Luego de su toma de protesta en el Senado de la República, las ministras y ministros de la nueva SCJN abrieron las puertas del recinto judicial al público, en presencia de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Ciudad de México, 1 de septiembre (SinEmbargo).– Las y los ministros electos por primera vez por voto popular ingresaron la noche de este 1 de septiembre por la puerta principal de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que permanecía cerrada desde hace más de dos años, durante la gestión de Norma Piña Hernández. Lo hicieron, además, con el anuncio de acabar con los sueldos y gastos suntuosos.
“La Suprema Corte solicitará que implemente las medidas necesarias para que todos los juzgadores electos en el pasado proceso electoral ganemos menos que la Presidenta de la República”, dijo el Ministro presidente Hugo Aguilar Ortiz al señalar que esto implicará un ahorro de 300 millones de pesos.
El Ministro presidente dijo que además se revisarán las percepciones de los ministros en retiro para que se ajusten a la Constitución. “De la revisión somera que hemos realizado hasta ahora hemos podido constatar que perciben salarios de entre 205 y 385 mil pesos mensuales, muy por arriba de lo que gana la Presidenta”.
Aguilar Ortiz pidió eliminar el seguro de gastos médicos mayores y el servicio de jubilación anticipada. “Todos nosotros nos someteremos a los servicios médicos del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
El acto simbólico de apertura de la Corte de la noche coronó una larga jornada que inició con una ceremonia de consagración de los bastiones de mando, la entrega de los mismos y su toma de protesta en el Senado.
“Esta puerta ha estado cerrada los últimos años y para nosotros abrirla tiene un significado muy especial. Una puerta siempre sirve para recibir con amabilidad y el corazón abierto a los visitantes y en este caso a quienes claman y exigen justicia, pero cuando la puerta se cierra se convierte en un muro infranqueable“, mencionó el Ministro presidente Hugo Aguilar antes de ingresar por la puerta principal de la sede de la Corte para encabezar la que fue la primera sesión del nuevo tribunal.
La puerta dorada del máximo tribunal de justicia del país fue adornada este 1 de septiembre con un arco de flores rojas, moradas, amarillas y blancas en la que se lee la frase: “Hacia una reconciliación de la justicia con el pueblo”, y que fue elaborado por pueblos originarios de la Alcaldía Iztapalapa.
Posteriormente inició la Sesión Solemne, en la que el Ministro presidente Aguilar Ortiz se sentó junto a la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, al Presidente de los Diputados, Sergio Gutiérrez Luna y de la Presidenta del Senado Laura Itzel Castillo.
“Tenemos una Suprema Corte electa por el pueblo, integrada con paridad de género, e incluso con una integración mayoritaria de mujeres. Asimismo, por segunda vez en la historia de nuestro país un indígena se integra a la Corte y la preside, lo que constituye un acto de auténtica justicia. Después de una larga noche de exclusión esto es de valorarse”, sostuvo Aguilar Ortiz.
El Ministro presidente indicó que el compromiso de esta nueva Corte será cercana y accesible. “No habrá muros que nos separen de la sociedad. Estaremos abiertos a escuchar a las víctimas, a recibir propuesta de la academia y la sociedad civil, a dialogar con los pueblos indígenas y afromexicanos, estaremos abiertos al escrutinio de los medios de comunicación y de la ciudadanía organizada”.
Desde qué Hugo Aguilar fue electo declaró que la Corte, la primera conformada por cinco ministras y cuatro ministros electos por voto popular, se caracterizará por estar más cercana a la ciudadanía, empezando con abrir la puerta principal, la cual fue cerrada en 2023 por motivos de seguridad, luego de que un grupo de manifestantes a favor de la reforma electoral que entonces propuso el expresidente Andrés Manuel López Obrador mostró un ataúd con el rostro de la exministra presidenta Norma Piña.
Previo a este acto inaugural de la nueva Corte, los nueve ministros rindieron protesta en el Senado de la República, desde donde se trasladaron a la instalación de la Sesión Solemne de la Suprema Corte.
La llegada de esta Corte pone fin a tres décadas en las que la Corte y todo el Poder Judicial de la Federación actuaron en favor de las élites políticas, económicas, mediáticas e intelectuales que también representaban los presidentes de la República, con decisiones emblemáticas que condujeron a su desprestigio como institución insensible y corrupta, pese a que hubo ministras y ministros que se opusieron a ellas.
Este 1 de septiembre eso cambió con la llegada de los nuevos ministros electos en junio pasado.
Por la tarde, los ministros de la Corte recibieron los bastones de mando entregados por mujeres y hombres representantes de 70 pueblos indígenas y afromexicanos. Lo hicieron en la Plaza de la Constitución, ante más de 10 mil personas provenientes de diversas regiones del país.
