A un año de la salida de Andrés Manuel López Obrador, Morena parece haber superado su prueba mas difícil: demostrar que no dependía exclusivamente de su líder histórico. Con la Presidenta Claudia Sheinbaum al frente, el movimiento avanza en una nueva etapa que combina continuidad, mayor organización técnica y una fuerte presencia territorial, confirmando que el proyecto de la Cuarta Transformación va más allá de una sola figura. Este fue el tema de hoy en VERSUS.
Ciudad de México, 22 de diciembre (SinEmbargo).- A un año de la salida de Andrés Manuel López Obrador de la Presidencia de la República, Morena ha demostrado que puede sostenerse sin su figura fundacional, coincidieron Ana Lilia Pérez, Alina Duarte, Perla Velázquez y Alejandro Páez, Lejos de diluirse, mencionan, el partido y el proyecto de la llamada Cuarta Transformación (4T) han demostrado su fuerza con continuidad, reorganización y profundización del proyecto obradorista bajo el gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Alejandro Páez planteó que el debate no es menor, pues se trata de la ausencia del fundador “del mayor movimiento de movimientos de izquierda de América Latina, con la mayor presencia en volumen y también con el mayor crecimiento en tiempo récord”.
El periodista recordó que Morena apenas tiene una década de vida y que “se hizo del poder en muy poco tiempo”, al grado de que “apenas se había formado un partido político para darle salida a lo que había en torno al Presidente López Obrador y su proyecto cuando ya se había tomado la presidencia”. Para Páez, ese proceso constituyó “una verdadera revolución popular”.
Sin embargo, un año después de la retirada de López Obrador, sostiene que ya no se trata de una apuesta al azar.
“Yo creo que hay muchas cosas que podemos analizar para saber por qué ya no es una adivinanza el movimiento López Obradorista y en la izquierda encabezada por López Obrador y Morena es un proyecto de largo aliento, punto”. En su lectura, una de las claves para que el movimiento se mantenga en las preferencias ciudadanas es la congruencia: “le respondió con la realidad, con la verdad a la gente, le dijo exactamente qué es lo que buscaba y con base a eso le dijo ‘aquí está, esto es lo que hemos logrado hasta ahorita’. Y en eso está trabajando, en cumplir lo que ofreció”.
Desde otra óptica, Alina Duarte subrayó que el actual gobierno ha reforzado una dimensión territorial que incluso va más allá de la etapa de López Obrador.
“El partido, si bien ha acompañado a la Presidenta, lo cierto es que creo que es un Gobierno mucho más territorial que el de Andrés Manuel”, afirma. Y detalla que no se trata solo de la figura presidencial recorriendo el país, “como lo hace también la Presidenta Claudia Sheinbaum, sino es su gobierno”.
Duarte puso como ejemplo la intensa agenda cotidiana de asambleas y trabajo comunitario: “La cantidad de asambleas que tiene este gobierno todos los días a través de su Secretaría de Mujeres, haciendo asambleas con las tejedoras de la patria, haciendo asambleas también en temas de la paz, estas ferias de la paz”. A su juicio, se trata de “un gobierno profundamente territorial que no habíamos visto con Andrés Manuel” y que, además, asume tareas que tradicionalmente corresponderían a los partidos políticos.

Por su parte, Ana Lilia Pérez propuso incluso cambiar el enfoque del debate. Más que hablar del “año sin AMLO”, sugirió entender el momento como “el año con Claudia”.
"Finalmente, estamos en el primer año de un gobierno de continuidad, de un proyecto que comienza en 2018, que ya se ha planteado viene de toda esa lucha de décadas de Andrés Manuel López Obrador, de recorrer el territorio, hacer una radiografía muy precisa de cuál era la condición en la que vivía el país y a partir de ahí plantear un proyecto de nación".
Para Ana Lilia Pérez, lo que hoy se vive es una segunda etapa del proyecto que comenzó con López Obrador en 2018.
"Un proyecto de nación que ahora, como ha planteado la presidenta, va en esta segunda etapa, en este segundo nivel y que va de fortalecer ese modelo de restituir derechos sociales para la población y que va también y, aquí retomo un poco de lo que decía Alina, de este perfil técnico".
En ese contexto, recordó que López Obrador sí se retiró del escenario político y solo ha tenido un par de reapariciones en momento específicos.
"Le cayó la boca a todos los que decían y mantuvieron esas campañas de que se iba a reelegir, absurdas, pero se retira, pero está ahí el proyecto, está ahí el proyecto de Nación que echó a andar y ahora ahora se van dando pasos para llevarlo más a fondo, fortalecerlo y a mí sí me gusta esa parte de de la mayor coordinación técnica y más organizadita que es el perfil que tiene la doctora Sheinbaum".
En tanto, Perla Velázquez coincidió en que la clave está en distinguir entre la figura y el proyecto. “Se fue el expresidente, se fue Andrés Manuel López Obrador, pero no se fue el proyecto de la cuarta transformación”. Para ella, ese debe ser el punto de partida al analizar el primer año del nuevo gobierno. Destacó que los resultados comenzaron a verse desde los primeros meses, incluso en un contexto internacional complejo, como el regreso de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos.
"Se esperaba quizás que fuera de esa manera con la Presidenta Claudia Sheinbaum, lo cual no fue así, hubo una muy buena negociación. Ha logrado contener a Donald Trump, pero también ha logrado contener a la oposición aquí. Ha tumbado a cada uno de los personajes de la oposición porque la narrativa fue 'es un títere la Presidenta Claudia Sheinbaum. Es un títere de Andrés Manuel López Obrador', y ha demostrado que no es un títere y eso es lo más que ha hecho para la oposición que está muy enojada, porque no les ha dado elementos para seguir golpeando desde ese punto".
Perla recordó que ha sido la propia oposición la que ha insistido en traer de vuelta el nombre de López Obrador al debate público.
“¿Quién ha traído a este escenario a Andrés Manuel López Obrador? Ellos”, dice, aludiendo a las versiones sobre una supuesta reaparición o influencia directa del expresidente. Mientras tanto, subraya, la presidenta “se sabe valer por sí sola y sabe dar órdenes, dar indicaciones, controlar a un equipo y un equipo que esté dando resultados”.





