Los robos en el mundo del Arte no son nuevos ni exclusivos de un ámbito. A lo largo de la historia reciente se han presentado diversos hurtos de obras que van desde Da Vinci, pasando por Van Gogh. Incluso hasta las culturas prehispánicas han sido víctimas de este tipo de delitos.
Ciudad de México, XX de octubre (SinEmbargo).- El reciente robo de las joyas de Napoleón que sufrió el Museo del Louvre es sólo un episodio más de los tantos que el Arte ha sufrido a lo largo de la historia. “La Mona Lisa” de Da Vinci, “La Natividad” de Caravaggio, “El grito” de Edvard Munch, “La adoración del Cordero místico”, de hermanos Van Eyck e incluso el robo de más de cien piezas prehispánicas en México, son un ejemplo de este tipo de delitos.
“La Mona Lisa”
No es la primera vez que el Museo del Louvre sufre un robo. Uno de los más recordados tuvo lugar el 21 agosto de 1911, cuando un exempleado de ese espacio, identificado como Vicenzo Peruggia, ingresó la mañana de ese lunes a las instalaciones del museo, descolgó una de las obras más famosos de Leonardo da Vinci, La Gioconda, también conocida como La Mona Lisa, y se la llevó consigo entre su bata de trabajo.
El robo se concretó debido a la poca seguridad con la que en ese entonces contaba el Louvre y a que el día del atracó éste se encontraba cerrado, por lo que las autoridades del museo se percataron de la desaparición de la obra de Da Vinci hasta el día siguiente. La famosa pintura fue recuperada dos años después, cuando Peruggia intentó venderla en la ciudad de Florencia, Italia.

"La Natividad" de Caravaggio
En octubre de 1969, dos sujetos pertenecientes a la mafia italiana irrumpieron en la parroquia de San Lorenzo de Palermo y del cuadro que colgaba en el oratorio arrancaron la famosa Natividad con San Francisco y San Lorenzo, de Caravaggio. Según el testimonio de un excriminal, la obra valuada en 20 millones de dólares, habría seccionada en unas ocho partes para venderlas en el mercado negro, sin embargo, hasta el momento se desconoce con exactitud su paradero.
“Reclining Figure”, de Henry Moore
Otra obra de la que, hasta el momento, se desconoce su paradero es la monumental escultura Reclining Figure, de Henry Moore. misma que fue sustraída en 2005 de los jardines de la Fundación, al norte de la ciudad de Londres, Inglaterra. Lo insólito de este robo es que les tomó sólo 10 minutos a los delincuentes llevarse una figura de dos toneladas de peso. Hasta el momento se desconoce el paradero de la pieza de bronce e incluso algunos piensan que fue fundida en algún lugar.
“El grito” de Edvard Munch
El 12 de febrero de 1994, mientras se celebraban los Juegos Olímpicos de Invierno, un sujeto identificado como Paul Enger ingresó a la Galería Nacional de Oslo, en sólo 50 segundos, se llevó el cuadro “El Grito”, pintado por Edvard Munch. Como una especie de burla dejó un mensaje que decía: “gracias por la falta de seguridad”. Afortunadamente, la pintura pudo ser recuperada y el ladrón fue detenido.

No obstante, en 2004 la historia se repitió. En esa ocasión fueron dos sujetos armados los que ingresaron al Museo Munch de Oslo y, frente a los asistentes, se llevaron una de las cuatro versiones que hay de “El Grito” y una Madonna del icono expresionista noruego. Aunque las piezas fueron recuperadas en 2006, los encargados de las obras dieron a conocer que las obras presentaban daños irreversibles debido a la humedad a la que fueron expuestas.
“Jacob de Gheyn III” de Rembrandt
El retrato titulado “Jacob de Gheyn III”, de la autoría de Rembrandt, también es una de las pinturas que más robos ha sufrido. El primer registro de estos hechos tuvo lugar en 1966, cuando el cuadro fue sustraído de la Dulwich Picture Gallery de Londres, Inglaterra. En tres ocasiones más se presentó el robo de la misma obra, en 1973, 1981 y 1983. Luego de que se recuperó la obra, actualmente está expuesta en dicho museo.
Robo en museo de Boston
En marzo de 1990, tuvo lugar el que es considerado el robo más grande de la historia. Todo tuvo lugar el día 18 de ese mes, cuando dos sujetos disfrazados de policías ingresaron al Museo Isabella Stewart Gardner y en 81 minutos se llevaron 13 obras de arte, de artistas como Degas, Manet, Rembrandt y Vermeer, de este último se llevaron el cuadro conocido como “El concierto de Vermeer”, el más valioso del mundo.
Tras ingresar al museo, los delincuentes sometieron a los guardias y tuvieron la oportunidad de pasear por las salas, que ahora exhiben los marcos vacíos. Hasta el momento se desconoce el paradero de las pinturas y se ofrece una recompensa de nueve millones de euros a quien recupere los cuadros.
Robo en el Museo Van Gogh de Ámsterdam, 1991 y 2002
En 2002, varios sujetos, con ayuda de mazos y escalera, lograron ingresar al Museo Van Gogh de Ámsterdam, de donde sustrajeron dos cuadros, obras que se mantuvieron desaparecidas por 14 años, hasta que en 2016, la Policía italiana logró recuperarlas de manos de la mafia napolitana. Pero este no era el primer robo que sufría el museo Van Gogh, en 1991, cuando le robaron 20 cuadros. Las obras, valuadas en 400 millones de euros, fueron recuperadas al poco tiempo.
Los cuadros de Bacon
En 2015, cinco retratos de Francis Bacon fueron robados. Las obras, por decisión del propio artista británico, estaban en manos de quien fue su pareja, quien las mantenía en su domicilio en Madrid, España, hasta donde llegaron los delincuentes y se llevaron las piezas, de las que en 2017 fueron recuperados tres cuadros. Sin embargo, hasta el momento permanecen desaparecidos dos de las obras, pese a las detenciones que se lograron concretar.

“El Cordero místico”
La obra considerada como la más robada de la historia es “La adoración del Cordero místico” de los hermanos Van Eyck. Y es que cuenta con un historial de robos impresionante. Por ejemplo, en 1794, las tropas de Napoleón sustrajeron el panel central de la pintura, para trasladarlo al Museo de Louvre, en donde estuvo expuesto un tiempo y después lo devolvieron.
En 1816, seis tablas que componen la obra fueron vendidas en circunstancias que se calificaron como extrañas. Además, en 1934, otros delincuentes extrajeron otras dos tablas, de las que sólo se logró recuperar, mientras que la de Juan Bautista continúa desaparecida, por lo que actualmente se expone una réplica. Por último, en 1924, Adolfo Hitler ordenó a sus hombres que se llevaran el políptico, el cual fue localizado tiempo después en las minas de sal.
Piezas prehispánicas en México
México no ha estado exento de este tipo de delitos. En 1985, durante la nochebuena, tivo lugar uno de los robos más grandes de la historia del país, cuando dos sujetos ingresaron al Museo Nacional de Antropología y aprovechándose de la distracción de los guardias de seguridad, quienes se encontraban brindando por la Navidad, sustrajeron 140 piezas de las salas Maya, Oaxaca y Mexica.
Las piezas duraron cuatro años desaparecidas, hasta que en 1989, las investigaciones dieron con Carlos Perches y Ramón Sardina, de 25 y 26 años de edad, respectivamente, dos hombres de clase media inexpertos en la comisión de delitos, quienes mantuvieron en su domicilio las obras prehispánicas, que fueron recuperadas mientras las intentaban vender en el mercado negro.





