Con Alejandro Moreno Cárdenas como presidente nacional, el PRI ha perdido 11 gubernaturas y dejó de administrar los destinos de más de 41 millones de personas.
Ciudad de México, 29 de septiembre (SinEmbargo).- Muy desgastado, con una presencia política cada día más imperceptible en todo el país y proyecciones electorales que le ubican en el mismo nivel que partidos como Movimiento Ciudadano y Verde Ecologista de México, en alrededor de siete puntos o menos de aceptación, al PRI de Alejandro Moreno Cárdenas ya ni el PAN lo quiere como aliado electoral para los comicios de junio del 2027, cuando se renovará la Cámara de Diputados de la Federación.
Los números son devastadores: de poco más de nueve millones de votos que logró en los comicios del 2018 bajó a poco más de seis millones en 2024. Perdió más de dos millones 600 mil votos en seis años.
De más de seis millones de afiliados que tenía en 2017 bajó a casi millón y medio en 2023. Perdió en seis años casi cinco millones de afiliados.
Entre 2021 y 2025 el PRI perdió, en la etapa de Alejandro Moreno Cárdenas, 11 gubernaturas y dejó de administrar los destinos de más de 41 millones de personas. Además de perder presencia política en el ánimo de más de 31 millones de potenciales votantes.



Los gobernadores
Pero si eso no fuera suficiente, los dos gobernadores que le quedan al PRI se mostraron muy obsequiosos con la presidenta de la República Claudia Sheinbaum Pardo, lo que podría presagiar el derrumbe del tricolor en los comicios del 2027, en las dos únicas entidades que le quedan: Coahuila y Durango.
El grito debe haber sacudido hasta lo más profundo al presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas: “Presidenta, bienvenida a su casa. En Durango la queremos, en Durango tiene amigos, en Durango siéntase como con su familia. Y a pesar de que, a lo mejor no somos del mismo partido, yo me identifico con usted y soy claudista. Que no se les olvide. ¡Qué viva Durango!”. Así lo dijo el mandatario priista de Durango, Esteban Villegas Villarreal, el sábado 6 de septiembre del 2025, cuando la presidenta Claudia Sheinbaum visitó Durango, ciudad capital del estado del mismo nombre, para rendir uno más de sus informes con motivo de su primer año de Gobierno.
Al día siguiente, domingo 7 de septiembre del 2025, en Saltillo, Coahuila, el gobernador priista del estado, Manolo Jiménez Salinas, también se le rindió incondicionalmente a la presidenta Sheinbaum: “Esta es su casa. Nos da mucho gusto recibirla (…) Más allá de los colores de partido, aquí lo más importante es Coahuila, aquí lo más importante es México (…) Por ello, Presidenta, cuente con nosotros al 100 por ciento. Y vamos juntas y juntos puro pa’delante a pasos de gigante”.
Diputaciones
Es comprensible que el dirigente nacional del PAN, Jorge Romero Herrera, advierta que su partido analiza una alianza con Movimiento Ciudadano, pues su coalición con el PRI está desgastada, como lo expresó el pasado jueves 25 de septiembre del 2025. Mientras tanto, en el PRI, “Alito” Moreno se mueve intensamente en todos los foros posibles, del país y el extranjero, primero para denunciar que es un perseguido político del gobierno de la Cuarta Transformación que encabeza Morena y segundo, con la intención de fortalecer una imagen opositora que le convierta en candidato presidencial para el 2030, aspiración que no sería respaldada por el PAN.
Los más recientes resultados del PRI en la contienda por las diputaciones federales de Mayoría Relativa en Coahuila y Durango no muestran un panorama muy halagüeño rumbo al 2027. En esos dos estados, aún en alianza con PAN y PRD, el Partido Revolucionario Institucional perdió la mayoría de las diputaciones federales en los comicios de junio del 2024.
El PRI tampoco puede ser optimista sobre su futuro si analizamos su desempeño en el ámbito nacional durante los tres últimos procesos electorales para diputados federales, pues entre 2018 y 2024 apenas alcanzó a ganar, por separado, 12 diputaciones federales en tres procesos consecutivos, en los cuales se contendió, en cada uno de ellos, en 300 distritos electorales.
En 2018 el PRI solo ganó por Mayoría Relativa la diputación federal en el Distrito 5 con cabecera en Monterrey, Nuevo León.


La única entidad en donde el PRI ganó por Mayoría Relativa en la contienda por el Senado de la República en 2018 fue en Yucatán, aliado con el Partido Verde y con Nueva Alianza; en tanto que Movimiento Ciudadano obtuvo las dos senadurías de Mayoría Relativa en Nuevo León y el PAN, con sus aliados PRD y MC logró triunfos en Jalisco, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí.
En 2024 el PRI no ganó ninguna Senaduría de Mayoría Relativa y el PAN, en alianza con PRI y PRD logró arrebatarle a Morena las senadurías de Mayoría Relativa en Aguascalientes y Querétaro.
Pese a todo, al PRI no le ha ido del todo mal, pues sigue disfrutando de jugosos subsidios. Este año dispondrá de más de 900 millones de pesos y el próximo tendrá poco más de mil millones de pesos. Nada mal para un negocio político que está a un paso de la bancarrota.










