Claudia Sheinbaum acusó que el Gobierno de Miguel Ángel Mancera en la capital del país, si bien no contribuyó a la gentrificación en el área que comprende la Roma-Condesa, sí fue parte del proceso en otras zonas.
Ciudad de México, 9 de julio (SinEmbargo).– La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo afirmó este miércoles que la gentrificación es un proceso que se ha vivido en diversas zonas de la Ciudad de México (CdMx) y que, en algunos casos, fue promovido desde el Gobierno; particularmente señaló a la Administración de Miguel Ángel Mancera de impulsar o ser parte del proceso de gentrificación.
“Son procesos que se han vivido en la Ciudad de México y en otras ciudades del mundo, donde la población original que vive en cierta colonia empieza a verse desplazada por vivienda de otro nivel económico. Entonces una persona que vive en una vivienda que paga una renta o que tiene ahí su casa de hace mucho tiempo, se generan procesos, a veces promovidos desde el Gobierno. No es este el caso, ni de cuando fui Jefa de Gobierno, ni de Clara Brugada, obviamente. Se dio mucho en el periodo de Mancera en la Ciudad de México, donde se cambia el uso de suelo, por ejemplo, en un lugar donde había uso de suelo de una vivienda de tres pisos, se cambia a una vivienda de 20 pisos”, expresó.
Durante su conferencia de prensa matutina, Sheinbaum Pardo explicó que la gentrificación es un fenómeno que se ha vivido en distintas zonas de la capital, así como en otras ciudades del país y del mundo. En su intervención, detalló que ocurre cuando la población original de una colonia comienza a ser desplazada por personas con mayor poder adquisitivo, lo que encarece la vivienda y modifica el tejido social.
Aunque aclaró que esos procesos no fueron promovidos directamente por su Gobierno, contrastó con otras zonas donde sí hubo participación de las autoridades: “Se dio mucho en el periodo de Mancera en la Ciudad de México, donde se cambia el uso de suelo, por ejemplo, en un lugar donde había una vivienda de tres pisos, se cambia a una vivienda de 20 pisos”, indicó. “¿Qué es lo que pasa? Que es muy rentable para aquellos desarrolladores inmobiliarios que dicen: ‘Este terreno te lo compro’. Y se hace una vivienda que tiene un costo mayor y son muchos pisos en el mismo edificio. Así se va ampliando la cantidad de personas que van llegando a estos lugares, expulsando a los pobladores originales”.
La mandataria mexicana destacó que en el caso de los procesos de redensificación, se pueden dar, pero no deben llevarse a cabo sin el involucramiento de las personas que habitan las zonas afectadas. “Si se dan procesos de redensificación, pues tiene que hacerse en un proceso participativo”, apuntó. “Hay otros procesos de elevar el número de pisos, pero que se hacen con la gente. Entonces eso es otra cosa, es un proceso participativo donde se platica con la gente, donde se le pide opinión para redensificar la zona, pero participa la ciudadanía que vive ahí en todo este proceso”.
Por otra parte, mencionó que el caso específico de la colonia Roma-Condesa el fenómeno ha sido por otros temas, producto de múltiples factores que han ocurrido durante años, no del Gobierno, sino otros factores como la apertura de comercios y restaurantes que atrajeron visitantes y, posteriormente, a nuevos residentes de mayores ingresos. “Fueron llegando a vivir y fueron encareciendo las rentas a partir de la demanda de esta zona”, precisó.
La Jefa del Poder Ejecutivo aseguró que no toda la gentrificación está vinculada con el Gobierno o la llegada de personas extranjeras. “Eso hay que aclararlo. No necesariamente un proceso de gentrificación está asociado a personas extranjeras que vengan a vivir a México, a esta zona”.
Lo anterior lo comentó la mandataria, a propósito de la marcha antigentrificación, pues advirtió sobre el riesgo de que el fenómeno derive en actitudes de xenofobia o discriminación:
“En la manifestación que hubo en la Ciudad de México, por más legítima que sea la demanda de la gente que vive en los lugares, no se puede aceptar la violencia ni los discursos de odio. Eso no es México, y más la Ciudad de México, que vive de la migración, que ha vivido de la migración. Esta ciudad se construyó, sí, de los pobladores originarios, pero de mucha migración de todo el país y de muchos procesos de asilo político y de migración que siguen ocurriendo”.
Sheinbaum concluyó que su Gobierno trabaja en mecanismos para enfrentar el problema del encarecimiento de la vivienda. “Tiene que atenderse de manera integral el que no se encarezca el nivel de vida en la ciudad, y particularmente el costo de la renta y la vivienda”, sostuvo. “¿Cómo se hace? A través de distintos mecanismos y también construyendo vivienda social, que es lo que nosotros estamos haciendo. Recuerden que todo el proceso de las viviendas no lo estamos haciendo alejado, no lo estamos haciendo en la periferia, como se hizo por mucho tiempo, sino cerca de los lugares de trabajo”.





