Los “viejitos del robo”, como fueron apodados, sustrajeron productos de alto valor, entre ellos bloqueadores solares y cremas dermatológicas.
Ciudad de México, 7 de noviembre (SinEmbargo).- Un grupo de cuatro adultos mayores robaron este viernes artículos de una farmacia por un valor de 33 mil pesos en el distrito de San Miguel, en la ciudad de Lima, Perú.
De acuerdo con la empelada que interpuso la denuncia, los ladrones coordinaron el hurto de manera que la cajera no se percatara de la sustracción de los productos.
En un video que circula en redes sociales, puede apreciarse el momento en que los adultos mayores realizan el robo con varias tácticas distractoras para impedir que fueran detectados.
De acuerdo con los testimonios y el material videográfico, en un primer momento, un varón se acercó a la cajera -quien también era la surtidora del establecimiento- aparentando un dolor de cadera para evitar que esta no se apartara de él.
Miren bien sus caras. Cuatro ancianos entran a una farmacia. Uno distrae a la trabajadora. El otro comienza a hacer sonar sus llaves, cual campana. En tanto las otras saquean la vitrina. ¡Son una banda de delincuentes ancianos! 😫 pic.twitter.com/PIzp2xzHXc
— Un Chasqui del Bicentenario (@unchasqui) November 7, 2025
Mientras la trabajadora atendía los requerimientos del simulador, puede verse a otro de los participantes sacar unas llaves para generar ruido blanco de manera que opacara el sonido de la estantería de la que serían sustraídos los productos.
En tanto esto sucedía, los otros dos involucrados, una mujer y el tercer hombre, se aprestaron a abrir la estantería objetivo para sacar la mercancía y salir del establecimiento.
Los atracadores utilizaron gorras para ocultar sus rostros, escondieron meticulosamente los artículos robados en bolsas negras que sacaron de sus mochilas antes de emprender la huida. La cajera, víctima del atraco, confesó a los medios que no se percató del robo sino hasta minutos después, ya que el tintineo de las llaves le impidió escuchar el momento en que se abrió el mueble de los productos.
Tras caer en la cuenta de lo que había sucedido, la empleada se dirigió a las autoridades para interponer la denuncia correspondiente.
Las autoridades abrieron una carpeta de investigación y trabajan para dar con el paradero de los cuatro responsables, cuyos rostros y acciones quedaron grabados en el material de las cámaras de seguridad.




