Tyler Robinson, señalado como el asesino de Kirk, es un joven blanco proveniente de una familia cristiana, registrada como republicana. Su entorno familiar, vinculado al servicio militar, lo expuso desde temprana edad al uso de armas de fuego.
Ciudad de México, 12 de septiembre (SinEmbargo).– “Había alguien en la televisión que repetía una y otra vez que esto no es lo que somos; que no somos uno de esos países donde la gente dispara a otra gente por motivos políticos”, contó Charles Phoenix, de 62 años, durante una entrevista con The New York Times. Acababan de matar Charlie Kirk. Phoenix es un artista de izquierdas que vive en el área de Los Ángeles.
¿En realidad Estados Unidos es un país donde NO se mata por motivos políticos?
Shawn Hubler, Edgar Sandoval y Audra D.S. Burch, periodistas del diario, tienen una respuesta: “Es lo que somos. Disparamos a líderes políticos. Somos ese país”.
Lo dicen en un amplio reportaje en el que entrevistaron a gente de todo Estados Unidos. Las personas desgranaron sus propias experiencias y miedos, intentando explicar por qué la situación se había vuelto tan fea y cómo se había llegado al momento en el que un activista de ultraderecha, blanco y joven, promotor de las armas, racista, clasista y antiinmigrante, es asesinado de un tiro mientras transmite sus ideas en un evento en vivo, adentro de una universidad.

Y el asesino resulta ser un blanco y joven, Tyler Robinson, que proviene de una familia blanca y cristiana que está registrada como republicana. Y su padre es Ministro religioso y exagente policiaco. Y su familia se ha enrolado en el ejército por lo que Tyler fue introducido al uso de armas de fuego a una edad temprana.
La gente entrevistada por The New Times habla de amistades que desde hace poco tiempo se han volcado en discusiones agresivas, “del flujo infinito de desinformación, de los insultos instintivos, de los llamamientos a la violencia, de la incapacidad de ver más allá de la manipulación partidista y debatir con serenidad”.
Los de derecha se sintieron agredidos, dice el Times, con el asesinato de Kirk. Pero los liberales también sintieron la amenaza.
Los reporteros citan a Thien Doan, de 36 años, ingeniero de software de Orange, California. Comentó que había visto con tristeza cómo sus sobrinos universitarios asistían a eventos en el campus donde Kirk iba a hablar. Doan discrepaba con Kirk en casi todos los temas y consideraba que muchas de sus declaraciones políticas —sobre género, raza e inmigración— constituían discursos de odio. Sin embargo, le alarmó saber que Kirk había sido asesinado.
Charlie Kirk’s assassin Tyler Robinson, 22, killed him because he hated his opinions and thought he was a fascist. Yet ironically, HE was the fascist, killing someone to silence their opposing views.
The woke left love to say ‘speech is violent.’
It’s not - violence is. pic.twitter.com/70CWowT465— Piers Morgan (@piersmorgan) September 12, 2025
Muchos temen una reacción violenta de la derecha. “Todo es bastante preocupante ahora mismo”, dijo Doan. Un sentimiento compartido por todo Estados Unidos sobre todo después de que el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hablara de venganza contra “la izquierda radical”.
“Tras el asesinato de Kirk, los estadounidenses coinciden en una cosa: algo anda muy mal”, dice el reportaje del Times.
Benjamin Wallace-Wells, un reconocido autor que publica en la revista The New Yorker, cuenta cómo tres mil personas asistieron al evento de Turning Point USA en el que Charlie Kirk habló este miércoles, en una zona verde al aire libre de la Universidad del Valle de Utah.
Hubo una sesión de preguntas y respuestas, y alguien preguntó cuántos estadounidenses transgénero habían cometido tiroteos masivos en la última década, a lo que Kirk respondió: “Demasiados”. La persona siguiente preguntó: “¿Sabes cuántos tiroteos masivos ha habido en Estados Unidos en los últimos diez años?”. Kirk respondió: “¿Contando o no contando la violencia de pandillas?”.
