz Zamora en 1997.

El propio Rodrigo Paz Pereira ha enfrentado señalamientos de corrupción que él mismo ha negado. El pasado 25 de febrero Paz Pereira fue acusado por la Fiscalía Departamental de Tarija, municipio que gobernó, por presuntas irregularidades en la construcción de un puente. Al hoy Presidente electo se le imputaron los delitos de contratos lesivos al Estado, conducta antieconómica, incumplimiento de deberes y uso indebido de influencias. Las acusaciones fueron descartadas por la Justicia.

De hecho, uno de sus ejes de Gobierno es la lucha contra la corrupción, a la que califica como un problema estructural del país.

Hoy ha llevado a la derecha a la Presidencia de su país como parte de una familia tradicional de la élite política boliviana del neoliberalismo. Él mismo ha prometido un “capitalismo para todos”.

La caída de la izquierda

La elección de este fin de semana también implicó la caída del Movimiento al Socialismo (MAS), que gobernó Bolivia desde hace 20 años. El partido dominó la política del país durante casi dos décadas, en gran parte bajo el liderazgo de Evo Morales, quien fue elegido en 2005 como el primer Presidente indígena de Bolivia. Morales desempeñó este cargo durante 14 años.

Las del domingo de hecho, fueron las primeras elecciones presidenciales desde 2002 en las que no participó Evo Morales ni ningún miembro de su movimiento. En los tres mandatos que tuvo Evo en Bolivia se redujo la pobreza, se invirtió en infraestructuras, educación y salud.

Morales buscó gobernar por un cuarto mandato más en 2019 para un cuarto, pero una serie de protestas masivas, disturbios y acusaciones de fraude y amenazas que lo llevaron a su exilio en México. Antes de ser rescatado por una aeronave de las Fuerzas Armadas Mexicanas, Evo denunció que la policía tenía una instrucción de ejecutar" una orden de aprehensión ilegal" en su contra y que "grupos violentos" asaltaron su domicilio.

Uno de los grupos que impidieron un cuarto mandato de Evo Morales fue la Coordinadora de la Defensa de la Democracia que exigió una segunda vuelta entre Evo Morales y Carlos Mesa, aliado de Rodrigo Paz. De hecho, en los últimos cinco años Paz fue Senador por la alianza Comunidad Ciudadana del expresidente Carlos Mesa. El propio Paz fue uno de los políticos que integró la Coordinadora de la Defensa de la Democracia que alegó un fraude electoral y logró la anulación de las elecciones generales y el posterior golpe de Estado que derrocó al Presidente Evo Morales.

No obstante, un personaje clave para debacle de la izquierda boliviana fue el sucesor y aliado de Evo: Luis Arce con quien rompió en medio de una disputa que fracturó al partido.

Arce enfrentó duras críticas de Morales por su capacidad para gestionar el legado de su Administración. Arce señaló a su vez de querer sacarlo del poder. La tensión entre ambos aumentó con acusaciones mutuas y movilizaciones que dividieron a la izquierda.

El mal Gobierno de Arce, señalado por su incapacidad frente a la escasez de dólares y de combustibles, optó por no presentarse a la reelección. Mientras que Morales, inhabilitado por los tribunales para volver a ser candidato, se negó a respaldar a algún aspirante e instó a sus partidarios a emitir votos nulos.

El propio Evo Morales señaló que el gobierno de Lucho lo proscribió y “el pueblo proscribió, en las urnas, a los traidores. El pueblo de los barrios populares y del área rural, como no tenían su candidato, no tuvo otra opción que votar por Paz y Lara. Pero no les da un cheque en blanco”.

Bolivia elige a Rodrigo Paz como nuevo Presidente
Rodrigo Paz, virtual Presidente electo de Bolivia. Foto: Xinhua

Del exilio a la política

Rodrigo Paz nació en Santiago de Compostela, España, hace 58 años en el exilio de sus padres. Comenzó su carrera política como diputado nacional durante dos legislaturas, aunque empezó a hablarse más de él durante su gestión en Tarija, donde ejerció como Alcalde entre 2015 y 2020, tiempo al que se remontan las acusaciones de corrupción en su contra.

Después de su etapa en Tarija ocupó un escaño en el Senado por la alianza Comunidad Ciudadana del expresidente Carlos Mesa. Desde su escaño se erigió en una de las voces más críticas hacia el presidente saliente, Luis Arce.

Paz se asume de centro, aunque es visto como un hombre de derecha proveniente de la elite boliviana. “Podríamos decir que somos nacional popular democráticos, con una fuerte vinculación nacional, pero democrática. Porque hubo momentos en la historia de Bolivia que lo nacional popular estuvo vinculado a lo cívico-militar”, declaró en una entrevista con El País, ya como Presidente electo.

Paz ganó este domingo la segunda vuelta electoral de la elección presidencial con 54.6 por ciento de los votos contra 45.4 del ex mandatario Jorge Quiroga, de acuerdo con el reporte del cómputo oficial con 97 por ciento escrutado por el Tribunal Supremo Electoral. Asumirá el poder el próximo 8 de noviembre.

La campaña de Rodrigo Paz cobró impulso gracias a su compañero de fórmula, Edmand Lara, un ex capitán de policía convertido en denunciante de las prácticas corruptas dentro de esta corporación, cuya imagen de outsider y su habilidad para las redes sociales atrajeron una amplia atención. Muchos votantes dijeron que Lara les parecía más atractivo que Paz.

Lara se convirtió en una personalidad de redes sociales, desde donde se ha dedicado a denunciar la corrupción de las instituciones, incluida la que una vez le ascendió a capitán hasta su expulsión, según él, por alerta de un supuesto intento de extorsión de sus superiores.

Para algunos analistas el éxito de este binomio responde a la unión entre la tradición política de un clan familiar con gran importancia en la historia reciente de país que representa Paz y la irrupción de un personaje como Lara en los espacios de poder gracias a su difusión en redes sociales.

Lo cierto es que la fórmula ganó porque dijo no a la derecha tradicional y porque la izquierda de Evo llegó a este proceso fracturada con Arce, quien es acusado de ser un traidor, y sin un candidato fuerte para competir.

Paz tiene ahora el reto de lidiar con las consecuencias de una ciudadanía insatisfecha por una profunda crisis económica, que requería de medidas inmediatas para estabilizar las finanzas, pero también hacia unas instituciones, que han perdido gran parte de su credibilidad, en especial lo que atañe a la justicia.

Obed Rosas

Obed Rosas

Obed Rosas es editor de la Unidad de Investigación y encargado de la sección de Libros de SinEmbargo, en donde también se ha desempeñado como Jefe de Mesa y Editor de Redes. Es conductor de Close UP y Co-conductor, junto a Álvaro Delgado, de Siete Días, programas de SinEmbargo Al Aire. Ha trabajado en otros medios como Expansión, Newsweek en Español y Revista Zócalo. Es licenciado en Comunicación y Periodismo por la FES Aragón de la UNAM y estudió, además, Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la misma casa de estudios.

Lo dice el reportero