Thomas Kole, autor del "Retrato de Tenochtitlan", recreó sus propias imágenes para construir un mapa 3D interactivo, y gratuito, de la capital del Imperio Mexica.
Ciudad de México, 11 de noviembre (SinEmbargo).– Lluvias, tormentas, encharcamientos e inundaciones. El agua, profusa, rebelde, libre, le recuerda casi a diario a la Ciudad de México de su pasado y de su origen. En el principio fue el lago. En la urbe actual, las avenidas llevan el nombre de ríos, y no es casualidad: donde hoy es asfalto, antes era caudal. Ahora, un proyecto que había reconstruido en 3D a Tenochtitlan, la capital del Imperio Mexica tal cual era en 1518, ha dado un nuevo paso para quienes deseen viajar en el tiempo sin tener que mojarse las ropas: un visualizador interactivo.
A la vez que México celebra los 700 años de la fundación de Tenochtitlan, Thomas Kole, un artista técnico originario de los Países Bajos, dio un paso más allá luego de su primer proyecto, recibido con cariño por la población en general y con interés entre la comunidad académica mexicana: en este link, se puede visualizar un 3D interactivo con la ciudad de ese entonces.

Si en el Retrato de Tenochtitlan podíamos ver imágenes específicas de la urbe mexica, ahora Kole ha llevado esas imágenes originales a la tercera dimensión, para que cualquiera pueda explorar la ciudad a su manera, como un Google Maps con vistas al pasado. También, como la primera vez, el proyecto –que contó con el apoyo de expertos, especialistas, historiadores, traductores y fotógrafos– es un sitio web público y gratuito que funciona en cualquier navegador, en teléfonos inteligentes y computadoras.
"Los visitantes pueden ver la ciudad de Tenochtitlán desde cualquier ángulo, no como un mapa, sino desde una perspectiva aérea. Pueden sentir el reflejo del sol sobre el gran lago de Texcoco, ver el humo del volcán y observar las casas y las chinampas a sus pies", destaca Kole.

"El sol se puede mover por el cielo para ver la ciudad en diferentes momentos del día. Se pueden activar capas superpuestas que muestran nombres de lugares históricos, líneas de metro modernas y puntos de referencia geográficos", añade.
Así, podemos ver, por ejemplo, que donde hoy se encuentra el Autódromo Hermanos Rodríguez no hay sino un cuerpo de agua: el lago de Texcoco. El Ángel de la Independencia y el Castillo de Chapultepec se alejan de las principales construcciones, cuando en el presente son algunos de los sitios más visitados en el centro de la CdMx por turistas y habitantes locales por igual.

El énfasis, cuenta Kole, radica en la accesibilidad pública: incluso los teléfonos inteligentes más sencillos pueden ejecutar este mapa 3D interactivo. "Puede usarse como herramienta para artistas e investigadores, quienes pueden utilizar esta reconstrucción para sus propios experimentos", señaló.
Reconstruir Tenochtitlan… cientos de años después
Kole, quien ha visitado México para presentar su primer proyecto, recibido con entusiasmo y curiosidad por expertos y amateurs de la historia del país, explica a SinEmbargo que la reconstrucción 3D original le llevó "alrededor de año y medio".
Ese año y medio, detalla, "trabajando los fines de semana y después de [mi] trabajo". "Este nuevo proyecto, que consiste en convertir la reconstrucción 3D a un formato adecuado para una página web, lo he tenido en mente por mucho tiempo y he reflexionado bastante sobre cómo hacerlo realidad. Al final, quizá me llevó un año en total, aunque este trabajo implicó menos investigación histórica y más investigación técnica", completa.

El neerlandés relata: "Tuve la fortuna de ponerse en contacto con muchos académicos y colegas artistas, quienes me orientaron hacia la investigación correcta y me dieron retroalimentación directa. Así que, en cuanto al aspecto de investigación de esta reconstrucción, la comunicación fue la herramienta más importante".
"Tenochtitlan, como campo de estudio, es un área bien establecida que abarca décadas. Espero que mi representación 3D ayude a aportar nuevas perspectivas o intuiciones, pero no puedo afirmar que haya contribuido significativamente al campo académico en términos de investigación. Realmente me baso en todo el trabajo que han realizado antes tantos investigadores", indicó.
En cuanto al aspecto tecnológico, sin embargo, Kole recorrió un camino más sinuoso, como ir de Tlatelolco a Tacuba en aquellos años, y en estos. "Tuve que resolver las cosas por mi cuenta y construir mis propias herramientas. Representar un área de 190 por 190 kilómetros de manera adecuada no es algo que se pueda hacer con soluciones ya existentes", relata.

"Además, el visor web 3D y el proceso para que la reconstrucción 3D funcionara en un teléfono inteligente también tuvieron que desarrollarse desde cero. El proyecto tenía que ejecutarse 100 mil veces más rápido, lo que requirió un enfoque completamente nuevo", agrega.
En el mapa 3D interactivo, los usuarios pueden seleccionar en un menú la hora del día en que quieren apreciar sus vistas: por la mañana para ver el reflejo del lago y al fondo los volcanes Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, o de noche, para ver las hogueras presentes sobre todo en el Templo Mayor y en Tlatelolco.
"No se usó IA, espero que el proyecto aliente a otros artistas"
Kole confirmó a SinEmbargo que no se utilizó Inteligencia Artificial (IA) ni en el diseño ni en la ingeniería de este proyecto, ni del anterior. "El problema de la IA", afirma, "es que solo puede crear obras derivadas, sólo puede combinar elementos existentes de obras creativas en las que ha sido entrenada, casi siempre sin el permiso de los autores".
"La IA no puede producir fundamentalmente nada nuevo, o dicho técnicamente, nada que no esté presente en su conjunto de datos. Por eso las imágenes de IA sobre escenas prehispánicas se ven tan mal: no hay suficiente arte disponible para que lo utilice.", subraya.

Lo mismo ocurre con el aspecto técnico de su proyecto. "Un visor 3D como este no se había hecho antes, así que no había nada que la IA pudiera reproducir. Espero que esto pueda ser un aliento para otros artistas. Si quieres crear algo que aún no existe, tendrás que hacerlo tú mismo", concluye su mensaje.
"Es una muestra de amor y respeto por la historia de la Ciudad de México y de curiosidad por la tecnología 3D".




