En esta entrega de VERSUS, se analizó el tema de Chile y el regreso de la ultraderecha al poder tras el triunfo este fin de semana de José Antonio Kast. Se analizó sobre cómo se hunden los proyectos de izquierda en América Latina, cuáles han sido los factores que le han abierto la puerta a la derecha para retomar el poder, los retos, obstáculos y contradicciones por acción u omisión que facilitan a que la oposición llegue y la responsabilidad de México de mirar lo que se hizo y no se hizo en esos proyectos.
Ciudad de México, 15 de diciembre (SinEmbargo).- La derrota de la izquierda en Chile y el regreso de la ultraderecha al poder abrió un debate en América Latina sobre los errores que cometen los proyectos progresistas cuando llegan al Gobierno. Ana Lilia Pérez, Alina Duarte, Perla Velázquez y Alejandro Páez coincidieron en que el caso chileno no es un accidente aislado, sino una advertencia clara para las izquierdas de la región, incluida la mexicana.
Alejandro Páez sostuvo que el giro político en Chile resulta lamentable, pero también comprensible, a partir del desencanto generado por el Gobierno de Gabriel Boric. Recordó que su llegada al poder simbolizó la posibilidad de una izquierda renovada, joven y con un fuerte respaldo social, pero consideró que el problema fue abandonar las promesas y los principios una vez en el ejercicio del poder.
"Es lamentable el brinco que da Chile y al mismo tiempo es comprensible. Por un lado, recordarán lo que significaba Gabriel Boric para americanizadlos Latina, era la posibilidad de que la izquierda se renovara, un personaje joven, llega a los 35 años de edad […] el problema es cuando abandonas en el poder lea promesa. Eres de izquierda y tienes que plantarte en los principios de la izquierda. Yo creo que gran parte del fracaso de la izquierda chilena es Boric, es él".
Páez subrayó que la experiencia mexicana muestra las consecuencias de la ambigüedad ideológica, cuando partidos que se dicen de izquierda terminan gobernando desde el centro. Por ello, recordó que el expresidente Andrés Manuel López Obrador fue enfático en no zigzaguear.
"México viene de una experiencia de que durante muchas décadas en el centro navegaron los supuestos de izquierda, en el centro navegó el PRI y hasta el PAN diciéndose de izquierda y ese engaño siempre termina mal. Por eso el expresidente López Obrador era muy claro en ese punto, no zigzaguear, no hay de otra. No, eres de izquierda, o no lo eres".
En la misma línea, Perla Velázquez señaló que Boric, al llegar a la presidencia, dejó fuera los principios, los valores y la ideología que lo llevaron al poder.
"Entró a la Casa presidencial y se le olvidaron los principios, los valores, la ideología, esos los dejó afuera hablando de Gabriel Boric. Hay varios textos que he leído sobre cómo llega otra vez la ultraderecha a la presidencia de Chile y hablan sobre todo de un Gabriel Boric que es muy débil y tibio, que se convierte en una persona que olvida ese objetivo de olvidar ciertas bases de la población".
Citó que diversos análisis coincidieron en que la debilidad política y postura tibia de Gabriel Boric facilitaron el regreso de la ultraderecha, encabezada por José Antonio Kast. Alertó además sobre el resurgimiento de discursos similares al trumpismo, especialmente en materia migratoria y lamentó la falta de memoria histórica frente a los crímenes de la dictadura militar y el papel que Kast jugó para sostener el legado de Augusto Pinochet.
"Pareciera que no hay memoria, pareciera que no se acuerdan de todo lo que se vivió en la dictadura militar, de todo lo que hizo en su momento Kast para que se mantuviera Pinochet en 1988 en un referéndum ayudándole a un personaje como él que llega con un golpe de Estado".

Por su parte, Ana Lilia Pérez advirtió que los resultados en Chile deben ser tomados con seriedad por las izquierdas que hoy gobiernan en América Latina, pues existen paralelismos con políticas neoliberales que terminan minando proyectos progresistas desde dentro.
"Este tema de cómo hundir a la izquierda, el vernos en los resultados que hoy tiene Chile creo que es algo que la izquierda en el Gobierno debe tomarse muy en serio porque tenemos paralelismos con lo que ha ocurrido en Chile en el tipo de políticas neoliberales y que eso lleva al por qué los gobiernos de izquierda, una vez llegados al poder ven derrumbados sus proyectos que tiene que ver con un mal ejercicio de Gobierno como es el caso de Boric".
Para ella, el caso Boric es ejemplo de cómo un mal ejercicio de Gobierno puede derrumbar una agenda de izquierda. Recordó que Boric no surge como figura aislada, sino como producto de amplias movilizaciones sociales.
"Boric en su momento se convierte en el Presidente mas joven en la historia de Chile, es producto de todas esas luchas, no es Boric como la figura política, no es Boric como el líder, sino es el que llega a cosechar todas esas movilizaciones, toda esa lucha de jóvenes que buscaba un acceso a una educación gratuita, él goza de esa lucha pero una vez en el Gobierno traiciona su propio movimiento, traiciona el propio origen al que decía representar el movimiento y traiciona a la izquierda de la que él se decía parte".

En tanto, Alina Duarte añadió que el contexto institucional también fue determinante, pues tras el triunfo de Boric, el Poder Judicial no actuó contra responsables de violaciones a derechos humanos durante la dictadura, pero sí operó políticamente contra Daniel Jadue, una figura ubicada más a la izquierda.
"Gana Gabriel Boric, el Poder Judicial en vez de ejercer justicia en contra de gente que en la dictadura asesinó y masacró, pues dedició operar una campaña en contra de quien estaba mas a la izquierda de Boric, que es Daniel Jadue, lo metieron preso y al final termina ganando Boric".
A su juicio, la falta de audacia y de altura frente a un momento histórico que exigía transformaciones profundas terminó cobrando factura en las urnas.
"Hay muchas cosas que hay que considerar, pero sin duda, el no estar a la altura de un momento histórico que demandaba echar toda la carne al asador me parece que se cobró en las urnas este domingo".
En conjunto, las voces coincidieron en que la experiencia chilena deja una lección central: sin coherencia ideológica, sin cumplimiento de promesas y sin una ruptura real con las políticas neoliberales, los proyectos de izquierda corren el riesgo de perder legitimidad social y abrir la puerta al avance de la ultraderecha. Para México, el mensaje es claro: profundizar, no diluir, el proyecto político.





