En medio de la embestida arancelaria de Donald Trump contra la India, Narendra Modi, Primer Ministro indio, sostuvo hoy "una fructífera reunión" con Xi Jinping, Presidente chino, en la que "alcanzaron nuevos e importantes consensos sobre el desarrollo de las relaciones bilaterales", declaró un alto funcionario del Partido Comunista de China (PCCh) citado por la agencia de noticias Xinhua.
Ciudad de México, 31 de agosto (SinEmbargo).– India parece estar bien. The Wall Street Journal narró hace unos días que su economía aceleró “inesperadamente” en el trimestre abril-junio, ya que un mayor gasto gubernamental compensó la moderación de la actividad industrial. De hecho, creció 7.8 por ciento interanual. Ya lo quisiera Estados Unidos (EU) o cualquier país del mundo. “Esta cifra superó la mediana del 6.6 por ciento prevista en una encuesta en la que los 12 economistas habían pronosticado una desaceleración”, dijo el mismo diario.
E incluso la rupia india, su moneda, alcanzó un mínimo histórico el viernes pasado.
Pero, aunque Narendra Modi apareció este fin de semana junto a Xi Jinping, Presidente de la República Popular China, en un abrazo que rompe con un distanciamiento de décadas, la cosa no va tan bien para India. ¿La razón? El arancel del 50 por ciento que Washington aplica a los productos indios entró en vigor el miércoles pasado, combinando un "arancel recíproco" anterior del 25 por ciento de agosto y con una multa adicional del 25 por ciento dirigida a las compras de petróleo ruso por parte de la India.
Had a fruitful meeting with President Xi Jinping in Tianjin on the sidelines of the SCO Summit. We reviewed the positive momentum in India-China relations since our last meeting in Kazan. We agreed on the importance of maintaining peace and tranquility in border areas and… pic.twitter.com/HBYS5lhe9d
— Narendra Modi (@narendramodi) August 31, 2025
Y esto es, simplemente, lo que se ve en la superficie. En el fondo, es una ruptura honda que cruza varias placas continentales.
Kapil Komireddi, autor de “República malévola: una historia de la nueva India”, cuenta hoy en un ensayo publicado en The New York Times que durante tres décadas, sucesivos presidentes estadounidenses invirtieron un enorme capital diplomático para cultivar una amistad con la India.
“Bill Clinton, quien sentó las bases de la alianza moderna entre Estados Unidos y la India, calificó a ambas democracias como ‘aliados naturales’. George W. Bush las describió como ‘hermanos en la causa de la libertad humana’. Barack Obama y Joe Biden presentaron la relación como uno de los pactos globales que definirían este siglo. Para Washington, India era un vasto mercado emergente, un contrapeso potencial a China, un socio clave para mantener la seguridad del Indopacífico y una potencia en ascenso cuya identidad democrática reforzaría un orden internacional basado en normas”, dice el autor.

Y al mismo tiempo India, desconfiada de Occidente tras casi un siglo de dominio colonial británico, abandonó sus recelos de la Guerra Fría hacia Washington, que había armado y financiado a su archienemigo, Pakistán, durante décadas, y se acercó cada vez más a Estados Unidos.
Y “sólo bastó un verano para que Donald Trump destruyera esos logros”, dice en su ensayo Kapil Komireddi.
Algo parecido parece estar sucediendo en la relación con México. Durante un siglo, esta Nación fue aliada de Estados Unidos a pesar de tantas agresiones acumuladas en el tiempo: invasiones, robo de territorio, saqueo de petróleo y minerales, explotación de su fuerza laboral, maltrato y odio racial e incluso menosprecio. Pero en las últimas décadas, a partir de Carlos Salinas de Gortari, y durante los gobiernos del Partido Acción Nacional (PAN) y del Partido Revolucionario Institucional (PRI), la relación mejoró con una mayor apertura económica y comercial.

Pero sólo ha bastado este verano para que Trump eche por la borda lo que se construyó en el pasado y, peor aún, lo que se ha construido con paciencia durante los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Claudia Sheinbaum Pardo.
