La Administración Trump busca transferir la responsabilidad de atender desastres naturales a los estados, eliminando el fondo federal de emergencias y dejando a las comunidades sin respaldo directo.
Ciudad de México, 16 de octubre (SinEmbargo).- Donald Trump planea que la gestión de emergencias en Estados Unidos (EU) no sea más su preocupación. Se transferirá la responsabilidad de apoyar a las comunidades frente a los desastres naturales del Gobierno federal a los estados. La excepción será en casos de catástrofes más graves, dice hoy The New York Times.
El texto inicia narrando cómo la vida vuelve poco a poco a la normalidad en Cave City, siete meses después de que un tornado azotara esta zona del noreste de Arkansas. El único supermercado, dice el periodista, está a punto de reabrir. “Los equipos comienzan a excavar los cimientos para la reconstrucción de una funeraria. Pero la ciudad, como tantas otras que enfrentan recuperaciones difíciles tras un desastre reciente, tuvo que afrontarla sola”.
Quien habla es el Alcalde Jonas Anderson. La Administración Trump denegó las solicitudes de Cave City de fondos de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) para ayudarla a recuperarse. FEMA es un fondo de emergencias del tipo Fonden en México, desaparecido por corrupción durante la Administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

La gran diferencia es que Trump desaparecerá este fondo (de hecho, ya no apoya a muchas ciudades) para ahorrarse el dinero, mientras que el Gobierno de México asumió esa responsabilidad y recurre directamente, cuando aparecen las emergencias, a la Tesorería federal.
“Anderson se vio obligado a seguir adelante de todos modos, acumulando una factura de aproximadamente 300 mil dólares —según él— que podría acabar representando el 15 por ciento del presupuesto anual de la pequeña ciudad. Algunos de los casi dos mil residentes han recibido ayuda federal. FEMA acordó cubrir las reparaciones de las más de 50 viviendas dañadas o destruidas por vientos de 265 kilómetros por hora en marzo. El estado también prometió fondos de ayuda. Sin embargo, Anderson afirmó que Cave City está soportando una carga de recuperación mayor de la prevista”.
“Nos estamos recuperando muy bien, no por el gran reembolso de FEMA que recibimos, sino a pesar de no haberlo recibido. La gente aquí es muy resiliente”, dijo el Alcalde a The New York Times.

FEMA ha estado retrasando las declaraciones de desastre y los pagos de ayuda a las comunidades, agregando nuevos obstáculos para acceder a algunos fondos de subvención y cortando el flujo de dinero destinado a aumentar la resiliencia y evitar que futuros desastres causen tanto daño, explica el diario.
“Los administradores de emergencias y los funcionarios electos de todo el país se están adaptando a un sistema en el que ya no pueden contar con la ayuda para desastres que suelen esperar de FEMA, la agencia establecida en 1979 para coordinar y profesionalizar la respuesta ante desastres. Están buscando la manera de prepararse para futuros desastres sin las subvenciones clave de FEMA, recaudando fondos privados para reemplazar la ayuda federal y recurriendo a los gobiernos estatales para reforzar sus preparativos. En algunos lugares, han surgido brigadas voluntarias de recuperación ante desastres”, detalla.
En un comunicado enviado por correo electrónico, el portavoz de FEMA, Daniel Llargues, le dijo al Times que la agencia ha retenido algunos fondos de ayuda por desastre, reservándolos para el futuro. Por ejemplo, un informe mensual sobre los gastos de la agencia este verano mostró que retuvo 11 mil millones de dólares para proyectos relacionados con la declaración de desastre por la pandemia de coronavirus, que los estados esperaban recibir antes del 30 de septiembre. Funcionarios de la agencia indicaron que esos pagos no se cancelan, sino que se aplazan hasta el nuevo año fiscal para garantizar la solvencia del fondo gubernamental utilizado para financiar la ayuda por desastre.

Sin embargo, agrega el diario citando críticos, la consecuencia de tales retrasos podría ser que las comunidades se encuentren menos preparadas cuando ocurra un desastre. “Las temporadas de huracanes e incendios forestales, más lentas de lo previsto, han supuesto pocas pruebas recientes para el sistema de respuesta a emergencias en constante evolución, lo que ha permitido a FEMA maximizar su fondo de ayuda para desastres. Se había pronosticado que el fondo se agotaría, pero a finales de septiembre se proyectaba que contuviera más de dos mil millones de dólares, una reducción con respecto a la inyección habitual de 22.5 mil millones de dólares del Congreso en marzo”, precisa.
“Desde enero, Trump ha aprobado 32 declaraciones federales de desastre, que ponen a disposición diversos programas de ayuda federal para comunidades e individuos. Esta cifra es mucho menor que el promedio de más de 60 declaraciones anuales entre los años fiscales 2015 y 2024, según el Servicio de Investigación del Congreso. Trump ha rechazado casi una docena de solicitudes estatales de ayuda de FEMA en lo que va de año, una cifra similar a la de su primera Administración y la del Presidente Joe Biden”, agrega. “Este año ha persistido un atraso constante en las solicitudes de ayuda por desastre, que hasta el martes sumaban una docena. Bajo administraciones anteriores, rara vez ha habido más de un puñado de solicitudes pendientes a la vez”.




