El presidente ejecutivo de Prisa, Juan Luis Cebrián, confirmó este miércoles que abandona el cargo y propuso el nombramiento de Manuel Polanco como nuevo presidente (no ejecutivo) a partir de esa fecha. El diario El País, la cadena de radio SER y la editorial Santillana son algunas de las marcas del grupo.

Por Antonio M. Vélez
Madrid, 15 de noviembre (ElDiario.es).– "Me voy, me voy, me voy, pero me quedo". Parafraseando "Yo sé qué ver y oír", un poema de Miguel Hernández, el presidente ejecutivo de Prisa, Juan Luis Cebrián, ha confirmado este miércoles que abandona el cargo, en principio, el próximo 31 de diciembre, y ha propuesto el nombramiento de Manuel Polanco como nuevo presidente (no ejecutivo) a partir de esa fecha.
Cebrián deja la primera línea ejecutiva de la empresa propietaria de El País y la SER "con la tranquilidad del deber cumplido", pero permanecerá como presidente de El País y de una nueva fundación con el nombre del rotativo. Lo hace tras aceptar el "requerimiento de algunos accionistas y algunos relevantes protagonistas de la vida de nuestra empresa".
En su discurso a los accionistas, Cebrián ha atribuido su marcha, que dice que ha decidido poner en marcha "personalmente", al "inevitable paso del tiempo" y a la necesidad de "garantizar un futuro sólido al margen de cualquier tipo de personalismos" y de que los nuevos inversores que se incorporen a la compañía conozcan los planes estratégicos y la visión a medio y largo plazo.
El ejecutivo ha negado que quisiera "atrincherarse" en el cargo y ha asegurado que su salida "puede facilitar la incorporación de inversores no especulativos con visión de medio largo plazo".
Su sustituto, Manuel Polanco, es, ha dicho, "una garantía para nuestros propósitos". Cebrián ha recordado la "mutua e indestructible lealtad" que le unió al padre del futuro presidente de Prisa, Jesús de Polanco, frente "a los aprovechados o los débiles, dispuestos siempre a defender un interés particular en perjuicio" de los de la compañía.
Durante la asamblea, Cebrián ha venido a defender una cosa y la contraria: que la situación de Prisa está ya encarrilada y que su situación es "dramática", ante la ampliación de capital que se somete a aprobación de los socios. También ha ocurrido algo muy poco habitual en este tipo de asambleas: han tomado la palabra varios consejeros del grupo en calidad de accionistas para cuestionar de forma abierta la gestión del presidente.

En la junta ha intervenido el representante del fondo Amber, el mayor accionista de Prisa con el 19 por ciento. El consejero Joseph Oughourlian ha arremetido contra Cebrián y una gestión que "no es que haya sido mala, es lo siguiente".
Ha recordado que ha pedido su marcha para acudir a la ampliación de capital de 450 millones que debe aprobar Prisa este miércoles para sanearse y ha negado que la salida del ejecutivo sea voluntaria. También ha anunciado su voto en contra de la compensación de 6 millones de euros que va a cobrar Cebrián cuando abandone la presidencia ejecutiva.
Por su parte, consejeros independientes como José Luis Leal, ex ministro de UCD y expresidente de la patronal bancaria, Gregorio Marañón y el francés Alain Minc han preguntado por el posible cese en bloque de esta tipología de consejeros, extremo que Cebrián no ha confirmado y que no figuraba en el orden del día de la junta. La propuesta de cesar a todos los consejeros independientes ha sido presentada finalmente por un accionista minoritario, José Francisco Estévez Rodríguez.
En la junta también ha intervenido, en representación de un grupo de accionistas al que no ha identificado, el exministro de Cultura del PSOE y ex director del Instituto Cervantes, César Antonio Molina, que ha glosado la gestión de Cebrián: "Hoy El País no ha perdido un ápice de todo este prestigio y respeto", ha asegurado.
La asamblea, inicialmente prevista para finales de octubre, tuvo que ser aplazada tras el frustrado nombramiento del expresidente de Indra, Javier Monzón, como sustituto de Cebrián.
La junta ha estado amenizada por una sonora protesta, a las puertas de la Casa de América, donde se ha celebrado la reunión, de trabajadores de Pressprint, la imprenta de El País, en protesta por el cierre de la planta y un nuevo expediente de regulación de empleo, "el tercero en menos de cinco años". "Es una medida más del manual de estos ejecutivos que llevan años descapitalizando nuestras empresas mientras ellos se llenan de bonus sus alforjas", lamenta el comité de empresa en una nota dirigida a los accionistas de Prisa.




