En todos lados se cuecen habas.
No sólo el presidente Felipe Calderón Hinojosa está siendo cuestionado por meter la mano en la elección presidencial, en pro de la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota.
Ahora, el titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Heriberto Félix Guerra, fue acusado por los propios panistas sinaloenses de “dar línea” en el Partido Acción Nacional en Sinaloa (vía el delegado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) en esa entidad, Gonzalo Calderón Flores), para que los blanquiazules votaran a favor de Carlos Castaños Valenzuela y Francisco Salvador López Brito.
Ambos personajes, ahora candidatos a diputado federal y senador, respectivamente, fueron los ganadores de la jornada del pasado 19 de febrero.
Castaños Valenzuela se desempeñaba como delegado de la Sedesol en Sinaloa y, claro, pertenece al grupo político de Félix Guerra, lo mismo que López Brito, ex alcalde del municipio de Ahome.
Al respecto Nirvardo Zamora y Jaime Sánchez Zambada, consejeros estatales del PAN en Sinaloa, así como Juan Antonio Castillo y Giovani Osuna, aseguraron a los diarios locales que se utilizaron programas federales para sacar adelante a políticos afines al Secretario de Desarrollo Social, conocido como el “jaranero” o el “tarolero”, debido a su gusto por interpretar esos instrumentos musicales a la menor provocación.
También denunciaron que ahora son presionados laboralmente por Calderón Flores desde la delegación local de la Sagarpa y temen ser cesados o despedidos, por lo que pidieron la intervención de Francisco Solano Urías, presidente del PAN sinaloense, y Gustavo Madero Muñoz, dirigente nacional del partido.
“A principios de enero fuimos llamados a la Sala de Juntas y a los patios de la Sagarpa; posteriormente, y en la Sala de Juntas nos pidió ‘en corto’ a varios compañeros el delegado de Sagarpa, Gonzalo Calderón Flores, que votáramos para senador por el compañero Francisco Salvador López Brito y por Carlos Castaños, ex delegado de Sedesol”, relató al diario Noroeste el jefe del Centro de Apoyo al Desarrollo Rural en los municipios de Elota y Cosalá, Nirvardo Zamora. Ahí, agregó, se dio la instrucción de no apoyar a panistas contrarios al grupo heribertista.
“Y que no quería (dijo Gonzalo Calderón) ningún voto para Adolfo ‘Popo’ Rojo, para senador, ni para Guadalupe Carrizoza, ni para Luis Roberto Loaiza Garzón, ni para Juan Alfonso Mejía, y que eran órdenes del Secretario de Desarrollo Social, Heriberto Félix Guerra”.
Ahora, incluso, expuso el panista, les ha pedido la renuncia a los cuatro, para colocar gente afín al proyecto político de Félix Guerra.
Total que la guerra sucia no nada más se da de partido a partido, sino al interior de los mismos. La crisis del PAN en Sinaloa es otra muestra y lo más grave es que, en el centro de los dimes y diretes, estén el amigo del presidente Calderón Hinojosa y, además, los recursos públicos de la Sedesol como herramienta central para conseguir votos.
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Luego de la ola de rumores que se desataron entre la tarde del lunes y la mañana del martes pasados, en el sentido de que el ex titular de la Secretaría de Salud federal, José Ángel Córdova Villalobos, sería el representante del PRI a la gubernatura de Guanajuato, el tricolor despejó la incógnita y vía el líder de la Confederación de Organizaciones Populares (CNOP), Emilio Gamboa Patrón, anuncia que su candidato será Juan Ignacio Torres Landa.
La noche previa, el rumor de que Córdova Villalobos –quien perdió la elección interna del PAN en Guanajuato frente a Miguel Márquez Márquez, considerado el “delfín” del gobernador Juan Manuel Oliva Ramírez– desató la furia de los panistas locales.
El candidato panista al Senado y ex dirigente estatal del PAN, Fernando Torres Graciano, afirmó: “Quien más pierde es él porque entonces demuestra quién es verdaderamente Ángel Córdova, alguien que miente, alguien que engaña, alguien que no sabe vivir la democracia, y que cuando no tiene un resultado positivo, entonces con la mano en la cintura cambia de partido, cambia de principios y cambia de doctrina”.
Pero Torres Graciano, lo mismo que todo el panismo nacional, bien saben que maltrataron el ex secretario de Salud, lo minimizaron e incluso, de último minuto, le dieron chance de entrar en las listas de esa partido con una candidatura al Senado de la República.
Córdova Villalobos fue, por mucho, el mejor secretario de tuvo Felipe Calderón Hinojosa en su sexenio. Su respuesta a la crisis de la influenza no sólo le valió elogios a nivel nacional, sino premios internacionales. Pero a los panistas, comenzando por el propio Presidente de la República, se les olvidó todo eso y lo botaron como al peor.
De ahí que, por poco, el elemento más valioso que tuvo el gabinete presidencial acaba siendo el representante del priísmo; ahora toca a Torres Landa dar la batalla en un estado que es baluarte del panismo, pero cuyo dominio está ciertamente en riesgo.
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El diputado Manuel J. Clouthier Carrillo volvió a defender el derecho de los ciudadanos para votar y ser votados, no necesariamente al estar afiliados a un partido político, de acuerdo con la Constitución Mexicana.
En un comunicado, el político sinaloense anunció que hizo suya la Iniciativa con Proyecto de Decreto por el que se deroga el numera 1 del artículo 218 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, y la presentó ante el diputado Armando Ríos Piter, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados.
Actualmente el numeral 1 del artículo 218 del Cofipe, indica lo siguiente:
“Artículo 218.
“1. Corresponde exclusivamente a los partidos políticos nacionales el derecho de solicitar el registro de candidatos a cargos de elección popular”.
Para Clouthier Carrillo dicho numeral “violenta gravemente” lo estipulado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, respecto al derecho a ser votado y a participar en la vida democrática de la nación, por lo siguiente:
“De acuerdo al artículo 35, fracciones I y II de la Constitución General, es prerrogativa del ciudadano el de poder ser votado para todos los cargos de elección popular teniendo las cualidades que establezca la ley. Dichas cualidades deben referirse siempre a aquellas inherentes a la persona humana, entre de las que ninguna forma debe encontrarse la pertenencia o postulación por un partido político”.
Esto es, a nivel federal la Constitución no establece límites a la prerrogativa de ser votado. Además, del artículo 41 de la Constitución General, se desprende que no es una prerrogativa exclusiva de los partidos políticos el proponer candidatos para cargos de elección popular.
A su juicio, sujetar la posibilidad de participar como candidato a condiciones irrazonables –como lo es el requisito de pertenecer a un partido político– que impiden de facto la posibilidad de votar y ser votado, “resulta discriminatorio y violatorio de los derechos político electorales del ciudadano”.
Ahí, pues, otra exigencia que recoge una necesidad ciudadana en México y esa reforma al Cofipe sería un gran paso para frenar ese otro monopolio dañino: el de los partidos políticos.
