Los primeros relatos del cautiverio por parte de ambas naciones en conflicto narran tratos crueles e inhumanos.
Francia/Madrid, 14 de octubre (RFI/EuropaPress).- Los rehenes liberados han comenzado a compartir con sus familiares detalles de su cautiverio. Pasaron hambre y perdieron entre un 30 por ciento y un 40 por ciento de su peso. Según el canal de televisión número 12 Avinatan, Or, por ejemplo, estuvo recluido en aislamiento total durante más de dos años. Elkana Bohbot pasó todo su cautiverio encadenada en un túnel, donde perdió la noción del tiempo y el espacio. Y Matan Angrest fue torturado muy severamente por ser militar.
En manos de Hamás, existía la amenaza de una ejecución en cualquier momento, con armas apuntando a la cabeza. Y luego están los que murieron. El lunes 13 de octubre, los israelíes recuperaron cuatro ataúdes. Los restos enviados al instituto forense deben ser identificados en un plazo de 24 horas. Las familias de los rehenes fallecidos claman traición, ya que el acuerdo preveía el regreso de todos los cautivos, vivos y muertos.

¿Acuerdo en peligro?
Las autoridades israelíes habían previsto este retraso y contemplaban recuperar entre 10 y 15 cadáveres: cuatro de 28 es poco. En cuanto al acuerdo, cada paso es ahora frágil, ya que los actores entran en la que quizá sea la parte más complicada de las negociaciones.
El primer punto difícil es el desarme de Hamás. El Presidente francés, Emmanuel Macron, matizó el lunes 13 de octubre en Egipto que “no se desmantela de la noche a la mañana un grupo terrorista con miles de combatientes, túneles y armamento”.
También está la cuestión de la retirada del ejército israelí: ¿cuándo y hasta dónde? Queda también la importantísima cuestión del envío de ayuda humanitaria a Gaza, la reconstrucción y la gobernanza del enclave palestino, y el despliegue de una fuerza internacional de estabilización.

Los presos palestinos sufrieron "horrendas torturas": Hamás
De igual forma, los presos palestinos que han sido liberados denuncian tratos físicos denigrantes y agravios psicológicos cometidos por las autoridades carcelarias del país hebreo durante largos años de cautiverio israelí.
El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) denunció que los presos palestinos liberados este lunes por Israel en el marco del acuerdo de alto al fuego para la Franja de Gaza sufrieron "las más horrendas torturas psicológicas y físicas".
El grupo aseguró que los propios presos relataron estos maltratos e instó a las organizaciones internacionales humanitarias y de derechos humanos a investigar estas acciones israelíes y a perseguir a los criminales de guerra en los tribunales internacionales.
En cambio, subrayó que "la resistencia trató a los prisioneros enemigos conforme a sus valores islámicos y nacionales, evitando poner en peligro sus vidas, mientras el ejército de ocupación seguía torturando y humillando a los presos palestinos en sus cárceles".

"El regocijo de las familias de los presos liberados en Gaza y Cisjordania es una expresión de la fuerza y resistencia de nuestro pueblo, que no se puede quebrar por los crímenes del enemigo", declaró Hamás.
También el director general del Hospital de Al Shifa, el más importante de la Franja de Gaza, Mohamad abú Salmiya, afirmó que los presos llegaron "con signos de tortura" e incluso con "extremidades amputadas".
"Los prisioneros liberados están exhaustos, con signos de tortura. Algunos prisioneros fueron liberados con extremidades amputadas. La mayoría de los prisioneros resultaron heridos como consecuencia de la guerra y no recibieron atención médica en las cárceles de la ocupación", indicó, según recoge el portal de noticias Filastín, afín a Hamás.
Además, Abú Salmiya advirtió que la situación del sistema sanitario gazatí sigue siendo la misma. "Necesitamos convoyes ininterrumpidos de suministros médicos. Los pacientes de cáncer y de afecciones cardiacas no han recibido tratamiento desde hace meses", alertó.

Algunos de los presos liberados relataron que los maltratos se intensificaron en las horas previas a su liberación. Así, Mahmud abú Salá, detenido en julio por fuerzas israelíes cerca del Hospital Nasser, en Jan Yunis, dijo que "nos torturaron hasta el último momento y nos ataron desde las 03:00 horas de la madrugada y hasta el momento de nuestra liberación". Además, sostuvo que los carceleros israelíes amenazaron con matar a sus familiares.
En su comunicado, Hamás indicó que la liberación de los aproximadamente 10 mil presos que continúan en las cárceles israelíes "seguirá siendo una prioridad nacional de la resistencia".
En cuanto al acuerdo de alto al fuego, destacó que "es un logro histórico sellado con sangre y sacrificios". "Es un paso más en el camino de la liberación total de toda nuestra tierra y lugares sagrados, y una promesa de que seguiremos trabajando hasta que logremos la libertad total y la independencia completa", finalizó.




