Miles de ciudadanos se congregaron en el Zócalo capitalino en un acto masivo de respaldo a la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y a la Cuarta Transformación (4T), enviando un mensaje directo de rechazo a los intentos de deslegitimación, la injerencia extranjera del Gobierno estadounidense y las campañas sucias de la derecha. El evento, que demostró el músculo del movimiento a siete años de su llegada a la Presidencia de México, reafirmó también el mensaje de defender la soberanía nacional a toda costa.
Ciudad de México, 7 de diciembre (SinEmbargo).– “Estamos en contra de que otros países están metiendo mano aquí en el país. Estamos en contra de que los ‘poderosos’ como Ricardo Salinas Pliego no paguen sus impuestos; está muy enojado y está atacando y haciendo sus montajes violentos”, afirmó este sábado la señora Teresa, proveniente de Ixtapaluca, Estado de México. Ella fue una de las miles de personas que marchó desde el Ángel hasta el Zócalo. En su caso lo hizo acompañada de su hija Jaqueline, con quien escuchó el mensaje de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo por la conmemoración de los siete años del inicio de la Cuarta Transformación.
Desde el Ángel de la Independencia y el Monumento al Caballito partieron los contingentes, incluidos jóvenes simpatizantes, quienes fueron señalados por la Presidenta como una mayoría frente a la llamada "Generación Z" opositora. La atmósfera fue de "alegría" y música, con manifestantes provenientes de diversos estados del país como Nuevo León, Puebla, Guerrero, Estado de México y Morelos, portando banderas y cartulinas de apoyo. La Presidenta estimó una asistencia de al menos 600 mil personas, cifra que fue confirmada por el Gobierno de la Ciudad de México.

“Mientras los traidores a la Patria piden la intervención de Donald Trump, del otro lado podemos ver que es un delincuente; mientras ellos piden la intervención, nosotros estamos luchando por construir un país mejor. Se equivocan esos que piden la intervención porque quiénes serían los primeros en caer: los ultras”, afirmó Arturo, simpatizante de la izquierda desde hace décadas, a la altura de la Alameda en Avenida Juárez. Y agregó sobre la Presidenta Sheinbaum a poco más de su primer año de Gobierno: “sin insultos, sin enojarse, ha logrado todo lo que ha pensado”.
En ese mismo sentido, pero desde el templete, la Presidenta Sheinbaum advirtió a la oposición que, a pesar de sus alianzas, campañas sucias, compra de bots y fabricación de mentiras, "¡no vencerán al pueblo de México ni a su Presidenta!".
“Hay que decirlo con claridad, en estos días se ha demostrado que por más campañas sucias que paguen en las redes sociales, por más compra de bots y robots, por más alianzas con grupos de interés en México y en el extranjero; por más consultores de comunicación que contraten para inventar calumnias y mentiras difundidas en algunos medios, por más intentos de hacer creer al mundo que México no es un país libre y democrático; por más comentócratas o supuestos expertos que inventen historias de ficción, por más alianzas que quieran tejer con el conservadurismo nacional y extranjero”, destacó.