Escribe Jack Nicas ayer en The New York Times:
“Claudia Sheinbaum, al igual que otros pocos líderes del mundo, se ha ganado la reputación de saber calmar a Donald Trump. Una y otra vez, ha entrado en negociaciones tensas con el Presidente Trump y —para sorpresa de muchos— ha salido de ellas con elogios. ‘Me cae muy bien’, dijo Trump en el Despacho Oval en febrero. ‘Lo hice como un acuerdo y por respeto a la Presidenta Sheinbaum’, dijo tras suspender los aranceles que afectaban a México en marzo. Pero la luna de miel parece que está terminando”.
De acuerdo con este periodista con base en la capital mexicana, Trump ha intensificado su campaña de presión a México “con una ofensiva en varios frentes que ha limitado a Sheinbaum, la ha puesto a la defensiva y la ha dejado con pocas buenas alternativas con las cuales responder. Estados Unidos ha desplegado casi 10 mil soldados en la frontera con México, ha acusado a bancos mexicanos de lavado de dinero, ha amenazado con olas de aranceles devastadores, ha revocado los visados de algunos políticos mexicanos y ha designado a varios cárteles del narcotráfico mexicanos como organizaciones terroristas”.
Y a cada paso, agrega Jack Nicas, Sheinbaum ha tenido que lidiar con la situación y ha enfatizado que hay una línea roja que Trump no debía cruzar: infringir la soberanía de México, sobre todo con acciones militares unilaterales.
“Este mes –recuerda el periodista– se dio a conocer la noticia de que Trump había ordenado en secreto al Pentágono que explorara la posibilidad de emprender acciones militares contra los cárteles”.
–No va a haber una invasión. Eso está descartado –dijo la Presidenta mexicana.
“Cuatro días después, su Gobierno cumplió más de lo que las autoridades estadounidenses han exigido, y enviaron a Estados Unidos a 26 personas acusadas de ser operativos de alto nivel de los cárteles. Fue el segundo traslado de este tipo en lo que va de año —con 55 presuntos miembros de cárteles en total—, ambos fuera del proceso legal normal de extradición”.
Y dos días después, añade el periodista, Trump dijo aquello de que “México hace lo que le decimos que haga”.
“Sheinbaum está exasperada, según cuatro personas cercanas al Gobierno que hablaron bajo condición de anonimato para hablar de sus conversaciones privadas. La Presidenta y su Gabinete, según estas personas, se sienten frustrados porque ha dedicado mucho tiempo y atención a satisfacer lo que consideran unas exigencias complejas de Washington y, sin embargo, nunca parece ser suficiente”, dice el texto en The New York Times.
Kapil Komireddi afirma en su ensayo en New York Times que ninguna nación está completamente a salvo del temperamento inestable de Trump.
“Pero India se había dejado engañar por la ilusión de que estaba especialmente protegida por el supuesto vínculo especial entre Trump y Modi, dos hombres egocéntricos que han subordinado las relaciones exteriores de sus naciones a sus personalidades. Modi ha forjado un formidable culto a la personalidad en su país, avivado en parte por las afirmaciones de que Trump y otros líderes mundiales lo adulaban. Cuando Trump fue elegido en noviembre, las figuras mediáticas indias pro-Modi estallaron en una sensiblera mezcla de triunfalismo y alegría ajena. Declararon que, con el regreso del amigo de Modi a la Casa Blanca, los adversarios de la India estaban sobre aviso y se entusiasmaron con la química entre ambos”, detalla el autor.
“Biden pasó por alto este desaire durante su Presidencia. Su Administración continuó considerando a Nueva Delhi un socio vital, si bien ocasionalmente expresó su preocupación por el deterioro de la democracia bajo el liderazgo de Modi. Los partidarios del líder indio creían que Trump, en lugar de sermonear a Nueva Delhi, presionaría a los enemigos del país y aceleraría el ascenso de la India. No ha sido así. Trump ha puesto en peligro la relación bilateral y ha desmantelado, casi de la noche a la mañana, la imagen meticulosamente forjada de Modi como estadista venerado mundialmente, algo que sus rivales en la oposición política india no han podido lograr”, concluye.





