González Saravia propone una Comisión más cercana, con enfoque de justicia restaurativa y tejido social; descartó que su candidatura fuera partidista, sino surgida de la sociedad y organizaciones.
Ciudad de México, 4 de noviembre (SinEmbargo).- La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México tiene nueva titular: este jueves, ha asumido María Dolores González Saravia Calderón, luego de que el Congreso capitalino la designara para el periodo 2025-2029 Tomó posesión inmediatamente y frente a ella se extienden retos que ya ha enfrentado desde otras trincheras.
El pleno del Congreso de la CdMx votó con 60 votos. A continuación, antes del mediodía de este jueves, González Saravia tomó protesta ante los legisladores capitalinos. La nueva funcionaria, cuya candidatura nació de un proyecto colectivo y ciudadano, había señalado en entrevista con Blanca Juárez y Romina Gándara para A las Dos, noticiario que se transmite por SinEmbargo Al Aire que el organismo funcionará como "puente" entre la sociedad y las instituciones.
El lunes, la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de la Ciudad de México aprobó un dictamen en el que establece que María Dolores González Saravia “cuenta con el perfil más idóneo para dirigir” el organismo defensor de los derechos humanos en la capital. Desde hoy, ella es la ombudsperson capitalina.
#ÚltimaHora 🔴 | Con 60 votos a favor, el #CongresoCDMX designó a María Dolores González Saravia Calderón como presidenta de la @CDHCMX para el periodo 2025–2029.
🏛️ La nueva titular rindió protesta ante el Pleno. pic.twitter.com/X4iGPHLXlT
— Congreso de la Ciudad de México (@Congreso_CdMex) November 6, 2025
La candidatura de González Saravia ha sido respaldada por organizaciones de causas muy diversas. Pero todas, en la búsqueda del reconocimiento de los derechos de quienes históricamente han vivido exclusión y discriminación. Su postulación, dice ella en entrevista para SinEmbargo, es “un proyecto colectivo y que viene de la sociedad civil; de defensoras y defensores, de grupos, de organizaciones”.
En la sesión de dictaminación, la Diputada Jannete Guerrero, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de la Ciudad, dijo: "El perfil de María Dolores González Saravia Calderón destacó por su alta puntuación y reconocimiento generalizado, no sólo de esta Comisión, sino de un amplio espectro de la sociedad que le expresó su apoyo".
"Con más de 40 años de experiencia en la defensa de los derechos humanos, la mediación y la construcción de paz, González Sarabia ha participado en procesos históricos como los diálogos de San Andrés y el acompañamiento a víctimas en casos emblemáticos", añadió.

La nueva líder de la CDH-CdMx es hermana de la Gobernadora morenista de Morelos, Margarita González Saravia. Así respondió sobre sus lazos:
—Para las Comisiones de Derechos Humanos es indispensable y necesaria la autonomía. Por eso se ha reprochado la liga partidista que ha tenido la titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y usted tiene un lazo familiar con la Gobernadora de Morelos. ¿Cómo garantizar ese deslinde de tanto del partido, como de la influencia de la Gobernadora, y que se llegue a garantizar la autonomía?.
—Yo no he sido nunca parte de ninguna organización político-partidaria, no he sido parte de ninguna institución pública. Toda mi trayectoria se ha dado desde la sociedad civil, primero en los movimientos sociales y después en organizaciones civiles, hasta la fecha.
María Dolores González Saravia ha dirigido Servicios y Asesoría para la Paz (Serapaz), una de las organizaciones civiles más relevantes en el país en procesos de diálogo, mediación y construcción de paz, especialmente en conflictos sociales, políticos y de derechos humanos desde la década de 1990. Ella participó en los Diálogos de Paz en Chiapas y en mediaciones de alto perfil como los conflictos de Oaxaca, Atenco y Ayotzinapa.
"Colaboro en un centro de economía social y solidaria de la Universidad Iberoamericana con un proyecto también civil que se llama Eutopía y Estrategia", una plataforma para la construcción de paz. "Toda mi trayectoria está por ahí. Tengo este privilegio", argumentó.

