Los fondos que aprobó anteriormente el Congreso de los Estados Unidos estaban destinados a programas globales de salud y VIH, Trump los consideró un desperdicio.
Por María Ortiz
Los Ángeles, 26 de septiembre (La Opinión).- La Corte Suprema autorizó el viernes al Presidente Donald Trump a congelar cuatro mil millones de dólares en fondos de ayuda extranjera que habían sido asignados por el Congreso anteriormente.
El fallo es una victoria significativa para Trump en su intento de controlar los gastos aprobados por el Congreso durante el año pasado.
En su breve fallo, por tratarse de una demanda urgente del gobierno, la mayoría conservadora de seis magistrados del tribunal determinó que la capacidad de Trump para gestionar las relaciones exteriores compensa “con creces el posible perjuicio” que sufrirían los destinatarios de las partidas, aunque recordó que su decisión tiene validez provisional hasta que el Congreso y tribunales inferiores diriman el asunto.
Los cuatro mil millones de dólares incluían fondos destinados a programas globales de salud y VIH, que fueron asignados por el Congreso pero que Trump consideró un desperdicio y ha estado combatiendo en dos frentes.
Además de defender los recortes de ayuda en los tribunales, su Administración también busca “rescindir” esta asignación de fondos en el Congreso.
Las tres juezas liberales del tribunal, Elena Kagan, Sonia Sotomayor y Ketanji Brown Jackson, discreparon de la decisión y aseguraron que el asunto requiere de un profundo debate ya que está en juego “la distribución de poderes entre el Poder Ejecutivo y el Congreso en lo que respecta al gasto público”, según el escrito de disconformidad firmado por la magistrada Elena Kagan.
El pasado 28 de agosto el Presidente notificó que dejaría sin gastar unos cuatro mil 900 millones de dólares de una partida de 11 mil 500 millones aprobada por el Congreso para ayuda exterior.
Lo hizo empleando una figura denominada “rescisión de bolsillo”, que consiste en la readjudicación de partidas en vísperas de que concluya el año fiscal -algo que sucede cada 30 de septiembre en Estados Unidos-, lo que hace que su implementación caduque al carecer las cámaras de tiempo para dar su visto bueno.
A principio de septiembre, tras la denuncia de distintos grupos de cooperación, un Juez federal del Distrito de Columbia determinó que la acción era ilegal y ordenó al Gobierno desembolsar los 11 mil 500 millones de dólares antes del 30 de septiembre, a lo que el gobierno respondió insistiendo en que dejaría esos cuatro mil 900 millones sin gastar y que apelaría.
El seis de septiembre una corte de apelación federal rechazó la solicitud del gobierno para anular la orden, por lo que dos días después el Gobierno solicitó a la Corte Suprema que la suspendiera.
Es la tercera vez que la Corte Suprema permite a Trump congelar, al menos de manera temporal, partidas federales, ya que le ha permitido cancelar unos 800 millones de dólares en ayuda para los Institutos Nacionales de Salud y otros 65 millones en subvenciones para la formación de profesorado.




