Entre 1922 y 1998, 56 mil mujeres solteras y 57 mil niños y bebés pasaron por 18 hogares católicos de este tipo. El Estado irlandés y la poderosa iglesia católica colaboraron para confinar allí a mujeres que quedaban embarazadas fuera del matrimonio y que eran rechazadas por sus familias.
Ciudad de México, 19 de julio (SinEmbargo).– Era un hogar de maternidad, común en aquellas primeras décadas del siglo pasado en Irlanda. Atendido por las Hermanas del Buen Socorro, las mujeres solteras acudían a este tipo de lugares, como el establecido en Tuam, al oeste de Irlanda. Pero este tipo de sitios, como el del hogar St. Mary, cuentan una historia oscura, una "mancha en la conciencia de la nación", pues la rígida influencia de la iglesia católica en este país dejó como saldo cientos de bebés muertos, enterrados en una fosa común, que esta semana es, después de más de un siglo, excavada por expertos para dar con los restos.
No hay registros de entierros, ni lápidas, ni monumentos conmemorativos por los cerca de 800 niños que se cree que hay enterrados. Y seguramente no se habría sabido si no es por la historiadora irlandesa Catherine Corless, quien en 2014 encontró evidencias de una fosa común donde ahora hay una parcela de césped junto a un parque infantil en la localidad de Tuam: halló 796 certificados de defunción mientras investigaba la localidad.
Entre 1925 y 1961, este albergue católico para madres solteras y sus hijos era regentado por monjas. El hogar fue demolido en 1972. El exprimer Ministro irlandés Enda Kenny lo ha definido como “la casa de los horrores”.
La búsqueda de los bebés
Entre 1922 y 1998, 56 mil mujeres solteras y 57 mil niños pasaron por dieciocho hogares católicos de este tipo. El Estado irlandés y la poderosa iglesia católica colaboraron para confinar allí a mujeres que quedaban embarazadas fuera del matrimonio y que eran rechazadas por sus familias.

En estos lugares daban a luz y después eran separadas de sus hijos, quienes a menudo eran entregados en adopción. Se estima que unos nueve mil menores murieron en esos centros, 800 en el hogar de Tuam. La misma orden de monjas dirigía el Hospital Grove de la ciudad.
Las excavaciones comenzaron el lunes, y se espera que duren dos años: a diferencia de otro tipo de investigación, los expertos deben tener mucho cuidado con la tierra removida, y deben ir despacio. El sitio, ubicado en medio de un barrio lleno de casas, es un gran patio cubierto por verde césped, y ha sido ya acordonado por las autoridades.
El diario The Guardian detalla que el equipo encargado de abrir la caja de los horrores está compuesto por 18 personas, incluidos arqueólogos, antropólogos y otros expertos forenses de Irlanda, Reino Unido, Australia, Colombia, España y Estados Unidos, todos ellos dirigidos por Daniel MacSweeney, exenviado del Comité Internacional de la Cruz Roja.
La excavadora cuenta con un cubo especial sin dientes y se detiene cuando los arqueólogos detectan algo de interés, explicó MacSweeney en una rueda de prensa. El equipo cuenta con oficinas y un laboratorio en el lugar donde se pueden realizar análisis preliminares antes de enviar el material a un laboratorio más grande. Algunos familiares de los niños fallecidos han proporcionado muestras de ADN, reportó The Guardian.
La investigación

