El expresidente Barack Obama dijo que aunque no siempre fue muy popular en Medio Oriente por sus reprimendas a los líderes políticos de la región, no existe una justificación militar en Gaza para seguir devastando lo que ya son escombros.
Por Evaristo Lara
Los Ángeles, 27 de septiembre (La Opinión).- Barack Hussein Obama II, expresidente estadounidense, reconoció estar en contra de la devastadora estrategia de guerra producida por Israel en Gaza bajo el argumento de desarticular al grupo islámico.
De acuerdo con el Ministerio de Salud de Gaza, desde el 7 de octubre de 2023, cuando inició la devastación israelí y hasta principios de este mes, más de 65 mil palestinos han muerto, en su mayoría mujeres y niños.
A este dato se suma el hecho que, de acuerdo con el ejército israelí, 640 mil personas han abandonado la ciudad desde entonces.
A pesar de que sólo quedan ruinas donde alguna vez hubo edificios y viviendas, la nación judía no sólo continúa impidiendo la entrega de ayuda humanitaria a los palestinos renuentes a abandonar la tierra de sus ancestros, sino que incrementa sus bombardeos en la región con el objetivo de borrar cualquier evidencia del islam.
Aunque algunas naciones han comenzado a apoyar a Palestina incluso reconociéndola como un Estado, desde Washington continúa fluyendo el apoyo armamentista y financiero hacia Benjamín Netanyahu, Primer Ministro israelí.
No obstante, desde la trinchera demócrata, el exmandatario Barack Obama asumió una inesperada postura hacia la nación judía reprobando el despiadado interés mostrado por continuar matando a palestinos muchos de ellos niños víctimas de bombardeos y balas, pero también de hambre.
“Creo que es importante que reconozcamos a quienes no somos parte directa de la violencia y digamos que, en este momento, los niños no pueden morir de hambre. No hay justificación militar para seguir desmantelando lo que ya son escombros. Es inaceptable ignorar la crisis humana que está ocurriendo dentro de Gaza”, expresó Obama durante en un evento efectuado en Dublín, Irlanda.
En la transcripción del discurso del demócrata, la cual fue publicada por su oficina, también digirió unas palabras a Netanyahu.
“No siempre nos llevamos bien. Creo que es justo decir que el Primer Ministro de Israel, que todavía está allí, y yo no éramos muy buenos amigos. Desafortunadamente, a menudo los líderes, los políticos, tienen un interés personal en mantener la idea de que sólo somos nosotros y ellos, y que es su culpa, porque eso les ayuda a mantenerse en el poder. Es un juego cínico. Lo observé durante toda mi Presidencia, y no siempre fui popular en esa región porque les reprendía”, rememoró.




