La historia de la 72: mensaje de esperanza frente a masacres de migrantes

Mónica Oehler Toca

27/08/2015 - 12:03 am

Hace ya cinco años, un 23 de agosto de 2010, aparecieron en San Fernando, Tamaulipas 72 cadáveres de personas migrantes. La indignación por el caso fue inmediata, San Fernando nos hizo recordar a todas esas personas que estaban invisibilizadas y que cruzan nuestro territorio en búsqueda de una nueva vida. San Fernando indignó a la comunidad internacional que se preguntaba cómo es que puede ocurrir que secuestren a un grupo tan grande y los maten, así como así.

Lo más impresionante es que San Fernando no es para nada un hecho aislado, tan sólo unos meses después se encontraron más cuerpos acumulando 196 y luego otros 49 más en Cadereyta. En el informe que sacó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre los derechos de las personas migrantes se incluyen testimonios de personas que señalaron ser testigos de matanzas colectivas, secuestros, mutilaciones, decapitaciones, migrantes asesinados a martillazos y también cuerpos disueltos en barriles de ácido. A esta situación se le suma la casi total impunidad en los casos y un lamentable porcentaje del 8.9% de los casos en donde la CNDH documentó que había participado alguna autoridad migratoria en la comisión del delito de secuestro.

En medio del enojo colectivo por los hechos de San Fernando y la violencia contra las personas migrantes, Fray Tomás escuchó la noticia y descubrió que allí murieron varias personas que él había atendido en Tenosique, Tabasco. El dolor y la impotencia fueron tan grandes que decidió que no se podía quedar así, que él, como franciscano, podía hacer algo.

Es así como el 23 de abril de 2014 surgió el albergue para personas migrantes “la 72”, la filosofía es poder brindar a las personas migrantes una atención que sea contraria a las razones por las que están migrando y a lo que les ha tocado vivir en México, esto es, si las personas vienen huyendo de la violencia, en la 72 encontrarán un lugar tranquilo para descansar, si tienen hambre, pueden pasar al comedor, si no han dormido bien en días, al menos encontrarán un colchón y un techo para hacerlo ahí.

La 72 ha crecido con los años y se ha convertido en un abrazo (en palabras de Fray Tomás) para las personas migrantes, en un espacio en donde las personas dejan de sentirse como criminales por un momento y pueden hacer redes, contar sus historias, asesorarse para seguir el camino y encontrar un poco de humanidad en un país que saben que es muy peligroso para ellos.

“Yo no me puedo acostumbrar a ver cómo una persona tiene que hacer un esfuerzo sobrehumano para ir en busca de la vida”, dice Fray Tomás. El aniversario de San Fernando es un momento para reflexionar sobre nuestra política migratoria, para recordar que tristemente San Fernando no fue la última masacre de personas migrantes de la que hemos escuchado y que los hechos continúan en impunidad, que, como Fray Tomás, no debemos acostumbrarnos a esta realidad.

Mónica Oehler Toca

Trabaja actualmente en el área de Estrategias Jurídicas de Amnistía Internacional, estudió derecho en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y ha realizado diversos cursos en materia de derechos humanos. Cuenta con experiencia en litigio estratégico de personas migrantes y refugiadas.

Lo dice el reportero