En su discurso, la Presidenta habló de los temas que sacaron a miles de simpatizantes de la izquierda a respaldarla. Por ejemplo, la Presidenta recalcó que la Constitución establece la prohibición de condonación de impuestos, y que todos los mexicanos deben cumplir con sus responsabilidades ante la ley, marcando el fin de la época de privilegios. El público respondió con el grito de "¡Que pague!", en referencia a Ricardo Salinas Pliego. De hecho, ese fue uno de los momentos más ovacionados y que causó mayor reacción.
Un amplio segmento de su discurso se dedicó a desmentir las narrativas de la oposición. Sheinbaum refutó la idea de que el país es "cada vez menos democrático", recordando fraudes electorales del pasado (1988, 2006, 2012) y episodios como el desafuero de Andrés Manuel López Obrador. También negó que su gobierno sea "represor" o que censure la libertad de expresión, recordando que los gobiernos del PRIAN fueron los que se destacaron por actos represivos.
Además, rechazó la supuesta relación de la 4T con grupos delincuenciales, señalando que fue en administraciones anteriores donde se inició la "guerra contra el narco" con figuras como Genaro García Luna (hoy preso en EU) y donde los homicidios dolosos se dispararon.
La Presidenta Sheinbaum también insistió en que México es un país libre, independiente y soberano. “No somos colonia ni protectorado de nadie", apuntó y subrayó que la relación con Washington se basa en cuatro principios: respeto a la soberanía, responsabilidad compartida, colaboración sin subordinación y respeto a la integridad territorial.
Un activista de un colectivo de Guerrero —quien pidió no ser identificado— dijo que acudió al Zócalo para respaldar a la Presidenta frente a las amenazas tanto dentro, como fuera del país: “La Presidenta tiene el respaldo de la mayoría de la población. Eso creo que nadie lo discute. Era necesario estar aquí, sobre todo para mandar un mensaje al extranjero, al imperio que ve con malos ojos para acá, y el mensaje es para que sepa que hay una gran cantidad de la población que respalda a esta Presidenta”.
No obstante, el activista destacó que dentro de ese respaldo no debe impedir mirar hacia adentro: “Es necesario recordar que así han terminado todos los intentos de movimientos que surgen desde la izquierda: han sido filtrados por antiguas mafias, por antiguos cacicazgos que se instalan dentro de esos movimientos que están en todos los partidos. Este es el caso de Guerrero; prácticamente así está pasando en Guerrero”.
Precisamente entre la multitud, además del respaldo unánime, también se manifestaron preocupaciones sobre riesgos internos en la 4T. Ciudadanos con décadas de militancia en la izquierda y bases de Morena, como Vladimir Cortés, expresaron temor por la "infiltración" de "gente arribista" que desplaza a las bases fundadoras del movimiento, comparándolo con la historia del "caballo de Troya".
De igual forma, algunos activistas y simpatizantes, como Noemí, proveniente de Morelos, acudieron al Zócalo no solo para apoyar a la Presidenta, sino para advertirle sobre figuras internas que consideran un riesgo. Noemí portaba una cartulina dirigida a Ricardo Monreal y Adán Augusto, manifestando: "Adán Augusto y Adán. No traicionar a la Presidenta". Argumentó que "Augusto y Monreal son un obstáculo" para los proyectos de Sheinbaum. El mensaje de las bases es que, para que el cambio "dure más y no sea desinstalado pronto", es necesario "vigilar qué está pasando" desde adentro.


“Los que venimos desde que se fundó Morena como movimiento, desde 2011, y como partido en el 2014 traemos las bases. Hemos estado luchando, hemos recorrido cada por casa, sudando la camiseta por el movimiento y sus ideales de izquierda y a partir de 2018, cuando gana López Obrador, Morena se convierte en la fuerza política número uno y se viene una ola de gente convenciera al movimiento que viene d entras corrientes, con otros pensamientos, y puede restar gente a futuro porque, recordemos la historia del caballo de Troya, cómo se empezaron a infiltrar. Es nuestra preocupación, que las candidaturas se las estén dando a la gente arribista y desplacen a las bases de Morena, creo que eso es un error”, dijo Vladimir Cortés.
En los alrededores del Zócalo, entre una escultura de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo vestida de blanco con la banda presidencial y banderas de México, miles y miles de ciudadanos fueron constantes en manifestar su respaldo ante los intentos de deslegitimación e intervención del Gobierno estadounidense de Donald Trump y de la derecha internacional.
“Para que se den cuenta que estamos todos unidos apoyando a la 4T y a nuestra Presidenta”, dijo una mujer disfrazada de tigre, habitante de la CDMX.
Entre las calles aledañas a la plancha del Zócalo capitalino como Madero, Palma y 5 de Mayo, los asistentes escuchaban el mensaje desde varias pantallas. Además de una segunda escultura de la mandataria federal y mujeres portando una manta para agradecer por “la defensa de la soberanía y democracia”, resaltaba un letrero con la leyenda: “traidores” con la fotografía de políticos como Trump, el excandidato presidencial de ultraderecha Eduardo Verástegui, del dirigente priista Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, de Ricardo Anaya, así como de comunicadores como Javier Alatorre, Brozo, Carlos Alazraki, Carlos Loret de Mola y Ciro Gómez Leyva.

