El expresidente de Perú, Pedro Castillo, fue condenado a 11 años y 5 meses de prisión por conspiración para la rebelión, en su intento por disolver el Congreso a finales de 2022; otros de sus ministros y funcionarios también fueron condenados, incluida Betssy Chávez, refugiada actualmente en la Embajada de México.
Ciudad de México, 27 de noviembre (SinEmbargo).– Pedro Castillo Terrones, el expresidente de Perú que era profesor rural y originario de la norteña región andina, ha sido condenado a 11 años, 5 meses y 15 días de prisión, por el delito de conspiración para la rebelión, luego de ser destituido por el Congreso por su anuncio de la disolución de esta institución a finales de 2022.
Castillo fue condenado este jueves por la Sala Penal Especial de la Corte Suprema de Perú, por dos votos contra uno. Se trata del caso de un supuesto fallido autogolpe de Estado. La sentencia es menor de los 19 años que había pedido la Fiscalía para el exmandatario, debido a que no tenía antecedentes. Castillo también fue inhabilitado por dos años para ejercer cargos públicos.
La sentencia de conspiración para la rebelión incluye al Ministro del Interior con Castillo, Willy Huerta, también por 11 años y 5 meses, pero con prisión suspendida. Aníbal Torres, el Jefe de Gabinete de Asesores de la Presidencia del Consejo de Ministros de Castillo, recibió una condena de 6 años y 6 meses de prisión suspendida.
Además, fue condenada a 11 años y 5 meses de prisión Betssy Chávez, expresidenta del Consejo de Ministros, refugiada en la Embajada de México en Lima, en un caso que ha provocado el rompimiento de las relaciones entre ambos países y el amago del actual gobierno peruano de ingresar por la exfuncionaria.
El expresidente Pedro Castillo inició su gestión el 28 de julio de 2021. El Parlamento, de mayoría opositora, intentó destituirlo sin éxito dos veces durante su primer año de Gobierno.
Castillo era maestro rural antes de irrumpir entre la élite política peruana al ganar las elecciones luego de una campaña en la que prometió mejorar la educación, la atención médica y otros servicios. Sin embargo, su primer año estuvo marcado por una gran turbulencia con varios cambios de gabinete.
Ante la constantes presiones de una mayoría opositora, el 7 de diciembre de 2022, a través de un mensaje televisivo, Castillo anunció la disolución del Congreso y decretó un Gobierno de excepción.
Castillo fue detenido rumbo a la Embajada de México y fue vacado por el Congreso por incapacidad moral permanente. Sin el apoyo de las Fuerzas Armadas, su autogolpe de Estado fue desechado y él acabó tras las rejas.
Dina Boluarte, su Vicepresidenta, asumió el Gobierno luego de que Castillo fuera destituido por el Congreso. El Parlamento la juramentó el mismo día de la destitución de Castillo por ser sucesora constitucional.
A principios del pasado octubre, el Congreso de Perú aprobó de madrugada la destitución de Dina Boluarte por "permanente incapacidad moral", luego de haber estado sumida en una serie de crisis políticas desde que asumió el cargo tras la destitución de Pedro Castillo.
El reemplazo de Boluarte fue el presidente del Congreso, José Jerí, de la agrupación Somos Perú, quien fue denunciado por violación sexual.
La destitución de Castillo ha provocado el cruce diplomático entre México y Perú, primero con el Presidente Andrés Manuel López Obrador y ahora con Claudia Sheinbaum Pardo, quienes han respaldado al exmandatario, pues acusan persecución política por parte de la derecha peruana.
Sheinbaum ha sido declarada persona non grata por el Congreso peruano y el país andino ha roto relaciones con México.
La última polémica es el asilo de Bettsy Chávez en las instalaciones de la Embajada mexicana. El Presidente Jerí advirtió en los últimos días que, en caso de ser necesario ordenaría el ingreso a la fuerza en la representación diplomática mexicana con el objetivo de llevar a cabo el arresto de la exprimera Ministra.
La Presidenta Sheinbaum advirtió que con esta acción Perú estaría violando todas las leyes internacionales. "Se pueden tener diferencias y se opina. Ellos tomaron la decisión de romper relaciones con México, pero una intervención en la Embajada estaría fuera de toda norma", dijo.




