Está previsto que los líderes de China y Rusia firmen "una serie de documentos bilaterales" durante los cuatro días de encuentros, remacha el comunicado del Kremlin.
MADRID, 4 May, (EUROPA PRESS).- El Presidente de China, Xi Jinping, protagonizará la semana que viene una visita de Estado de cuatro días a Rusia para acudir al desfile conmemorativo de la victoria soviética en la II Guerra Mundial y mantener conversaciones de alto nivel con su homólogo ruso, Vladímir Putin.
La visita de Xi se prolongará desde el 7 al 10 de mayo, según ha confirmado el servicio de prensa del Kremlin en un comunicado. Durante estos cuatro días, Putin y Xi "discutirán los principales temas para el desarrollo futuro de las relaciones de asociación integral e interacción estratégica, así como temas actuales de la agenda internacional y regional".
Es de esperar que la guerra de Ucrania ocupe un lugar predominante: la invasión rusa del país ha puesto de manifiesto ciertas diferencias entre China y Rusia, por otro lado grandes aliados regionales.
Pekín ha guardado una postura neutral al respecto, pero también ha manifestado su malestar por la invasión al considerar que se trata de un ataque contra la integridad territorial de Ucrania.
Putin cree que Rusia tiene recursos para ganar la guerra sin usar armas nucleares

El Presidente de Rusia, Vladímir Putin, estima que Rusia está perfectamente capacitada para ganar la guerra de Ucrania sin necesidad de recurrir al uso de armas nucleares estratégicas por mucho que esté siendo "provocado" para emplearlas.
"Tenemos fuerzas y recursos de sobra para llevar lo que empezó en 2022 a su conclusión lógica y con el resultado que Rusia necesita", ha explicado Putin en declaraciones extraídas de un documental sobre sus 25 años de mandato al frente del país que será emitido de manera íntegra este domingo.
Al ser cuestionado sobre la posibilidad de emplear armas nucleares, el Presidente ruso ha manifestado una vez más que no tiene intención de recurrir al arsenal estratégico ruso salvo caso de extrema necesidad. Putin ha indicado que el uso de estas armas sería un error.
"Quieren provocarnos y que cometamos errores. No hay necesidad de emplear las armas mencionadas, y espero que no la haya", ha añadido en su conversación con el periodista Pavel Zarubin, autor del documental y presentador de los habituales coloquios con el Presidente ruso "Moscú. Kremlin. Putin" que ha colgado extractos de la entrevista en su cuenta de Telegram.
Negociaciones

En cuanto a las negociaciones con Ucrania, Putin ha asegurado que Rusia tenía intención de cumplir con lo pactado en los conocidos como acuerdos de Minsk 2, pero Moscú "sencillamente fue engañado".
"Aún teníamos confianza, cauta, pero aún había confianza en los acuerdos con nuestros socios occidentales. Cuando firmamos los acuerdos de Minsk esperábamos que se cumplieran, pero, como se vio después, sencillamente fuimos engañados", se ha lamentado
De hecho, Putin ha subrayado que Rusia "no tenía intención de iniciar una guerra", sino que "quería resolver la cuestión del Donbás de forma pacífica".
"Queríamos creer" en el cumplimiento de los acuerdos de Minsk y por eso no se inició antes la "operación militar especial", denominación oficial rusa de la invasión a gran escala de Ucrania.
"No teníamos otra que creer y no realizar movimientos abruptos sin antes realizar el trabajo apropiado en los ámbitos de la seguridad, del refuerzo de las Fuerzas Armadas, y en los de la economía y las finanzas, pero no nos preparamos específicamente para esto. Queríamos resolver el problema del Donbás por medios pacíficos", ha asegurado. "Resultó que la otra parte pensaba y actuó de forma diferente", ha remachado.

