Un hombre encaró al grupo que pedía ayuda a Marco Rubio: “¿Cómo le piden ayuda a un racista como Rubio?”, cuestionó.
Ciudad de México, 3 de septiembre (SinEmbargo).- Desde gritos de “Marco Rubio, S.O.S.” por parte de un pequeño grupo de opositores hasta insultos directos con un rotundo “Fuck you”, así despidieron al Secretario de Estado de Estados Unidos un grupo de personas que lo esperó a las afueras de Palacio Nacional, después de que concluyera su reunión con la Presidenta Claudia Sheinbaum realizada este miércoles.
El escenario fue la calle Corregidora, justo frente a la puerta 8 de Palacio Nacional, por la cual Rubio ingresó poco antes de las 10:00 horas para sostener el encuentro con la mandataria mexicana, para el entendimiento binacional sobre Coordinación en Seguridad Fronteriza y Aplicación de la Ley. Desde horas tempranas, sobre ese punto se desplegó un fuerte dispositivo de seguridad.
El funcionario estadounidense llegó alrededor de las 9:50 horas en una camioneta BMW color azul en medio de un fuerte dispositivo de seguridad. En la puerta ya lo esperaba el Canciller Juan Ramón de la Fuente, acompañado por un comité de la Embajada de Estados Unidos en México. Su arribo fue breve y discreto, sin mayores incidentes. Apenas un grito, solitario y apagado, se alcanzó a escuchar a lo lejos: “¡Palestina libre!”, lanzó alguien que pasaba por la zona.
Mientras el encuentro se llevaba a cabo en el interior de Palacio, poco a poco llegó un pequeño grupo de personas al exterior. Eran sobre todo los mismos que mantienen un plantón frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), quienes se concentraron frente a la puerta con pancartas y cartulinas en contra del Gobierno y acusando que no se respeta la autonomía judicial. El pequeñito contingente, que no sumaba más de diez personas, elevó su presencia con consignas en las que pedían ayuda y auxilio directo al Secretario de Estado, denunciando que en México impera lo que llamaron “narcoterrorismo”.
Entre ellos estaba Alberto, quien entrevistado por este medio negó pertenecer a algún partido político y dijo que había acudido a denunciar al Gobierno en turno porque, a su juicio, “no hay independencia judicial, no hay soberanía y el crimen organizado ya rebasó al Estado mexicano”. El hombre destacó que, si Estados Unidos ofrecía apoyo, México debía aceptarlo. Cuestionado sobre por qué pedir ayuda a un país acusado de intervencionismo, Alberto respondió sin titubeos: “Si Estados Unidos ofrece apoyo, hay que aceptarlo”.
Las consignas contra el Gobierno mexicano crecieron conforme pasaba el tiempo. Del otro lado de las vallas metálicas que delimitaban la calle Corregidora, se multiplicaron los gritos contra la Presidenta Sheinbaum. Se escucharon frases como: “¡Claudia espuria, el pueblo te repudia!”, con lo que el pequeño grupo buscó dejar claro su rechazo a la mandataria.
Fue cerca de las 11:48 horas, cuando Marco Rubio salió de Palacio Nacional acompañado por el Canciller De la Fuente. Fue en ese momento que los manifestantes elevaron la intensidad de su protesta. Uno de ellos, con micrófono y una pequeña bocina, lanzó gritos de “¡Marco, S.O.S.!”, tratando de captar la atención del funcionario estadounidense.
Pero entre ese coro apareció también otra voz discordante. Un joven vestido de negro, que no quiso dar su nombre, se acercó hasta quedar frente a los elementos del Servicio Secreto de Estados Unidos. Mientras Rubio abordaba la camioneta en la que había llegado, el joven levantó la voz y lanzó un contundente insulto en inglés: “Fuck you”. De inmediato, encaró también al grupo que pedía ayuda a Rubio: “¿Cómo le piden ayuda a un racista como Rubio?”, cuestionó, elevando el tono frente a los manifestantes, que parecía que iban a llegar a la riña, pero no pasó a mayores.
En tanto, Marco Rubio, permaneció algunos minutos dentro del vehículo, quizá dos o tres, antes de que la camioneta arrancara y partiera en medio del fuerte operativo de seguridad. Apenas se alejó el convoy, la protesta se diluyó rápidamente. Los carteles, los gritos, los insultos y hasta el pequeño equipo de sonido fueron retirados poco a poco. La escena quedó reducida a la normalidad del tránsito de la calle Corregidora, que había sido el escenario de un breve, pero intenso, crisol de reclamos.





