
Ciudad de México, 13 de agosto (SinEmbargo).– La Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios del Estado de México (Coprisem) clausuró dos tiendas de la empresa Maskota por el manejo irregular de cadáveres de animales, mantener en condiciones insalubres los establecimientos y trabajar con alimento descompuesto.
Desde el pasado 10 de agosto pasado, a las tiendas localizadas en las plazas comerciales Galerías Metepec y Atizapán se les colocaron sellos de clausura debido a que tampoco contaban con licencias vigentes para operar.
Los cuerpos de animales muertos no estaban resguardados en refrigeradores especiales, existía acumulación de heces fecales en las jaulas, mismas que no eran manejadas bajo las normas que establece la legislación en la materia, según reportó la dependencia mexiquense.
Fernando Díaz, el Comisionado para la Protección de Riesgos Sanitarios mexiquense, dio a conocer que tras las revisiones de inspectores que detectaron las irregularidades sanitarias en ambas sucursales y se determinó cerrarlas y permanecerán en esta condición hasta que cumplan los requisitos mínimos para volver a operar.
Sin embargo, los animales que quedaron dentro de las sucursales serán atendidos por personal de la empresa.
El día de ayer, el Congreso del Estado de México aprobó reformas a su código penal para tipificar como delito el maltrato y abandono animal. Estas reformas contemplan hasta dos años de cárcel a quien cause lesiones a estos y hasta 150 pesos de multa.
Posteriormente, la empresa emitió un comunicado en el que afirmó que sus prácticas y procesos “incluyen el apego total a la legalidad, así como el respeto y la dignidad de los animalitos. Éstos aplican para el cuidado de las mascotas en tienda, pero también para aquellas que mueren de causas naturales debidas a las incidencias y ciclos de vida propios de cada especie”.
Aseguró que además de cumplir con la ley aseguró que va más allá “y se autorregula evitando considerar a los animalitos como ‘desechos orgánicos’ y disponerlos en botes de basura. Por el contrario, los coloca en bolsas especiales y los somete a proceso de congelación para evitar su degradación”.
Agregó que los animales muertos son almacenados algunos días para que sean análisados por el veterinario forense y posteriormente son recolectados por una empresa especializada.




