En entrevista con "Los Periodistas", el Ministro Irving Espinosa Betanzo aseguró que uno de los grandes problemas de la vieja Suprema Corte de Justicia es que "no resolvía los asuntos en los tribunales, sino en las comidas familiares".
Ciudad de México, 5 de septiembre (SinEmbargo).- Irving Espinosa Betanzo, Ministro de la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que tomó posesión el pasado 1 de septiembre, afirmó que a tan sólo unos días de haber asumido su cargo han descubierto parte de la opacidad y los excesos con los que se manejaba la Corte que encabezaba Norma Lucía Piña Hernández.
En entrevista con Alejandro Páez y Álvaro Delgado en el programa de "Los Periodistas" que se transmite a través del canal de SinEmbargo Al Aire, el Ministro Espinosa dijo que los Ministros de la vieja Corte contaban con varios privilegios, los cuales nadie conocía.
"Hay cosas que yo no conocía, era un tema tan opaco. Por ejemplo, las y los Ministros tenían para pago de celular al mes 15 mil pesos en seis celulares, eso quiere decir que por cada celular pagaban 2 mil 500 pesos de renta. Hay una gran opacidad, excesos, dispendios, que la verdad tenían razón las personas en sentirse agraviadas con esos grandes privilegios".
Espinosa Betanzo detalló que a su llegada a las instalaciones de la Corte pudo constatar la falta de material informático y que hay algunos bienes en resguardo de ministros que fallecieron hace 10 años.
"No se encuentran bienes informáticos, laptops, tabletas, así están referidos en las actas de entrega. Incluso les puedo decir que hay bienes cargados a ministros que ya fallecieron desde hace 10 años. Ministros que ya fallecieron tienen el resguardo de distintos bienes".
Los nuevos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) elegidos mediante voto popular rindieron protesta la noche de este lunes en el Senado de la República luego de una jornada en la que acudieron a una ceremonia de purificación y de entrega del bastón mando y servicio en el Zócalo de la Ciudad de México.
Las y los ministros Hugo Aguilar Ortiz, presidente de la Corte; Loretta Ortiz Ahlf, Lenia Batres Guadarrama, Yasmín Esquivel Mossa, María Estela Ríos González, Giovanni Azael Figueroa Mejía, Irving Espinosa Betanzo, Sara Irene Herrerías Guerra y Arístides Rodrigo Guerrero García asumieron de manera formal a su cargo a las 22:00 horas.
La llegada de esta Corte pone fin a tres décadas en las que la Corte y todo el Poder Judicial de la Federación actuaron en favor de las élites políticas, económicas, mediáticas e intelectuales que también representaban los presidentes de la República, con decisiones emblemáticas que condujeron a su desprestigio como institución insensible y corrupta, pese a que hubo ministras y ministros que se opusieron a ellas.
Luego de su toma de protesta en el Senado de la República, las ministras y ministros de la nueva SCJN abrieron las puertas del recinto judicial al público, que permanecía cerrada desde hace más de dos años, durante la gestión de Norma Piña Hernández. Lo hicieron, además, con el anuncio de acabar con los sueldos y gastos suntuosos.
Al respecto, el Ministro Irving Espinosa Betanzo señaló que antes de asumir sus cargos, los ministros electos mantuvieron una serie de reuniones para tratar el tema de los excesos en la Corte y determinaron cumplir a cabalidad la Constitución y reducir sus sueldos.
"Previo a la instalación tuvimos varias reuniones y hubo algunos acuerdos que tomamos para que no retrasáramos el funcionamiento de la Corte. Uno de los principales temas que generó inconformidad fueron estos grandes sueldos, estos grandes privilegios. En razón de ello, las y los Ministros decidimos aplicar la Constitución, hacer efectivo el dispositivo constitucional que señala que ninguna persona servidora pública puede ganar mas que la Presidenta de la República".
El Ministro Irving Espinosa Betanzo aseguró que uno de los grandes problemas de la vieja Suprema Corte de Justicia es que "no resolvía los asuntos en los tribunales, sino en las comidas familiares".
Finalmente, el Ministro expresó su compromiso por realizar el mejor trabajo posible, siempre apegado a derecho, para garantizar el derecho a la justicia a todas las personas.
"En mi caso asumo con mucha responsabilidad la decisión de los mexicanos de votar por mí, de llevarme a ocupar un espacio, también de aquellas personas que decidieron no votar por mí y de las que se abstuvieron también, porque la justicia como un derecho humano es para todas y todos y ahí no puede haber distinción. El compromiso es transformar la forma en como se ejerce el derecho".





