En términos legislativos, la Ley General de Protección Animal es inminente. Su creación es un mandato constitucional para el Congreso y una exigencia permanente de la sociedad civil organizada que por años ha trabajado por este momento histórico para todos los animales del país.
la Ley General de Protección Animal es inminente, sí, no obstante, el riesgo sigue latente, pues es en este proceso en el que las legisladoras y legisladores del Congreso de la Unión deberán demostrar su verdadero compromiso con la población representada y su deber con los animales. Desde Igualdad Animal estamos trabajando para asegurar que esto así sea, a pesar de que en los foros de parlamento abierto los sectores que lucran con la explotación animal han tenido más representación que las organizaciones que trabajan en favor de los animales e incluso que representantes de la academia.
Así sucedió en el primer foro en el que Igualdad Animal participó en marzo pasado en la Cámara de Diputados y este abril en el Senado. Aunque esta situación es destacable, el compromiso de quienes representamos a los animales y sus intereses en este proceso se mantiene firme: esta ley será por y para los animales.
En los ejercicios realizados en ambas cámaras fue notable que en los sectores que se oponen a avanzar en materia de protección y bienestar animal o que quisieran una ley laxa que en nada ayudará a los animales, hay desconocimiento sobre las iniciativas formalmente presentadas por diferentes legisladoras y legisladores.
Igualdad Animal, además de impulsar una iniciativa basada en ejes fundamentales que garantizan una ley efectiva y moderna, ha entregado recomendaciones sobre los diversos proyectos presentados, para buscar que cualquiera que sea el que se dictamine y vote, contenga estándares mínimos para la protección de los animales en el país.
México está listo
En sus intervenciones en los foros, tantos expertos como funcionarios y legisladores han advertido que el rezago en materia de protección legal de los animales ha sido producto de la falta de consensos y de la oposición de los sectores que lucran con la explotación animal. Sin embargo, también han coincidido en otro aspecto: México está listo para avanzar en la protección y bienestar de los animales.
Esta situación si bien es positiva, nos llama a la sociedad civil a estar más vigilante que nunca, pues la Ley General de Protección Animal debe responder a los desafíos éticos y científicos de nuestros tiempos y no convertirse en una normativa sin los instrumentos jurídicos para su efectiva aplicación.
Por ejemplo, uno de los puntos fundamentales que la Ley debe considerar es permitir que los estados puedan seguir teniendo competencia en cuanto a la protección de ciertos grupos de animales, como los criados para consumo humano, pues esto permitirá una mayor vigilancia para el cumplimiento de lo dispuesto y dejará la vía libre para que las entidades puedan seguir legislando en la materia de manera progresiva, como lo han hecho Hidalgo, Colima y Oaxaca.
En caso contrario, la Federación podría verse rebasada, lo que perjudicaría a millones de animales que las industrias de la carne, leche y huevos mantienen hacinados en condiciones crueles, y al mismo tiempo los estados estarían impedidos de actuar al respecto.
En otros puntos, también hemos impulsado que la Ley garantice niveles de bienestar para animales de compañía, usados para trabajo, en investigación, enseñanza y medicina.
Seres conscientes
Hoy, la ciencia asiste a los animales y reconoce que son seres conscientes y sintientes con la capacidad de sentir dolor y placer, por eso hemos propuesto que la Ley utilice conceptos y terminología actualizada, basada en avances científicos y éticos.
El espectro de la protección y bienestar animal es amplio y aún existen sectores que se oponen a su avance, sin embargo, hoy contamos con todas las herramientas técnicas, filosóficas, científicas y éticas para defender a los animales y dar paso a un país más justo y compasivo. Seguiremos trabajando para que nuestro marco legal reconozca, como la sociedad lo exige, que los animales importan.
