Argentina vivió una semana compleja en lo político y lo económico. A la derrota legislativa del oficialismo se sumó la presión sobre el peso, la caída de bonos y la búsqueda de auxilio financiero en el exterior.
Cudad de México, 19 de septiembre (SinEmbargo).- Esta semana se convirtió en una verdadera pesadilla para el Gobierno de Javier Milei pero, peor aún, para los bolsillos de los argentinos.
Al colapso político del Gobierno, al que el Congreso y los ciudadanos dieron un rotundo NO contra su propósito quitar fondos a la educación superior y a la salud, específicamente a hospitales pediátricos, se añaden decisiones sin rumbo que han devaluado la moneda gaucha y también han generado una intervención directa del Banco Central de esa nación para retener la caída del peso.
El aumento de la popularidad del opositor peronismo llega en el peor momento de Milei desde que llegó al poder en 2023. La derrota del oficialismo en la elección de legisladores en Buenos Aires, la capital y el mayor distrito electoral del país, cimbró al Presidente el pasado 7 de diciembre, mostrando que el malestar social va en crecimiento.
La maniobra financiera de esta semana, de acuerdo con analistas y la prensa más crítica —como Página 12—, evidencia también la "improvisación" de un gobierno que, sin un plan claro, recurre a medidas de corto plazo para mantener la estabilidad económica antes de enfrentar las próximas elecciones de octubre.
La semana hábil que finaliza este viernes trajo ventas de mil 100 millones de dólares del Banco Central, en un intento desesperado por mantener al dólar por debajo de la banda, mientras aumentan las expectativas de devaluación por la falta de una estrategia macroeconómica confiable.
En este contexto, Milei anunció negociaciones del Tesoro de Estados Unidos para un préstamo que, además, sólo servirá para cubrir los vencimientos de la deuda argentina para 2026.
“Estamos muy avanzados”, aseguró el errático presidente argentino, sin dar detalles concretos sobre los montos que llegarán en enero y julio, que superan los cuatro mil millones cada uno, dice Página 12.
Además, la incertidumbre ha provocado una debacle en el comportamiento de los bonos argentinos, que acumulan una caída de 25 por ciento en lo que va de septiembre.
Este descenso, encima, ya pesa sobre el riesgo país. Por ejemplo, el indicador de JP Morgan —que mide el sobrecosto de la deuda y refleja la incertidumbre de los inversionistas— acumula un alza de 140 por ciento en lo que va del año, lo que coloca al nivel actual en el más alto en 13 meses.
La alternativa de un salvamento por parte de Estados Unidos aparece prácticamente como la única opción para conseguir dólares frescos, ya que el riesgo país, en zona de los mil 500 puntos básicos, imposibilita colocar nuevos bonos, dice este viernes el diario El Clarín.
Y, como guinda de este pastel podrido, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) de Argentina informó que el Producto Interno Bruto (PIB) del país se contrajo un 0.1 por ciento en el segundo trimestre de 2025, respecto de los primeros tres meses del año.
La caída intertrimestral se explicó por un descenso de las exportaciones en un 2.2 por ciento, del consumo privado en un 1.1 por ciento y de la inversión (formación bruta de capital fijo) en un 0.5 por ciento, mientras que las importaciones mermaron un 3.3 por ciento, detalló la entidad estatal.
En términos interanuales, el PIB argentino creció un 6.3 por ciento en el segundo trimestre, con un notable aumento del 32.1 por ciento en la inversión, del 9.9 por ciento en el consumo privado y del 3.3 por ciento en las exportaciones, mientras que las importaciones crecieron un 38.3 por ciento.
En comparación con igual lapso de 2024, los sectores de la economía argentina que anotaron mayores crecimientos fueron la intermediación financiera, con un 26.7 por ciento; seguida de los hoteles y restaurantes, con un 17 por ciento; la construcción, con un 10.6 por ciento; y el comercio, con un 10.3 por ciento.
En contraste, la pesca cayó de forma interanual un 42.2 por ciento en el segundo trimestre y, en menor medida, los servicios de electricidad, gas y agua.
- Con información de Xinhua




