Cientos de científicos, expertos e incluso una veintena de premios Nobel han levantado la voz contra la administración Trump por los recortes –tanto de personal como de fondos– que planea llevar a cabo, incluidas misiones importantes en el sistema solar, para enfocarse en la Luna y Marte, dos grandes negocios de empresarios como Elon Musk.
Ciudad de México, 25 de julio (SinEmbargo).– Un grupo de cientos de científicos, expertos, académicos y premios Nobel ha alzado la voz esta semana de manera formal ante los recortes de presupuesto y de personal que el Gobierno de Donald Trump ha llevado a cabo y propone acentuar en los próximos meses contra la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) y sus importantes proyectos para la ciencia no solamente de Estados Unidos (EU), sino del mundo.
En una carta abierta, llamada la Declaración Voyager de la NASA, en homenaje a las sondas gemelas Voyager, la misión de operación más larga de la agencia y las únicas naves espaciales que ha explorado el espacio interestelar, casi 300 científicos se han dirigido a Sean Duffy, el actual administrador interino, en un mensaje contundente. "Disentimos", expresaron abiertamente.
"En vista de su reciente nombramiento como administrador interino de la NASA, le informamos sobre las políticas recientes que han desperdiciado o amenazan con desperdiciar recursos públicos, comprometer la seguridad humana, debilitar la seguridad nacional y socavar la misión fundamental de la NASA. Nosotros, los firmantes de esta carta, discrepamos de estas políticas y planteamos estas preocupaciones porque creemos firmemente en la importancia de la misión de la NASA, la cual nos comprometemos a defender", señalaron los científicos.
"Los cambios programáticos importantes en la NASA deben implementarse estratégicamente para que los riesgos se gestionen con cuidado. Sin embargo, en los últimos seis meses se han producido cambios rápidos y derrochadores que han socavado nuestra misión y han tenido consecuencias catastróficas para el personal de la NASA", explicaron.
"Nos vemos obligados a alzar la voz cuando nuestros líderes priorizan el impulso político sobre la seguridad humana, el avance científico y el uso eficiente de los recursos públicos. Estos recortes son arbitrarios y se han promulgado en contravención de la Ley de asignaciones del Congreso. Las consecuencias para la agencia y el país son nefastas", argumentaron.
El documento es una declaratoria formal de disentimiento, incluida en el reglamento de la NASA. Hasta el martes pasado, había sido firmada por 287 personas. Entre los 131 abajofirmantes que publicaron su nombre, se encuentran 19 premios Nobel, tres ganadores de la Medalla Nacional de Ciencias, el exeditor en jefe de la revista Science, una de las más prestigiosas del mundo, y un rector emérito de la Universidad de Maryland, entre otros expertos.
Los recortes serían catastróficos
La declaración pide a Duffy que no implemente los recortes propuestos por la Administración Trump, "ya que no benefician a la NASA". "Deseamos preservar la misión vital de la NASA, tal como fue autorizada y asignada por el Congreso. Esperamos trabajar junto a usted y a todo el liderazgo de la NASA para continuar con esa misión: ‘explorar lo desconocido en el aire y el espacio, innovar para el beneficio de la humanidad e inspirar al mundo a través del descubrimiento’".
También disienten de los cambios en las capacidades de la Autoridad Técnica de la NASA: que no estén motivados por cualquier motivo que no sea la seguridad y la garantía de la misión. "Los cambios en el sistema de Autoridad Técnica, como se sugirió en el Foro Público de la NASA del 25 de junio, deben realizarse únicamente con el objetivo de mejorar la seguridad, no en previsión de futuros recortes presupuestarios", exigen.

