Marchas violentas, apoyo al intervencionismo estadounidense, protección a funcionarios corruptos, así como una falta de propuestas es lo que durante este 2025 distinguió a la derecha mexicana, misma que también se colgó de lamentables sucesos, como lo fue el asesinato de Carlos Manzo, quien se desempeñaba como Alcalde de Uruapan, Michoacán, con el propósito de volver a posicionarse entre el electorado.
Ciudad de México, 27 de diciembre (SinEmbargo).- Después de la paliza que los mexicanos le propinaron en la elección de 2024, con Xóchitl Gálvez como su candidata presidencial, la derecha mexicana mantuvo la misma línea errática durante 2025 con diez decisiones que explican su actual condición.
1.- Ni programa ni propuestas. Si PRI y PAN juntos no lograron articular conjuntamente un programa alternativo, ni siquiera un decálogo para los mexicanos, menos lo hicieron cada uno por su parte tras separarse en 2025. El PAN ni en su relanzamiento ofreció propuestas al electorado, apenas una promesa de elaborar un proyecto y con un afianzamiento de su postura de extrema derecha. Y el PRI tampoco creó ninguna propuesta alternativa y sólo endureció su discurso antigubernamental con mentiras y hasta con leperadas.
2.- El recurso de la violencia. La manifestación del 15 de noviembre fue convocada por los anónimos que están detrás de la cuenta de redes sociales de la generación zeta, pero toda la derecha partidaria, empresarial e intelectual que lidera Claudio X. González la impulsó por todos los medios. El propósito de la movilización, que imitó a los jóvenes de Nepal y Bangladesh, era derrocar al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum. Se produjeron acciones de violencia en el Zócalo y vandalismo de grupos abiertamente nazis, la mayoría individuos embozados. Esta conducta estuvo precedida por la violencia física que ejerció el dirigente del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, contra el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, y una declaración de su similar del PAN, Jorge Romero, en el sentido de que lo único que le queda a la oposición es la violencia.

3.- La intervención de Estados Unidos. Se han vuelto sistemáticas las peticiones de dirigentes y parlamentarios de PRI y PAN para que el gobierno de Estados Unidos intervenga, hasta militarmente, en México. Hasta han viajado a Washington para quejarse y solicitar su injerencia en asuntos que sólo corresponden a los mexicanos. En plena campaña presidencial, en 2024, Xóchitl Gálvez fue a Nueva York y a Washington, mientras que delegaciones de esos dos partidos también lo han hecho este año, sometiéndose a Donald Trump, quien agrede y discrimina a los compatriotas que viven allá.
4.- La candidatura a Ricardo Salinas Pliego. Así sea en grado de tentativa, la candidatura presidencial ofrecida a este magnate deudor de más de 74 mil millones de pesos de impuestos constituye un error del presidente del PAN, Jorge Romero. Sólo considerarlo prospecto presidencial implica la defensa de quienes usan su poder económico y mediático para no cumplir con sus obligaciones tributarias.
5.- Las mentiras y el odio. Si algo ha caracterizado y hasta cohesionado a todo el espectro de la derecha partidaria, mediática e intelectual es la mentira y el odio. En la campaña de 2024 se crearon artificialmente tendencias en redes sociales, retomadas por los medios convencionales, para asociar al oficialismo con el narcotráfico. Este año se impulsaron las listas de supuestos políticos con el narcotráfico, que hasta Estados Unidos desmintió. Contra la presidenta Claudia Sheinbaum se han desatados insultos como subordinadas del expresidente Andrés Manuel López Obrador y hasta por su origen judío, al mismo tiempo que se llama “indios”, “nacos” y “jodidos” a los mexicanos que apoyan a la Cuarta Transformación.
6.- Respaldo y asesoría a Norma Piña. En vez de cumplir con los mandamientos de la Constitución, la ministra presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación asumió una postura de oposición, en buena media porque eso le recomendaron sus asesores políticos que se reunían en el domicilio del escritor Federico Reyes Heroles, padre de la secretaria general de la presidencia del Máximo Tribunal. La derecha justificó, sin proponérselo, la reforma judicial que derrumbó su último bastión, el Poder Judicial que construyó Ernesto Zedillo para proteger las políticas neoliberales.
7.- Sabotaje a la elección judicial. En la misma línea de oposición radical a la reforma judicial, la derecha abandonó las candidaturas que se inscribieron para juzgados de distrito, tribunales y la SCJN, mujeres y hombres que ya formaban parte del Poder Judicial de la Federación y que pudieron haber ganado. En Aguascalientes la derecha impuso como presidenta del Poder Judicial local a la hija de la excandidata presidencial Josefina Vázquez Mota, pero a nivel federal se impuso la estrategia de descalificar la elección.
8.- La protección a Francisco García Cabeza de Vaca. El PAN improvisó un cargo, representante en América del Norte, para proteger a un exgobernador fugitivo, escondido en Estados Unidos, acusado de delincuencia organizada, defraudación fiscal y lavado de dinero, entre otros delitos. El gobierno de Tamaulipas, en el sexenio de García Cabeza de Vaca, fue una fuente de enriquecimiento de prominentes panistas del grupo de Felipe Calderón, que ahora ostentan cargos en la cúpula de ese partido.

9.- Los partidos pro Trump. Dos formaciones de ultraderecha abiertamente simpatizantes de Donald Trump que pretendían convertirse en partidos políticos fracasaron en 2025. México Republicano, encabezado por el expriista Juan Iván Peña Neder y los estadounidenses Larry Rubin y Gricha Raether, y Movimiento Viva México, del actor Eduardo Verástegui, no lograron celebrar ni una sola asamblea y apenas afiliaron a un puñado de mexicanos. Fue un error: Los mexicanos aborrecen históricamente a los vendepatrias.
10.- El asesinato de Carlos Manzo. Desde la noche misma del asesinato del alcalde independiente de Uruapan, Carlos Manzo, el 1 de noviembre, la derecha buscó capitalizarlo políticamente. Sin esclarecerse mínimamente las circunstancias y menos la autoría intelectual del crimen, se culpó a la presidenta Claudia Sheinbaum y al gobierno de Michoacán, y se trató de capitalizar a favor de PAN y PRI, pese a que la víctima había sido diputado federal de Morena. El crimen se volvió bandera de la manifestación de la generación Z, en 15 de noviembre, que terminó en violencia. El activismo prianista amainó cuando la viuda, Grecia Quiroz, anunció que buscará la gubernatura por la vía independiente, respaldada por el “movimiento del sombrero”, antagónico también al PRIAN.





