A través de un comunicado conjunto, Washington y Pekín también han dado a conocer que establecerán un mecanismo para continuar las conversaciones sobre las relaciones económicas y comerciales entre los dos países.
MADRID, 12 May. (EUROPA PRESS).- Estados Unidos (EU) y China han anunciado este lunes la suspensión durante un periodo inicial de 90 días de una parte sustancial de los aranceles aplicados mutuamente, después de las conversaciones mantenidas entre las dos superpotencias en Suiza durante el fin de semana para resolver sus diferencias comerciales.
De este modo, "para el 14 de mayo" y durante un periodo inicial de 90 días, Estados Unidos suspenderá los aranceles recíprocos implementados sobre las importaciones procedentes de China, que pasarán a estar gravadas en un 30 por ciento desde el actual 145 por ciento, mientras que China recortará las tarifas aplicadas a las importaciones desde EU al 10 por ciento, frente al actual 125 por ciento.
"Este acuerdo trata realmente sobre el arancel recíproco impuesto por Estados Unidos el 2 de abril y las medidas de escalada que le siguieron", ha explicado en rueda de prensa el Representante Comercial de EU, Jamieson Greer, uno de los funcionarios que ha intervenido en las negociaciones del fin de semana.
"Todo eso se ha reducido en un 115 por ciento al 10 por ciento cada uno", ha precisado, apuntando que, por otro lado, Estados Unidos a principios de año impuso una tarifa del 20 por ciento relacionada con el fentanilo, por lo que estará vigente un 30 por ciento.
"Lo que importa para el acuerdo hoy es que cada uno de nosotros acordamos reducir el arancel recíproco y las represalias relacionadas al 10 por ciento. Es decir, la reducción del 115 por ciento al 10 por ciento. El fentanilo va por su propio camino, pero en un camino muy positivo, puesto que estamos manteniendo una conversación muy constructiva con nuestros homólogos chinos", ha subrayado.
Asimismo, Washington y Pekín han anunciado en un comunicado conjunto que establecerán un mecanismo para continuar las conversaciones sobre las relaciones económicas y comerciales entre los dos países.
En este sentido, el representante de China para estas conversaciones será He Lifeng, Viceprimer Ministro del Consejo de Estado, y los representantes de Estados Unidos serán Scott Bessent, Secretario del Tesoro, y Jamieson Greer, representante comercial de Estados Unidos.
Estas conversaciones podrán celebrarse alternativamente en China y Estados Unidos, o en un tercer país, previo acuerdo de las partes. Según sea necesario, ambas partes podrán celebrar consultas de trabajo sobre cuestiones económicas y comerciales pertinentes.
EU y China han reconocido la importancia de la relación económica y comercial bilateral para ambos países y para la economía mundial, así como de una relación económica y comercial "sostenible, duradera y mutuamente beneficiosa".
"Queremos comerciar. Queremos un comercio más equilibrado. Y creo que ambas partes están comprometidas a lograrlo", ha señalado en una rueda de prensa en Ginebra el Secretario del Tesoro de EU, Scott Bessent, quien ha reiterado el deseo de que China se abra a más productos estadounidenses.
"Esperamos que, a medida que avancen las negociaciones, también exista la posibilidad de acuerdos de compra para equilibrar nuestro mayor déficit comercial bilateral", ha añadido.
China afirma que el acuerdo con EU beneficia a ambos países
Las autoridades chinas han destacado los "avances sustanciales" logrados durante las conversaciones económicas y comerciales de alto nivel celebradas este fin de semana entre China y Estados Unidos, que han desembocado este lunes en una pausa de 90 días en la implementación de la mayor parte de los aranceles y represalias anunciados, lo que Pekín considera que redunda en beneficio de ambos países y del interés mundial.

El anuncio de una tregua arancelaria, comunicado a través de una declaración suscrita conjuntamente por ambos países, supondrá la suspensión de 115 puntos porcentuales en aranceles y represalias aplicadas mutuamente, lo que reducirá el gravamen de EU a las importaciones procedentes de China al 30 por ciento desde el 145 por ciento, mientras que en su caso China aplicará una tasa del 10 por ciento en lugar del 125 por ciento.