Y es que el Gobierno de Trump propone en su presupuesto un total de 18 mil 800 millones para la NASA, un 24 por ciento menos de los 24 mil 800 millones que tiene este año. Uno de los focos está relacionado con la llegada a Marte, que Trump prometió tras su retorno a la Casa Blanca, y más que una prioridad científica, es el deseo de empresarios como Elon Musk, que han obtenido dinero jugosos contratos gubernamentales para llevar a cabo este deseo.
El problema se ahonda cuando el recorte de un cuarto de su presupuesto afectaría sobre todo a la Dirección de Misiones Científicas de la NASA, que abarca las misiones al sistema solar y la astrofísica. El recorte en ese sector sería del 47 por ciento, pues pasaría de siete mil 300 millones de dólares a tres mil 900 mdd. De acuerdo con un análisis del New York Times, 19 misiones científicas actualmente en funcionamiento, entre ellas el Observatorio de rayos X Chandra, la misión Juno en Júpiter y los dos Observatorios Orbitales de Carbono, serían canceladas y descartadas.
Este cierre de misiones, dicen los científicos de la NASA, "representa una pérdida permanente de capacidad para Estados Unidos, tanto en el espacio como en la Tierra". Una vez que las naves espaciales operativas sean desmanteladas, no podrán reactivarse, alertan. Además, la cancelación de misiones en desarrollo amenaza con poner fin a la próxima generación de observaciones cruciales.
Los expertos argumentan que la investigación básica en ciencia espacial, aeronáutica y la administración de la Tierra son funciones inherentemente gubernamentales que no pueden ser asumidas, ni serán asumidas, por el sector privado, como propone Trump.

La declaración también denuncia las reducciones de personal no estratégicas de la NASA, ya que, argumentan, pondrán en peligro su misión principal. "Miles de empleados de la NASA ya han sido despedidos, han renunciado o se han jubilado anticipadamente, llevándose consigo conocimientos altamente especializados e irremplazables, cruciales para llevar a cabo la misión de la NASA", indicaron.
En abril, tres congresistas demócratas publicaron una carta abierta dirigida a la NASA; entonces encabezada interinamente por Janet Petro, donde identificaban un acceso "extraordinario y alarmante" a instalaciones y sistemas de personal altamente sensible de tres miembros del personal del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), que dirigió hasta hace unas semanas Musk, y con el que buscaba reducir los gastos del Gobierno estadounidense.
De acuerdo con Science, la plantilla de la NASA tendrá que ser reducida de 17 mil 391 empleados hasta 11 mil 800, un 32 por ciento, si los recortes previstos son aplicados. "La rescisión caprichosa de contratos y subvenciones reduce el número de empleos del sector privado asociados a la economía espacial y desalienta la iniciativa empresarial privada al anular los procesos competitivos de selección de subvenciones", manifiestan los expertos en su declaración de disentimiento.
La NASA sigue el ejemplo de otras agencias
La NASA no es la primera dependencia del Gobierno estadounidense que realiza una declaración pública de este tipo. A principios de junio, personal de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés), publicaron su propia carta de disenso formal.

"Discrepamos de las políticas de la Administración que socavan la misión de los NIH, desperdician recursos públicos y perjudican la salud de los estadounidenses y de las personas de todo el mundo. […]. Nos vemos obligados a alzar la voz cuando nuestros líderes priorizan el impulso político sobre la seguridad humana y la administración responsable de los recursos públicos", señalaron.
Trabajadores de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), también protestaron de esta manera en junio. "Los empleados de la EPA se unen en solidaridad con los empleados de todo el Gobierno federal para oponerse a las políticas de esta Administración, incluyendo aquellas que socavan la misión de la EPA de proteger la salud humana y el medio ambiente", señalaron.
"Desde enero de 2025, empleados federales de todo el país han sido denigrados y despedidos con base en falsas acusaciones de despilfarro, fraude y abuso. Mientras tanto, los estadounidenses han presenciado el desmantelamiento de las protecciones de la salud pública y el medio ambiente en la búsqueda de ventajas políticas", alertaron.
Los científicos de la NASA se solidarizaron con sus colegas de los NIH y la EPA en su propia declaratoria.