Tras los hallazgos de la historiadora Catherine Corless en 2014, el Gobierno irlandés abrió una Comisión de Investigación sobre Hogares Maternoinfantiles y Ciertos Asuntos Relacionados. Su informe, de más de dos mil 600 páginas y publicado en 2021, relata cómo las mujeres solteras que dieron a luz "fueron sometidas a un trato particularmente duro". "La responsabilidad de este trato duro recae principalmente en los padres de sus hijos y sus propias familias inmediatas. Este trato fue apoyado, contribuido y tolerado por las instituciones del Estado y las iglesias. Sin embargo, debe reconocerse que las instituciones investigadas proporcionaron un refugio —un refugio duro en algunos casos— cuando las familias no proporcionaron ningún refugio en absoluto".
Las mujeres ingresadas en centros de atención a madres y bebés tenían entre 12 y 40 años. Sin embargo, el 80 por ciento tenía entre 18 y 29 años, una proporción notablemente constante en los centros de atención a madres y bebés de mayor tamaño. Cinco mil 616 mujeres, el 11.4 por ciento del total de las que se dispone de información sobre su edad, eran menores de 18 años.
Algunos embarazos fueron resultado de una violación; algunas mujeres tenían problemas de salud mental, otras tenían una discapacidad intelectual. Sin embargo, la mayoría eran "indistinguibles de la mayoría de las mujeres irlandesas de su época", explica la Comisión.
"La única diferencia entre las mujeres en hogares maternales y sus hermanas, compañeras de clase y de trabajo era que se embarazaban sin estar casadas. Sus vidas se vieron arruinadas por el embarazo fuera del matrimonio y por las reacciones del padre de su hijo, su familia inmediata y la comunidad en general", narra.

La conclusión es que no hay evidencia de que las mujeres fueran obligadas a ingresar a hogares para madres y bebés por la iglesia o las autoridades estatales: la mayoría de las mujeres no tenían alternativa. Muchas mujeres solteras y embarazadas contactaron al Departamento de Gobierno Local y Salud Pública, posteriormente al Departamento de Salud, a su autoridad sanitaria local o a una organización benéfica católica en busca de ayuda porque no tenían a dónde ir ni dinero. Las mujeres fueron llevadas a hogares para madres y bebés por sus padres u otros familiares sin consultarles sobre su destino.
El descubrimiento de los bebés de Tuam
En Tuam, el sitio que ahora se excava, la Comisión identificó a dos mil 219 mujeres ingresadas en el hogar infantil. Esto incluye a las mujeres ingresadas en el hogar cuando estaba ubicado en Glenamaddy (1921-1925) y en Tuam (1925-1961).
Sin embargo, la investigación de Corless produjo los certificados de defunción varias décadas después incluso del cierre de este hospicio. "Muchos negocios y muchas autoridades querían mantener esto en secreto y simplemente erigir un monumento, para que no se supiera que había tantos enterrados allí. Lo minimizaron todo el tiempo", afirmó la historiadora en una entrevista con el Irish Times.
"Me decían con frecuencia que estaba dañando la reputación de Tuam y de la iglesia. Su opinión era simplemente: déjenlo, esto es cosa del pasado y déjenlo ahí. […] Todos esos adorables niños y bebés, eso fue lo que me motivó. Eso era todo lo que tenía en mente: estos bebés están en un sistema de alcantarillado, tienen que salir", dijo.
Between 1867 and 1998, more than 150,000 First Nations, Inuit, and Métis children were taken from their families and forced to attend residential schools. Today in Lac La Ronge, Saskatchewan, we came together to honour these children. #EveryChildMatters pic.twitter.com/DoMuHTWjrc
— Justin Trudeau (@JustinTrudeau) September 30, 2023
Irlanda no es el único
En junio de 2021, hasta 751 tumbas sin nombre fueron halladas en Saskatchewan y 182 más en Columbia Británica, ambas ubicadas en Canadá. Estos hallazgos generaron conmoción en el país y han abierto heridas que muchas de las personas que fueron a esos antiguos colegios no han podido aún sanar.
El Gobierno canadiense ha admitido que el abuso físico y sexual proliferaron en las escuelas cristianas financiadas por el Estado que operaron desde el siglo XIX hasta la década de 1970. Unos 150 mil niños indígenas fueron separados de sus familias y obligados a asistir en un esfuerzo por aislarlos de la influencia de sus hogares, lenguas y culturas nativas, y asimilarlos a la sociedad cristiana de Canadá.
Además ofreció disculpas a los sobrevivientes y a sus familias por lo ocurrido en esos internados. “Es vergonzoso que hayan muerto niños por la política de los internados”, dijo el entonces Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, al admitir la responsabilidad del Estado canadiense.