El evento inició con la ceremonia tradicional de purificación que estuvo a cargo de Teresa de Jesús Ríos, médica tradicional del pueblo Mazateco, acompañada por Ernestina Ortiz Peña, médica tradicional del pueblo Otomí; María de Lourdes Jiménez, médica tradicional del pueblo Mixteco; Yolanda Bautista Hernández, médica tradicional del pueblo Zapoteca; Mario de Jesús, caracolero del pueblo Mazahua y Ramón González Carrillo, del pueblo Wixárika.
Posteriormente, de manos de autoridades tradicionales, las ministras y los ministros de la Nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación, Hugo Aguilar Ortiz, Lenia Batres Guadarrama, Yasmín Esquivel Mossa, Loretta Ortiz Ahlf, María Estela Ríos González, Sara Irene Herrerías Guerra, Giovanni Azael Figueroa Mejía e Irving Espinosa Betanzo, recibieron los bastones de mando en una emotiva ceremonia, presentada de forma simultánea en español y mixteco; el Ministro Presidente, recibió el bastón en representación del ministro Arístides Rodrigo Guerrero García, quien no pudo participar en el encuentro debido a cuestiones de salud.
Hugo Aguilar expuso que la nueva Suprema Corte tiene un mandato claro: “sanear el Poder Judicial de la federación y de las entidades federativas; sanear la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Se van a acabar la corrupción, el nepotismo y la deshonestidad”.
Por la mañana, los nuevos ministros iniciaron su primer día de labores en la Zona Arqueológica de Cuicuilco con la celebración de una ceremonia de Consagración de los bastiones de mando en la que participaron médicas tradicionales, el marakame, un caracolero y familiares de las y los ministros.
El bastón de mando, de acuerdo con lo señalado por el Ministro Hugo Aguilar, significa la riqueza de las raíces mexicanas y reafirma la dignidad y el orgullo de los pueblos indígenas.
Ya en la noche se dio la apertura de las puertas de la Suprema Corte.
Desde minutos antes de las 19:00 horas y mientras se celebraba un festival cultural de poblaciones indígenas en la plancha del Zócalo, cientos de personas se formaron frente a la Corte para alcanzar un lugar cerca de la puerta principal. Entre los cientos de asistentes hay distintos perfiles.
María Elena, de la Alcaldía Gustavo A. Madero, dijo que acudió para mostrar su esperanza en que las y los nuevos ministros juzguen casos pendientes que preocupan a mexicanos, como, dijo, llevar a juicio a y los expresidentes que cometieron o solaparon violaciones a derechos humanos, como Vicente Fox y Felipe Calderón.
En cambio, con casas de campaña y lomas de color blanco y letras negras, integrantes de la agrupación Resistencia Civil MX, se manifestaron para enfatizar que no apoyan los resultados de la elección judicial.
Entre los asistentes también se observó a un grupo de personas que, bajo condición de anonimato, narró que, como trabajadores administrativos del Gobierno federal, asistieron porque recibieron la instrucción de “arropar” el evento, aunque algunos dijeron no saber de qué se trata.
Angelina Gerena Guzmán, habitante del municipio de Bahía de Balderas, Nayarit, en la comunidad de Santa Rosa Tapachula, se mostró contenta porque las puertas de la Corte abrirán luego de años.
“Veo que en parte hay gente que está vulnerada porque no querían este cambio. Y hay gente que añorábamos que hubiera un cambio. ¿Por qué razón? Por la falta de justicia, que hemos vivido”, mencionó. La mujer recordó que desde hace más de 20 años exige que se cumpla una sentencia agraria que le permitiría a ella y a habitantes de su comunidad poseer tierras.
”Nosotros estamos a la espera con la esperanza de un buen cambio, de que en realidad se vean los expedientes, que todos esos expedientes que están almacenados, resguardados, de gente que no tiene para pagar un buen abogado, una buena defensa, que está a expensas de los abogados que otorga el gobierno, tienen a veces mucho trabajo o muchos intereses, porque se ven sometidos a otras personas que tienen más poder, y las personas que no tenemos la capacidad económica ni el conocimiento de lo que es la justicia, de lo que es la ley, de lo que es el Poder Ejecutivo, pues estamos no más pelando los ojitos y aprendiendo cada día más de cómo se deben de hacer las cosas”.
“La justicia es muy cara aquí para la gente pobre. Es parte de lo que tiene que cambiar ahora con esta Corte. Queremos que cambie, es la esperanza: queremos un proceso de cambio”, mencionó Angelina Gerena.





