El Gobierno de Corea del Sur investigará si sus trabajadores sufrieron alguna violación de derechos humanos, mientras Donald Trump ha señalado que no quiere asustar a ninguna empresa que quiera invertir en Estados Unidos.
Ciudad de México, 17 de septiembre (SinEmbargo).– “No quiero ahuyentar ni desincentivar la inversión en Estados Unidos por parte de países o empresas extranjeras. ¡Les damos la bienvenida, damos la bienvenida a sus empleados y estamos dispuestos a decir con orgullo que aprenderemos de ellos y lo haremos incluso mejor que ellos en algún momento en un futuro no muy lejano!”, escribió Donald Trump el domingo, 10 días después de que las autoridades migratorias estadounidenses detuvieran a 500 personas en una redada en una planta surcoreana de Hyundai en Georgia.
La mayoría de los trabajadores detenidos son surcoreanos. Se trata de ingenieros e instaladores de equipos contratados para el trabajo altamente especializado de poner en funcionamiento una planta de baterías eléctricas. El caso ha conmocionado a Corea del Sur, un aliado clave de Estados Unidos, sobre todo cuando se difundieron imágenes de los trabajadores con grilletes en las muñecas y los tobillos.
Dos tercios de las personas detenidas el 4 de septiembre eran surcoreanos, y casi todos volaron de regreso a su país de origen esta semana. Aterrizaron en Seúl el viernes por la tarde, hora local, tras permanecer 24 horas en el limbo mientras el Presidente Donald Trump instaba a su gobierno que considerara la posibilidad de permitirles quedarse y capacitar a trabajadores estadounidenses, dijeron funcionarios surcoreanos a The New York Times.
Uno de los trabajadores detenidos mantuvo en secreto un diario de los días que duró su detención, ahí detalló los malos tratos sufridos en las instalaciones del ICE, según reportó la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
Según este relato agentes del ICE allanaron la planta, registraron a los trabajadores, que llevaban casco y zapatos de seguridad, y los acorralaron, atándoles las muñecas con bridas. Además se les pidió que completaran formularios para una orden de arresto extranjera, sin ninguna explicación sobre los documentos ni sobre los derechos legales de los detenidos.
Tras tres días de confinamiento, según el diario del trabajador, lo llevaron a una entrevista con agentes del ICE, quienes lo llamaron "Hombre Cohete" —el apodo que Trump le daba al líder norcoreano Kim Jong-un— tras confirmar que el trabajador era surcoreano. “Me enojé porque parecían burlarse de mí, pero contuve la compostura porque me preocupaba lo que pudiera pasar con mis documentos”, escribió el trabajador.
ALLANAMIENDO DE ICE EN PLANTA DE HYUNDAI. LOS AGENTES HAN DETENIDO TODAS LAS ALBORES Y ESTÁN REVISANDO EL ESTATUS DE LOS EMPLEADOS. ATLANTA, Georgia (Telemundo Atlanta) - Un operativo del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.
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Otro empleado declaró al diario Hankyoreh que él ni siquiera sabía que estaba arrestado. “Pensé que era un procedimiento para confirmar mi identidad, pero me pidieron que firmara un documento”, comentó.
Mientras tanto, el abogado de inmigración Charles Kuck, quien representa a siete de los surcoreanos detenidos, afirmó que sus clientes habían entrado y trabajaban legalmente en Estados Unidos, y que un documento filtrado del ICE mostraba que al menos un detenido tenía una visa válida, reportó The Guardian.
These images of the mainly Korean workers being chained by ICE in full restraints including wrists, belly, and ankles are pretty nuts. https://t.co/r3q1mZrMvA pic.twitter.com/HlqsQExwCo
— Raphael Rashid (@koryodynasty) September 6, 2025
Por estos hechos, el Gobierno de Corea del Sur dijo el lunes que investigaría si sus trabajadores sufrieron alguna violación de derechos humanos. "El Ministerio de Asuntos Exteriores está analizando si nuestras demandas se atendieron adecuadamente, y las empresas también están realizando sus propias revisiones para verificar si alguna medida fue insuficiente, tanto por parte de Corea como de Estados Unidos", dijo Kang.
Una semana después de la detención en la planta de Hyundai, el Presidente surcoreano, Lee Jae Myung, advirtió que las otras empresas del país podrían mostrarse reacias a aceptar la invitación de Trump para invertir dinero en Estados Unidos.
Lee Jae Myung indicó que si Estados Unidos no puede emitir rápidamente visas para los técnicos y otros trabajadores calificados necesarios para poner en marcha las plantas, entonces “establecer una fábrica local en Estados Unidos conllevará severas desventajas o se volverá muy difícil para nuestras empresas”, dijo Lee.
La redada se produjo, de hecho, unas semanas después de que Corea del Sur se comprometiera a invertir directamente 350 mil millones en los EU como parte de un acuerdo comercial. La agencia Reuters reportó que ahora la fábrica donde ocurrió la redada enfrenta un retraso mínimo de puesta en marcha de dos a tres meses.
BREAKING: The 300+ Korean workers who were detained in last week's ICE raid at the Hyundai-LG battery plant construction site in Georgia have arrived in South Korea, walking out here in the arrivals hall at Incheon International Airport. https://t.co/72Ifc7QncC pic.twitter.com/e3kNzhAtUN
— Raphael Rashid (@koryodynasty) September 12, 2025
Pese a ello, Trump insistió en su mensaje del domingo que buscaba que “las empresas extranjeras que construyen productos, máquinas y otras cosas extremadamente complejas” lleven a Estados Unidos su personal especializado “para enseñar y capacitar a nuestra gente en la fabricación de estos productos únicos y complejos, a medida que salen de nuestro país y regresan a su territorio”.
“Si no hiciéramos esto, toda esa inversión masiva nunca llegaría: chips, semiconductores, computadoras, barcos, trenes y tantos otros productos que tenemos que aprender de otros a fabricar, o, en muchos casos, reaprender, porque antes éramos excelentes en eso, pero ya no”, escribió Trump, solo para finalizar: “¡Les damos la bienvenida, damos la bienvenida a sus empleados y estamos dispuestos a decir con orgullo que aprenderemos de ellos…”.






