Trump es la persona de mayor edad elegida Presidente de los Estados Unidos y en las últimas semanas se la ha visto durmiendo en reuniones con miembros de su gabinete y frente a la prensa.
Ciudad de México, 11 de diciembre (SinEmbargo).– El pasado 2 de diciembre, cuando se expresó con odio racial contra los somalíes, el Presidente de Estados Unidos parecía estar luchando contra el sueño en durante una reunión de gabinete en la Casa Blanca. En las redes de inmediato bautizaron a Donald Trump como “Don el Dormilón”. En los videos se le ve cerrando los ojos y cabeceando y muchos especulan que muestra cada vez más los rasgos del envejecimiento.
Trump está cayendo en las encuestas desde hace meses. Pero, ahora, además, se está cayendo de sueño.
“A lo largo de dos horas y 18 minutos, el Presidente, de 79 años, a veces pareció tener dificultades para mantener los ojos abiertos mientras los funcionarios del gabinete recorrían la sala describiendo su trabajo y colmándolo de elogios. Cuando se le preguntó si Trump se quedó dormido, Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, dijo en un comunicado que el Presidente estaba ‘escuchando atentamente y dirigiendo toda la reunión’”, narra The New York Times.
“Trump parece tener mucho sueño”, dijo Salon, una reconocida revista en línea. “Ahora toma siestas durante las reuniones de gabinete y otros eventos oficiales en la Casa Blanca. Según informes, se está modificando la agenda del Presidente para que tenga más tiempo para descansar. Si bien tiene previsto celebrar uno de sus mítines emblemáticos de MAGA el martes en Mount Airy, Pensilvania, durante meses se ha negado a hacerlo, privándose así de las poderosas dosis de energía que recibe de sus fieles seguidores”.
🇺🇸 | Trump parece dormitar varias veces mientras Marco Rubio divaga y monologa. Trump también lleva la mano derecha vendada.
pic.twitter.com/nDCz9QXGFg— Alerta News 24 (@AlertaNews24) December 2, 2025
Trump es la persona de mayor edad jamás elegida Presidente. Las personas mayores suelen necesitar más descanso, y la Presidencia puede ser un trabajo agotador. Las reuniones en la Casa Blanca suelen ser tediosas. “Tampoco es el primer Presidente que toma siestas o se queda dormido durante las reuniones; Calvin Coolidge también era conocido por su costumbre de dormir”, agrega el autor del texto, Chauncey DeVega.
“En mi opinión, ver a Trump dormirse durante las reuniones lo humaniza. Al fin y al cabo, es sólo un hombre. Pero Trump ciertamente no es el único que se siente cansado. El pueblo estadounidense también está cansado, pero su agotamiento es de un tipo muy diferente. ¿Qué tan decaído debe estar un narcisista furioso para dormitar mientras leen tributos a su propia grandeza?”, dice.
En una reunión de gabinete el martes pasado, Trump no se limitó a cerrar los ojos y adoptar una postura inmóvil, universalmente reconocida como una siesta vertical. Lo hizo durante una reunión convocada, al menos en parte, para disfrutar de los halagos de sus acólitos.
Frank Bruni habla en un amplio artículo de The New York Times sobre otro tema directamente vinculado: la salud de Trump. “¿Son las desconcertantes incongruencias de Trump, su sintaxis torpe y sus fantásticas tergiversaciones de los hechos simplemente una versión totalmente desatada y envalentonada de quien siempre ha sido, o se está desdibujando? ¿Qué le pasaba con sus tobillos hinchados y la decoloración, parcialmente disimulada por el maquillaje, en el dorso de una de sus manos?”, escribe.
BREAKING: Trump falls asleep at another public event.
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Agrega: “¿Y cómo resolver el misterio de la resonancia magnética que se le realizó en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed en octubre ? Los comentarios de Trump al respecto son dignos de un sketch de ‘Saturday Night Live’. Ha dicho que entregó a los medios los resultados completos de la prueba, una afirmación que se contradice con el hecho de que ni siquiera sabemos qué parte de su cuerpo le estaban examinando los médicos, y cuando los periodistas le preguntaron al respecto, afirmó desconocerlo”.