La propia Presidenta Sheinbaum agregó un dato durante su mensaje en el Zócalo: mientras Argentina, un país con crisis económica gobernado por el ultraderechista Javier Milei, pide un rescate financiero a EU, en México, que defiende su soberanía, este año se alcanzó a recaudar un monto millonario parecido por pago de impuestos.
“¡México, México, México!”, gritaron los manifestantes en avenida Madero, luego de escuchar a la Presidenta Claudia Sheinbaum comprometerse a que no habrá un golpe de Estado, intervención en elecciones ni ataques militares como los que el resto de América Latina está bajo acecho. De lo contrario, como se manifestó este día en las calles, no se detendrá al tigre.

En su discurso, la Presidenta rechazó que los conceptos de patria y libertad pertenezcan al conservadurismo, asegurando que sus adversarios “defienden solamente la libertad del mercado” y no entienden que la libertad plena se ejerce cuando hay bienestar y derechos.
“La patria no se defiende cuando se busca injerencia extranjera en los destinos de la nación. La patria se defiende”, resaltó la mandataria ante un Zócalo que pintó en un mosaico con colores guinda, blanco, negro y naranja.
El escenario estaba compuesto por banderas, mantas, lonas y globos. Los contingentes organizados mostraban su peso dentro del movimiento. Uno de los más vistosos fue la SNTE, que apareció en bloque: vestidos de naranja, con banderas en alto, ocuparon casi una cuarta parte de la plancha. Las banderas permitían identificar grupos.
La Familia Dragón, vinculada al expriista y agresor de periodistas, el actual director del Metro Adrián Rubalcava, otra vez se hizo presente con símbolos que les permitían distinguirse a distancia. Entre la multitud también destacaban personas enviadas desde el Gobierno de la Ciudad de México, así como contingentes provenientes de alcaldías como Iztapalapa. Hubo quienes viajaron desde Guerrero, Chiapas y otros estados para acudir a la cita.

Y es que, además, los contingentes de la capital lucían cachuchas blancas con el nombre de la Ciudad de México; otros llevaban cachuchas guindas de Morena con los nombres de sus regiones. Los camiones que los transportaron quedaron estacionados desde avenidas lejanas, como Isabel la Católica o 20 de Noviembre, porque la plaza y sus alrededores se llenaron desde temprano.
Pero entre esa multitud organizada y estructurada también convivían miles de simpatizantes que llegaron por su cuenta y que eran identificables por sus diversas particularidades que los hacían destacar entre la multitud. Muchos de ellos, adultos mayores que cargaban cartulinas con mensajes y vestimentas que llamaban la atención; uno de ellos, por ejemplo, fue un hombre vestido como Santa Claus, con un enorme ganso como sombrero y una cartulina en la que se leía: “La oposición está moralmente derrotada”.
Fausto Galicia, de 85 años, viajó desde Puebla con una gran cartulina en apoyo a la mandataria. “Vine a compartir como todos los mexicanos el apoyo a nuestra doctora Claudia Sheinbaum Pardo y recordar al hombre Andrés Manuel López Obrador, el fundador del Movimiento de Regeneración Nacional y la Cuarta Transformación. Por eso vine a apoyar. No es la primera vez, siempre vengo aquí a este tipo de eventos. Apoyar es mi manera de manifestarme”.