La economista por la UNAM, y especialista en mediación y transformación de conflictos por la Ibero, resaltó que su candidatura no provino de alguna propuesta política: "Está sostenida en un proceso de organizaciones civiles, sociales, de defensores. Creo que eso es lo que garantiza la autonomía".
De la sociedad civil a ombudsperson
Cuando González Saravia Calderón habla sobre su postulación y su plan de trabajo con enfoque de construcción de la paz, de justicia restaurativa y de cercanía con la ciudadanía, lo dice en plural.
"Esa fue un poco nuestra valoración para tomar una apuesta que es muy distinta a todas nuestras trayectorias. Al menos de este grupo que no hemos estado antes involucrados ni lo estamos, de hecho, con alguna institución política o pública", indicó. Se refiere a las organizaciones y activistas que la acompañan. Y también se refiere a que creyeron que en estos momentos “la sociedad civil necesita estos espacios y puentes".
—Hay varias organizaciones de defensa de derechos humanos que apoyaron tu candidatura y que, por mucho tiempo, quisieron estar al margen de las instituciones. ¿Por qué esta vez han decidido si participar?
—La valoramos como una coyuntura que tenía condiciones favorables para ampliar, y fortalecer marcos y condiciones de derechos en la ciudad. Decíamos 'hay un marco que es muy garantista, que es la Constitución Política. Prácticamente la Constitución te da derecho casi al paraíso'. Es una constitución muy interesante, es una carta de derechos realmente. Tenemos una visión sobre la ciudad también desde la institucionalidad interesante, que se expresa en el Plan de Desarrollo que hoy está siendo puesto a consulta de la ciudadanía, el cual también plantea una profundización del acceso a derechos.

Para María Dolores González Saravia, en la capital del país hay "un tejido social organizativo importantísimo". Está hilado por "los movimientos sociales, las organizaciones civiles que por años han acompañado estos procesos de exigencia de derechos. También por las comunidades indígenas y rurales en el sur. Y, en general, las redes comunitarias de solidaridad".
Ese tejido incluso lo conforman las universidades, organismos no gubernamentales e iglesias, dice. Y la Comisión de Derechos Humanos local será un espacio de participación "más abierto, sistemático para abordar de manera más articulada las problemáticas".
La ciudad, por su magnitud, agrega, “por su importancia económica, por ser una capital, una metrópolis, incluso una megalópolis con los estados vecinos, es de una tremenda complejidad”. Por ejemplo, en los últimos años, la gentrificación se ha convertido en uno de los fenómenos más desafiantes en la Ciudad de México. El "crecimiento bajo la lógica del mercado inmobiliario y la necesidad de recuperar su función social y garantizar, como dice la Constitución actualmente, el derecho a la ciudad para todos" ha sido una verdadera resistencia.
Los pendientes para González Saravia
🏛️📜 La Comisión de Derechos Humanos del #CongresoCDMX presentó ante el Pleno el dictamen para la designación de quien presidirá la @CDHCMX para el periodo 2025–2029. pic.twitter.com/t6DxFY5oKI
— Congreso de la Ciudad de México (@Congreso_CdMex) November 6, 2025
Además de eso, en la Comisión de Derechos Humanos local “hay una cantidad muy importante de quejas y recomendaciones alrededor del derecho al debido proceso, al acceso a la justicia. Pero nosotros pensamos que es importante que la población también entienda que están sus derechos a la ciudad misma. A veces no es algo que tenemos muy consciente cuando hablamos de derechos humanos".
María Dolores González Saravia Calderón reconoce que la gestión saliente de la Comisión, que estuvo a cargo de Nashieli Ramírez Hernández, “ha hecho una labor muy importante de crear una capacidad técnica, jurídica, que la tiene en un muy buen nivel de recepción de quejas y procesamiento de éstas, hasta recomendaciones particulares y generales”.
Ahora, señala, “es muy importante dar un paso más hacia la presencia que hoy existe en las Alcaldías. Convertir a la Comisión en un anclaje mucho más fuerte, que fortalezca tejido social, que genere un proceso más amplio de cultura de derechos humanos y paz entre la población para no solamente eh generar mayores vínculos sociales, sino también una conciencia de estos derechos y de sus condiciones de exigibilidad”.