"Esta medida se ajusta a las expectativas de productores y consumidores de ambos países, y redunda en beneficio tanto de ambos países como del interés común mundial", ha comentado este lunes un portavoz del Ministerio de Comercio de China.
En este sentido, el funcionario chino ha expresado la confianza de Pekín en que Estados Unidos continúe trabajando con China sobre la base de la reunión mantenida durante el fin de semana en Suiza y "corrija a fondo la práctica errónea de aumentos arancelarios unilaterales".
Asimismo, desde el Ministerio de Comercio chino se ha subrayado la necesidad de que EU refuerce la cooperación mutuamente beneficiosa; mantenga el desarrollo sano, estable y sostenible de las relaciones económicas y comerciales entre China y Estados Unidos; y, conjuntamente, aporte mayor certidumbre y estabilidad a la economía mundial.
EU confía en negociar con China un acuerdo más completo
El Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, uno de los funcionarios que ha liderado desde el lado estadounidense las conversaciones con China durante el fin de semana que han desembocado este lunes en un acuerdo para suspender la mayor parte de los aranceles entre ambos países, ha expresado su confianza en que se producirán más encuentros "en las próximas semanas" para avanzar en un acuerdo más completo.
BREAKING: U.S. Announces China Trade Deal in Geneva pic.twitter.com/JjgvYAvAGe
— The White House (@WhiteHouse) May 11, 2025
En una entrevista con la cadena CNBC recogida por Europa Press, el Secretario del Tesoro estadounidense ha defendido que Washington cuenta con "una estrategia" que espera pueda tomar como referencia el acuerdo alcanzado entre Estados Unidos y China durante el primer mandato presidencial de Donald Trump.
"Creo que podemos aprovecharlo y ese es el propósito de la pausa de 90 días: ver qué podemos hacer y trabajar en estas barreras no arancelarias", ha señalado Bessent, para quien la cuestión no son los aranceles chinos, que ha reconocido como bajos, sino estas "insidiosas barreras comerciales no arancelarias" que perjudican a las empresas estadounidenses que tratan de hacer negocios en China.
De este modo, ha reiterado que uno de los objetivos es abrir China a las empresas estadounidenses de forma justa para que éstas puedan vender en China, por lo que parte del objetivo es eliminar estas barreras comerciales no arancelarias injustas.
"Lo bueno es que teníamos un plan, un proceso, y ahora tenemos un mecanismo de reuniones, que llamamos vagamente el mecanismo de Ginebra", ha precisado Bessent, añadiendo que, si bien desconoce dónde se volverán a reunir, ha expresado su confianza en que "en las próximas semanas nos reuniremos de nuevo para avanzar en un acuerdo más completo".
En este sentido, Bessent ha elogiado al jefe de la delegación china, He Lifeng, Viceprimer Ministro chino, a quien ha calificado de "un negociador muy hábil", añadiendo que no hubo ansiedad durante los contactos en Ginebra, sino una sensación de progreso, de respeto mutuo y de intereses compartidos.
"He visto lo que está sucediendo en la economía china. Podemos ver lo que está sucediendo con los envíos a Estados Unidos y, repito, somos el país deficitario e, históricamente, el país deficitario tiene una mejor posición negociadora", ha afirmado.

Asimismo, ha recordado que, tras el acuerdo anunciado este lunes, Estados Unidos mantiene los aranceles del 20 por ciento al fentanilo que se impusieron en febrero, aunque ha destacado que en las conversaciones de Ginebra se apreció que China "ahora se toma en serio la ayuda a Estados Unidos para detener el flujo de precursores", y los representantes de ambas partes sobre el asunto tuvieron una conversación muy extensa y detallada sobre cómo los dos países podrían colaborar.
En cualquier caso, el funcionario estadounidense ha asegurado que Washington no busca un desacoplamiento generalizado de China, pero sí un desacoplamiento de las necesidades estratégicas, algo que no se pudo lograr durante la COVID-19, cuando se comprendió que las cadenas de suministro eficientes no eran cadenas de suministro resilientes.




