Esta temporada suele asociarse con alegría y unión, no obstante, también puede intensificar la soledad y la depresión.
Ciudad de México, 14 de diciembre (SinEmbargo).- La Navidad se relaciona a celebración, abundancia, reencuentros con amigos, familia o hasta con uno mismo, reuniones y reflexión; sin embargo, también representa una temporada que resulta dolorosa para muchas personas, ya que la soledad, la ausencia de seres queridos o la sensación de no haber cumplido objetivos durante el año se hacen presentes.
La soledad y la depresión se intensifican en estas fechas decembrinas, este es un fenómeno conocido como "depresión navideña", una realidad que afecta a miles de personas en todo el mundo.
Luz solar y nostalgia
De acuerdo con información de la Universidad del Claustro de Sor Juana, fisiológicamente, este fenómeno también conocido como depresión estacional o Trastorno Afectivo Estacional (TAE), afecta con mayor frecuencia a mujeres entre los 25 y 30 años y se relaciona con la disminución de luz solar (entre octubre y diciembre) que altera los niveles de serotonina, melatonina y vitamina D en el cuerpo, impactando en el estado de ánimo, la energía y la capacidad de concentración de una persona.
La directora del Colegio de Psicología de la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ), maestra Patricia González, explica en un comunicado que la temporada de fin de año también suele ser percibida con nostalgia junto a otros sentimientos encontrados, por diversos sucesos, como pueden ser conflictos familiares, viajes, la muerte de un familiar que solía acompañar la velada, entre otros.

Presión social y familia
Otro aspecto es la presión social por "estar feliz" y la constante exposición a mensajes de consumo y unión familiar pueden intensificar la desconexión de quienes no viven esa realidad.
Según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), entre el 4 y 8 por ciento de la población general en México sufre este padecimiento, sobre todo las mujeres entre los 25 y 30 años, la diferencia con los hombres es marcada, pues la proporción es de cuatro a uno.
"Las fiestas de fin de año pueden ser un desafío emocional para quienes atraviesan episodios de depresión, ya que la presión social y las altas expectativas pueden intensificar la tristeza", destacó la especialista de la UCSJ.
La maestra González destacó que la Navidad y el Año Nuevo suelen activar rituales familiares muy marcados: cenas, fotos, reuniones, intercambio de regalos. Cuando alguien ya no está, esos rituales se convierten en recordatorios que pueden generar melancolía, tristeza persistente.
Síntomas de la depresión de fin de año
Según datos de la Universidad Internacional de La Rioja (Unir), algunos síntomas que pueden experimentarse cuando hay un cuadro depresivo asociado a la época navideña son:
- Falta de fuerza y energía
- Irritabilidad
- Ideas negativas y desesperanzadoras
- Cansancio constante
- Desinterés por actividades que antes generaban atención
- Deseos de estar solo
- Rechazo del contacto con otras personas
- Sensación persistente de tristeza durante varios días

Duelos no resueltos y el nido vacío
Patricia González compartió que este periodo suele intensificar emociones asociadas a duelos no resueltos, la ausencia de familiares fallecidos durante la pandemia y situaciones como el “nido vacío”, cuando los hijos se independizan.
El impacto emocional es el nido vacío. Muchos padres viven estas fechas con la sensación de haber cerrado una etapa. Las reuniones dejan de ser como antes, los hijos construyen sus propias tradiciones y las celebraciones cambian de dinámica.
"Esta transición puede despertar sentimientos de soledad o desorientación, especialmente en adultos mayores que dependen emocionalmente de la presencia de sus hijos", comentó.
¿A quién afecta más?
De acuerdo con Universidad del Claustro de Sor Juana, los adultos mayores son uno de los grupos más vulnerables durante estas fechas. Aquellos que viven con enfermedades crónicas como diabetes o hipertensión suelen ver afectado su ánimo cuando los tratamientos no generan la mejoría esperada. En pacientes con Parkinson o Alzheimer, los especialistas reportan hasta un 30 por ciento de prevalencia de síntomas depresivos, lo que convierte el acompañamiento emocional en un factor clave.
En cuanto a los adolescentes, se recomienda prestar atención a cambios bruscos de humor, irritabilidad o aislamiento repentino. En esta etapa también existe riesgo de consumo de sustancias alucinógenas, que puede agravar estados de ansiedad o tristeza; las emociones intensas, impulsividad y expresiones relacionadas con la muerte deben servir como alarma para buscar orientación profesional.
Estrategias para enfrentar la temporada
Al respecto, la directora del Colegio de Psicología de la UCSJ compartió algunas estrategias para enfrentar la otra cara de la Navidad:
- Aceptar la ambivalencia emocional: No todos viven la Navidad con alegría, y reconocerlo es un primer paso saludable.
- Redefinir la soledad: Convertirla en un espacio de autocuidado, en lugar de verla como carencia.
- Apoyo social y profesional: Buscar acompañamiento en amigos, grupos comunitarios o profesionales de la salud mental.
- Metas realistas: Establecer objetivos alcanzables para el nuevo año.
- En lugar de minimizar estas emociones, sugiere generar espacios de conversación en casa, compartir cómo cada miembro de la familia vive la temporada y evitar frases que invaliden el malestar de otros.
- Reducir el uso de celulares, tablets y videojuegos para que la atención esté puesta en los seres queridos, especialmente aquellos que no expresan fácilmente lo que están viviendo.
“Un gesto tan sencillo como escuchar sin interrupciones puede marcar una diferencia significativa en la salud emocional de quienes enfrentan diciembre con mayor vulnerabilidad”, afirmó.
Aunque la mayoría de las personas vive estas fechas con entusiasmo, existe un grupo que experimenta una temporada difícil, donde la nostalgia se vuelve un visitante constante.
“La salud emocional necesita la misma atención que se dedica a los preparativos navideños”, apuntó.
La Universidad del Claustro de Sor Juana, cuenta con el Centro de Orientación y Atención Psicológica (COAPSI). El COAPSI brinda atención psicológica gratuita a la comunidad del Centro Histórico, ante problemáticas como ansiedad o depresión. Se brinda atención en modalidad virtual y/o presencial, previo registro en el portal web de la institución.