En concreto, ha señalado a Occidente, "nuestro adversario geopolítico", de actuar de forma "muy insidiosa" desde los 2000. "Decían una cosa y hacían otra totalmente distinta", ha argumentado. Como ejemplo ha puesto la Segunda Guerra de Chechenia, en la que "las fuerzas políticas occidentales apoyaron a los fundamentalistas del Cáucaso a pesar de que los llamaban terroristas".
"Los llamáis terroristas, fomentáis sus actividades y lo que es más, les apoyáis y aquí están las pruebas. 'Sí, sí, sí. Vamos a restaurar el orden ya', y nada. Y todo era exactamente lo contrario", ha resaltado Putin.
Anteriormente, Rusia lanzó la ofensiva militar y uno de los objetivos primordiales fue la región de Crimea y su estratégico puerto de Sebastopol. "Sencillamente nos vimos obligados a tomar en 2014 la decisión de apoyar a la gente de Crimea y Sebastopol porque cualquier otra decisión hubiera significado que habrían acabado destrozados", ha indicado.
"Asumí que evidentemente habría ciertas dificultades graves y eso es lo que pasó. De inmediato de impusieron sanciones en 2014. Creo que hicimos lo correcto", ha remachado, al tiempo que ha destacado que la economía rusa "sólo se ha reforzado desde entonces". "Desde 2014 hemos dado un gran paso adelante gracias a las sanciones impuestas por los países occidentales a Rusia tras los acontecimientos de Crimea", ha asegurado.

Un sucesor para Putin
El dirigente ruso también se ha referido a la cuestión de su futura sucesión, y ha explicado que piensa en ello "constantemente" y que estudia continuamente a posibles candidatos y su potencial, aunque la decisión dependerá en última instancia de la ciudadanía y considera que su propio voto no sería "decisivo".
"Está claro que hay tecnologías electorales, recursos admiinistrativos, pero en última instancia la decisión es de la gente, del pueblo ruso, de los ciudadanos, de los votantes. Una persona que no tenga la confianza del pueblo no tendría opción de hacer nada serio", ha argumentado.
Putin ha apuntado en cualquier caso a que se trata de "una cuestión absolutamente fundamental". "Por consiguiente, cuando pienso en esto, y pienso en ello constantemente, por supuesto, pienso en que debería surgir una persona, o mejor, varias personas, para que la gente pueda elegir quién se ganará la confianza de los ciudadanos de este país", ha explicado.
Kim Jong-un pide cambiar armas "del siglo pasado" por equipos "de última generación"
El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha insistido en la necesidad de reemplazar las actuales armas del ejército norcoreano por equipos "de última generación" que permitan renovar las Fuerzas Armadas del país en el corto plazo, logrando así "la segunda revolución en la fuerza blindada".
"Reemplazar las armas blindadas del siglo pasado en nuestro ejército por tanques y vehículos blindados de última generación es el tema más importante en la construcción de las fuerzas armadas y la modernización del ejército", ha expresado el mandatario en el marco de una visita a una importante fábrica de tanques.
Kim ha subrayado que modernizar los sistemas de armas de las Fuerzas Armadas norcoreanas en un corto plazo es "una tarea importante para hacer realidad la idea de largo alcance y el plan estratégico del Comité Central del Partido para impulsar la segunda revolución en las fuerzas blindadas".
Este proceso, ha señalado, pasa por la actualización de "todos los procesos de producción" en esa y en otras fábricas, hito que requiere de "un progreso tecnológico constante y un aumento en la producción".
Sólo así lograrán "convertirse en un modelo en el establecimiento de la cultura en el sector industrial de municiones en el nuevo siglo, prestando la debida atención a la mejora del entorno de producción laboral sobre una base avanzada", ha agregado.
Esta propuesta del líder norcoreano forma parte de un conjunto más amplio de tareas pactado en el octavo congreso de su partido, donde se estableció como "objetivo fundamental" de la industria armamentística dotar a sus equipos de "una base inteligente, precisa y altamente eficiente", y "orientar la investigación, el desarrollo y la producción a su implementación".