“Luego, en los videos, se escucha un único crujido audible, y el cuerpo de Kirk se sacude y luego queda inerte. Entre el público, todas las cabezas se giran: alguien le había disparado, aparentemente desde una posición elevada a unos ciento cincuenta metros de distancia. Poco después, el portavoz de Kirk anunció que había sido asesinado. Tenía treinta y un años y dejaba esposa y dos hijos pequeños. El Presidente Donald Trump, un aliado cercano, ordenó que todas las banderas ondearan a media asta hasta la noche del domingo”, dice Wallace-Wells. “Los intentos por definir los motivos políticos de Thomas Crooks (quien intentó matar a Trump), o de Cody Balmer (quien ha sido acusado de lanzar bombas incendiarias contra la residencia oficial del Gobernador Josh Shapiro), o incluso de Vance Boelter (el veterano activista antiaborto que, en junio, supuestamente mató a una legisladora estatal de Minnesota , junto con su esposo, e intentó matar a otra) rápidamente se ven atrapados en los problemas de su aparente enfermedad mental o en una incoherencia más básica”, agrega.
“Los intentos por definir los motivos políticos de Thomas Crooks (quien intentó matar a Trump), o de Cody Balmer (quien ha sido acusado de lanzar bombas incendiarias contra la residencia oficial del Gobernador Josh Shapiro), o incluso de Vance Boelter (el veterano activista antiaborto que, en junio, supuestamente mató a una legisladora estatal de Minnesota , junto con su esposo, e intentó matar a otra) rápidamente se ven atrapados en los problemas de su aparente enfermedad mental o en una incoherencia más básica”, agrega.
“Robin Westman, acusado de disparar y matar a dos niños en una iglesia católica en Minneapolis el mes pasado (y cuya identidad transgénero fue el foco de muchos informes de los medios de comunicación de derecha), había escrito ‘Maten a Donald Trump’ en algunas armas y lemas neonazis (‘gas judío’ y ‘6 millones no fueron suficientes’) en otras, y expresó su alineación con el tirador de Sandy Hook. Los motivos eran lo suficientemente extraños e idiosincrásicos como para que no fuera fácil atribuirlos a un solo bando”, dice el texto en The New Yorker.
Pero, agrega, “lo que los políticos pueden controlar es cómo responden. Hablando desde la Oficina Oval el miércoles por la noche, Trump denunció a sus enemigos. ‘Durante años, aquellos en la izquierda radical han comparado a maravillosos estadounidenses como Charlie con nazis y los peores asesinos en masa y criminales del mundo’, dijo, y prometió encontrar a aquellos que consideraba responsables de ‘violencia política, incluidas las organizaciones que la financian y la apoyan’. A diferencia de Barack Obama, quien cantó ‘Amazing Grace’ en un funeral después del tiroteo masivo en la iglesia Mother Emanuel de Charleston, Trump no hizo ningún gesto hacia el sentimiento nacional común; limitó su letanía de víctimas a aquellos con los que está alineado. El hombre sentado en el escritorio de Resolute y culpando a sus enemigos por la demonización política, por actuar ‘de la manera más odiosa y despreciable’, había promovido a principios de la semana una nueva campaña de redadas de ICE en Chicago con una publicación en las redes sociales que lo presentaba como el personaje de Robert Duvall en Apocalypse Now y el eslogan ‘Me encanta el olor de las deportaciones en la mañana... Chicago a punto de descubrir por qué se llama Departamento de GUERRA’. Esa agresión, combinada con el tiroteo de Kirk, parecía estar literalizando la guerra cultural, en tiempo real”.
Las imágenes del asesinato de Kirk son espeluznantes, dice Benjamin Wallace-Wells. “Su cabeza se inclina hacia atrás; la sangre le brota a borbotones del cuello. En una conferencia de prensa posterior, el jefe de policía de la universidad, que solo contaba con seis agentes para proteger a las tres mil personas, dijo: ‘Intentan tener las bases cubiertas, y desafortunadamente, hoy no lo hicimos’. Es difícil culparlo. La ubicuidad de las armas y la facilidad con la que casi cualquiera puede obtenerlas ha dificultado cada vez más la protección de vidas humanas. Que la amenaza de la violencia política sea tan endémica es una de las razones por las que lo que una vez fue cierto del movimiento de Trump es cada vez más cierto en el país: es desconfiado y se siente en peligro. En Utah, las personas más cercanas al escenario se arrojaron al suelo rápidamente, y luego cientos más lo hicieron al darse cuenta de lo que estaba sucediendo, en una ola que se expandió desde Kirk. Fue una manifestación visual del miedo, que se extendía...”
BREAKING NEWS: Conservative Pundit Charlie Kirk was just reportedly shot at Utah Valley University.
His condition is unknown. pic.twitter.com/cvMcBksI66
— Ed Krassenstein (@EdKrassen) September 10, 2025