En efecto. Trump dijo:
–No tengo ni idea de qué analizaron. Pero lo que analizaron, lo analizaron bien, y dijeron que obtuve el mejor resultado jamás visto.
Hace dos semanas, Katie Rogers y Dylan Freedman escribieron en The New York Times que la víspera de Halloween, Trump aterrizó en la Base Conjunta Andrews después de pasar casi una semana en Japón y Corea del Sur. Después, fue conducido a la Casa Blanca. Y alguien dijo: “¡Este hombre lleva DÍAS sin parar!”
Una semana después es que Trump dormía en un acto en el Despacho Oval.
“Trump puede proyectar energía, virilidad y resistencia física las 24 horas del día con publicaciones en las redes sociales que acaparan titulares, interacciones combativas con periodistas y discursos con declaraciones que satisfacen a su partido. Ahora, al final de su octava década, Trump y la gente que lo rodea siguen hablando de él como si fuera el conejo Energizer de la política presidencial”, dijeron los periodistas.
El presidente Trump está sano. Tiene un moretón por tomar aspirinas y dar la mano.
🇺🇸🙋🏼♀️♟✊🏻 ¡EL FIN DEL JUEGO! pic.twitter.com/mYqFs8X1r8
— Diva 33 DESPERTAR PATRIOTA NEWS (@Diva0133) July 18, 2025
“La realidad es más compleja: Trump, de 79 años, es la persona de más edad elegida para la presidencia de Estados Unidos, y está envejeciendo. Para adelantarse a cualquier crítica sobre su edad, a menudo se compara a sí mismo con el Presidente Joe Biden, quien, a los 82 años, fue la persona de mayor edad en ocupar el cargo, y sus ayudantes tomaron medidas para ocultar al público su fragilidad, como la estricta gestión de sus apariciones”, agregaron.
De acuerdo con los periodistas del Times, Trump sigue siendo casi omnipresente en la vida estadounidense. Se presenta ante los medios de comunicación y responde a preguntas con mucha más frecuencia que Biden. “Líderes extranjeros, altos ejecutivos, donantes y otros tienen acceso con regularidad a Trump y lo ven en acción. Aun así, a casi un año de haber iniciado su segundo mandato, los estadounidenses ven a Trump menos de lo que solían hacerlo, según un análisis de su agenda realizado por The New York Times. Trump tiene menos actos públicos en su agenda y viaja por el país mucho menos que en su primer año de mandato, en 2017, aunque realiza más viajes al extranjero”.
Trump ha suscitado más preguntas sobre su salud al compartir noticias sobre procedimientos médicos a los que se ha sometido, pero sin dar detalles sobre ellos. Durante su estancia en Asia, Trump reveló que se había sometido a una resonancia magnética en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed a principios de octubre.
Los reporteros señalaron: “Trump también se maquilla un hematoma que tiene en el dorso de la mano derecha, lo que añade especulaciones sobre una condición que, según su médico y sus ayudantes, está causada por tomar aspirinas y estrechar tantas manos. En septiembre, el hematoma de la mano, junto con la hinchazón de los tobillos, hizo que los observadores de internet especularan descabelladamente sobre su salud”.
La realidad es que muchos de los hechos que preocupaban a los críticos sobre la salud física de Trump durante su primer mandato están presentes ahora, dijeron Katie Rogers y Dylan Freedman. No hace ejercicio con regularidad, en parte porque mantiene desde hace tiempo la teoría de que las personas nacen con una cantidad finita de energía y que la actividad fuerte puede agotar esa reserva, como una batería. Le gusta la carne roja y es conocido por comer McDonald’s a montones.
El texto termina con esta frase: “Despierta, señor presidente. No engañas a nadie”.




